Las Alas Del Universo

Capitulo 4: Sendas diferentes

Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Naruto y otros
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-mmmmm- hablando
-(mmmmm)- pensando
-mmmmm- ser sobrenatural hablando
-(mmmmm)- ser sobrenatural pensando
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El sol despuntaba sobre los cinco antiguos picos y en sus laderas se podía ver como las figuras caminaban a toda prisa por las mismas, se trataban de chicos no mayores de 10 años en su trote matutino cosa que según su maestro les ayudaría a mejorar su condición y a elevar su nivel de resistencia aunque en la opinión de cierto rubio eso solo era una vil excusa para despertarlos temprano y poder quedarse a solas ellos dos pero bueno no tenia pruebas de lo que decía por mas roja que se pusiera Sunrei cuando el dijo aquello pero bueno después de un par de semana de repetir el proceso a la larga termino acostumbrándose no así su inquilino interno que cada vez que el rubio despertaba para saludar lo mandaba al cuerno diciendo cosas sobre que la realeza merecía dormir cuanto deseara al parecer eso de ser el afamado rey de los bijus tenia su ego en el cielo o eso es lo que pensaba el rubio mientras el y su grupo seguían su camino trotando por las montañas mientras los animales nativos comenzaban a moverse para iniciar con otro hermoso día en ese rincón olvidado del mundo un sitio muy hermoso y pacifico, caminaban por la vereda bajando de su lugar de entrenamiento al pequeño poblado en las orillas de la montaña era un lugar pequeño no con muchos habitantes pero aun así cálido y cordial, cuando aparecieron por primera vez todo mundo los saludo y les dio los buenos días de inmediato se sintieron como en casa en ese lugar desconocido. Caminaron por entre los habitantes que les saludaban antes de claro dar media vuelta y enfilarse de regreso a su casa –detesto este camino es muy largo ya se tomemos un atajo- dijo el rubio sonriente saliéndose de la vereda sus compañeros se miraron unos a otros antes de seguirlo a toda prisa no se les fuera a perder el rubio, llegaron a su sitio de entrenamiento como 15minutos antes de lo previsto pero con la ropa rasgada, rasguños por todos lados y claro golpes en todo el cuerpo sin mencionar obvias miradas de cansancio en sus ojos mientras arrastraban los pies –bien ya llegamos, nueva regla nunca jamás volver a seguir los atajos de Naruto- dijo Neji mientras el rubio protestaba como iba el a saber que acabaría entre un mar de locas cabras de monte que les identificaron como amenazas para sus bebes.

El grupo estaba mas que adolorido mientras llegaban a la su hogar en las montañas donde entrenaban en estos días –oigan y eso que es- pregunto un confundido Lee mientras los ruidos de quejidos y gemidos provenían del interior de la casa junto con suplicas de Sunrei para con el retirado caballero del dragón clamándole que le dejase sentir la cólera de su dragón… el chico de las cejas prominentes golpeo a la puerta mientras los quejidos se callaban –oye no se suponía que se iban a tardar mas Shiryu- y empezó a resonar el golpeteo de las cosas mientras la puerta se abría y un serio y sudoroso ex caballero del dragón pasaba saludándoles y se iba hasta su lugar de siempre en las rocas al tiempo que una roja Sunrei de ropa revuelta pasaba frente a ellos cargando una canasta de ropa sucia y ninguno de los jóvenes comprendía que paso a excepción de cierto inquilino interno que no paraba de reírse ante lo que paso frente a los jóvenes inocentes y puros –(ya zorro dime de que te ríes)- pedía el rubio al carcajeante demonio que aguantándose la risa comenzaba a explicarle al rubio sobre los hechos de la vida –es que los interrumpieron mientras tenían sexo jajajajaja- dijo el zorro antes de empezar a reírse como loco mientras que el rubio solo parpadeaba al no comprender de que estaba hablando el demonio en su cabeza, -es verdad tu no sabes de eso, mira te ilustrare un poco- en la mente de Naruto aparecieron imágenes de el y Tenten solo que ya mas grandes y ciertamente desarrollados en especial la usuaria de armas, la ropa salió volando y lo que el rubio vio que sus versiones futuras hacían solo obtuvo una respuesta de el –Aaaaaaahhhhh quítalo quita eso maldito zorro aaaahhhhhhh- el ojiazul comenzó a correr como loco en círculos mientras sus amigos le miraban con duda y Kyubi se destartalaba de las risa en su subconsciente, ese día la tierna inocencia del rubio se murió para siempre.