UNO

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-Brigitte, por Dios llevas horas metida en tu cuarto no puedes pasarte la vida llorando porque el chico ese termino contigo-la voz de mi madre me hizo reaccionar- Anda abre la puerta y déjate de bobadas que nos vamos de compras.

Me levante de la cama, mire el espejo, me veo horrible y me siento aun peor pero mi madre tiene razón... ¡BORRON Y CUENTA NUEVA! hare todo lo que tenia ganas de hacer pero no podia por Aaron, mi ex novio. 

Me di una ducha y me puse un vestido negro, hace mucho no me ponía uno, lo tenia prácticamente prohibido por el también, deje mi cabello suelto y me maquille un poco y fui hacia la cocina con mi madre.

-Ya estoy lista madre-Me miro sorprendida y yo rei.

-Te ves hermosa-Me dio un ligero abrazo y yo sonreí sintiéndome libre después de mucho tiempo.

-Gracias ya no me digas mas porque me lo voy a creer-reimos y caminamos hacia la camioneta de mi madre.

Después de veinte minutos de camino llegamos al centro comercial y después de estacionar laa camioneta de mi madre en el único lugar que quedaba literalmente, bajamos y caminamos al interior, hace mucho no venia, hace mucho no salía a algún lugar que no fuera la casa de Aaron.

-Hija, vamos a ver ropa ¿Te parece? creo que necesitas nueva imagen-Me dijo mirándome preocupada.

-Si claro, ¿vamos a esa tienda primero?

En la primera tienda compre vestidos y zapatos nuevos, sere yo de nuevo sere la que era antes de Aaron, pero con nuevas enseñanzas.

La segunda parada fue a un spa en donde nos dieron un masaje, mi madre y yo no la habíamos pasado asi de bien desde hace meses se podría decir, además de algunos problemas mi madre esta muy ocupada la mayoría del tiempo por su trabajo

-Mira vamos a la estética, te urge un arreglo en el cabello-Se burlo mi madre y luego mostro una sonrisa calida que le devolví.

-vamos.

Entramos y vimos a dos mujeres ellas eran las estilistas, se veian lindas, lo eran, me recuerdan a mi antes de el, espero volver a serlo o ser aun mejor.

-Hola-salude con una sonrisa al igual que mi madre quien ahora se encontraba contestando al parecer un mensaje en su celular.

-Hola, ¿puedo ayudarlas?-una de las chicas pregunto amablemente.

-Mi hija quiere un cambio-Mi madre le dijo.

-Excelente, ¿Que te gustaría?-me pregunto la chica.

-Un corte de cabello, solo para quitar las puntas dañadas y algunas mechas que le den luz-Le dije sentándome en la silla frente al espejo mientras tomaba una revista.

-perfecto.

Eso quería antes y por alguna razón no pude hacerlo pero hoy lo hare.

(...) 

Ya estaba lista y muy sorprendida y también satisfecha con el trabajo de las chicas

-¿Entonces te gustaría ir a las clases de cocina que te comentamos?

Las chicas me invitaron y por su puesto que iria.

-Claro, muchas gracias, me encanto.

-Gracias a ti, esperamos verte pronto.

Mi madre pago y salimos, este ha sido un dia hermoso, lograre salir de esto, mañana me esperan las clases de cocina.


EL CHICO DEL AUTOBUSWhere stories live. Discover now