TRES

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Busque a aquel chico en Facebook por mas de una hora pero ¿saben la cantidad de chicos que hay con el mismo nombre? No lo encontré, me di por vencida y preferí dormir, mañana tal vez tenga la suerte de verlo, aunque es prácticamente baja la posibilidad y mas si les cuento la suerte que tengo, en fin... Creo que me creen con solo decirles lo de Aaron, no necesito de mas anécdotas.

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Me levante por un grito horrible de mi madre diciendo que ya era muy tarde, cosa que me parece exagerada son apenas las siete de la mañana, arregle mi cama y me di un baño rápido, después me seque y me puse unos jeans, una blusa color blanca y unos botines cafes.

Baje a desayunar solo que hoy mi madre si esta.

-Buenos días-la salude dándole un ligero abrazo y me servi un poco de chocolate caliente.

-Buenos días princesa, ¿Quieres que te lleve a tus clases hoy antes de irme al trabajo?-Me pregunto con un poco de esperanza y me sentí culpable.

-No madre, muchas gracias-Me miro seria y yo solo sonreí triste, pero aun tengo la esperanza de ver al chico del autobus.

-Ok, ¿Todo bien?-Sabia que mi madre tenia miedo de que estuviera viendo a Aaron y yo sonreí.

-Si madre, no te preocupes, estoy bien simplemente conoci un chico, el del autobus y quiero conocerlo un poco mas-Ella estaba sorprendida, se supone que no debería decírselo aun, pero no quería verla preocupada todo el tiempo por mi.

-Oh, de ser asi, cuídate princesa y saludame a tu chico del autobus-Mi chico, me sonroje pero luego simplemente rei, ese chico no es mio y ni siquiera me he animado a hablarle asi que no puedo pasarle sus saludos.

Sali de casa minutos después hacia la parada de autobus, lo vi a lo lejos, sonreí casi de manera inconsciente y luego simplemente camine tratando de reprimir la sonrisa, mientras mas me acercaba los nervios iban creciendo, sin embargo el solo saco uno de aquellos libros en su mochila y empezó a leer mentalmente claro esta, eso sin duda me decepciono un poco, pensé que tendría la suerte de conversar aunque sea un poco con el, sin embargo es muy penoso.

El camino hacia la escuela se torno algo raro, ese chico que tenia mi atención paso el camino escribiendo cosas en aquel cuaderno que se había caído el otro dia, me miraba de vez en cuando por supuesto que me emocione y trataba de que no se escapara un grito de emoción, tuve que bajar del autobus, quise despedirme pero no tendría porque, si no hablamos ni nos conocemos.

(...)

-Entonces chicas, empiecen con sus platillos.

Lo que es verdad es que hoy tendre un grandioso dia aquí, hoy lo vi y sin duda me dejo feliz, no entiendo porque pero lo estoy, mañana sera un nuevo dia y yo estare encantada de verlo una vez mas.

Al terminar la clase mi madre llego por mi y nos fuimos a visitar a mi abuela que claro estaba muy feliz y en momentos les platicaba sobre aquel chico tan misterioso, el chico del autobus.

EL CHICO DEL AUTOBUSWhere stories live. Discover now