IV Amor en el Aire.

79 13 4
                                    

—llegó a la cafetería y ya está ahí, se ve tan guapo lleva un suéter gris Oxford de cuello alto, su figura es de modelo, su cuello luce tan bien que por mi cabeza pasan pensamientos sucios, que de momento no me dejan concentrarme, me ve, sonríe, y yo siento que ya estoy rendida a sus pies, todo lo malo de mi día se esfumo como por arte de magia al verlo, tengo un poco de miedo porque aún no sé a dónde irá a parar todo esto, se pone de pie como un caballero en cuanto llego a la mesa —buenas noches, ¿llevas mucho tiempo?
—Hola, no, acabo de llegar, se pone de pie para corter la silla y me da un beso en la mejilla, siento un cosquilleo recorrer todo mi cuerpo, no sé qué me pasa con este hombre, ha despertado en mí sensaciones desconocidas y unas ganas locas de probar sus labios —¿Qué tal tu día?, ¿muchas reuniones?, su voz me saca de mis pensamientos —Todo bien, un cliente un poco quisquilloso, ya quedo satisfecho y los trabajos inician la semana próxima, sonrío relajada y él me regala otra sonrisa, ¿cómo fue tú día? Pregunto sin pensar —Me alegro que pudiéramos vernos, mi día estuvo bien, juntas aquí y allá, nada relevante, dejemos de hablar del trabajo y hablemos de nosotros
— Trago saliva y sonrío, de que puedo hablar con este hombre, mi mente está en blanco o más bien está ocupada pensando en las mil formas en las que puedo probar sus labios y todas las partes en las que  me gustaría tenerlos, — ¿tienes Hermanos? — sí, una hermana, respondo inmediatamente no quiero que note que pone mi mundo de cabeza y tú — No, soy hijo único,
— algunas veces desearía haber sido hija única, sonrío, él hace lo mismo, perdón es que mi hermana a veces es algo insoportable y me gustaría poder desaparecerla —supongo que es difícil tener hermanos, ¿qué haces en tus tiempos libres?
— Amo la repostería, lo disfruto mucho, salir a caminar y leer —pues tenemos mucho en común  —¿de verdad? —si a ti te gusta hacer postres y a mí me fascina comerlos, sonríe y me derrito, quiero seguir conociéndolo y que pase todo, aunque sea una noche, debo eliminar esos pensamientos —algún día prepararé algo para ti, sin querer le guiño el ojo cuando reacciono ya es demasiado tarde — Gracias me regresa el guiño, estoy nerviosa y no sé cómo seguir actuando, solo respiro profundo y me dejo llevar conversamos más de tres horas, su charla es tan amena que el tiempo paso sin darnos cuenta hasta que el mesero nos interrumpe  para avisarnos que están por cerrar, sonreímos y nos disponemos a dejar el lugar, —¿te acompaño al auto? —si gracias, tengo que darte tu saco, caminamos juntos hasta el estacionamiento su cercanía eriza mi piel, no quiero hacerme muchas ilusiones, es un hombre espectacular ya siento que lo amo más de lo que lo deseo.

Ya viene lo emocionante🙈😜 espero lo disfruten.
Gracias por leer y votar.

Cita  a CiegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora