XLVII

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Obi-Wan POV:
Hoy se estrenará Rey como Maestra Jedi, poco a poco estamos restaurando el equilibrio en la galaxia.
Al principio Rey estaba muy nerviosa explicándoles a los niños más pequeños, pero poco a poco se le fueron yendo. Los niños la adoraban y Rey a ellos.
A Sheilak le tocaban entrenar a los niños más grandes y a mí al otro grupo de niños pequeños.
-Muy bien pequeños padawans, hoy vamos hacer pequeños combates, pero con palos y si todo va bien, ya mismo podréis fabricar nuestro propio láser y entrenaréis con él -les dije.
-Si Maestro Kenobi -me dijeron los 7 niños al unísono.
Hice grupo de dos y una niña quedó sola, era Sasha.
-Sasha te tocará enfrentarte a mi -le dije.
-Si Maestro -me dijo ella.
Cogí un palo de madera y me puse en guardia, éramos los primeros en entrenar.
-Muy bien padawans, ahora quiero que toméis notas de los errores que podamos cometer y de las técnicas que podemos hacer para derribar al contrincante. Venga Sasha ataca.
Ella me atacó rápidamente con el palo en alto y gritando.
La frené con facilidad y sin hacerle daño la bloqueé con una mano.
-Nunca gritéis como lo ha hecho Sasha, no podéis atacar de esa forma, vuestro adversario predecirá el ataque. Venga Sasha inténtalo una vez más, se que puede.
-De acuerdo Maestro Kenobi.
Ella respiro hondo. Empezó a venir despacio e iba ganando velocidad, con el palo en guardia.
Me atacó y lo frené. Ahora le ataque yo a ella y me bloqueo el ataque.
Vi como miraba mis pies e iba hacerme un bloqueo, que logre saltar.
Me atacó con el palo y volví a bloquearle.
-Sasha cuando vayas hacer un barrido, intenta no mirar a los pies -le dije y ella asintió.
Nos atacamos varias veces, Sasha no podía esquivar mis golpes y antes de darle siempre frenaba el palo.
Cuando vi un punto débil en ella, ataque con mi palo cerca de su cara sin darle, pero ella perdió el equilibrio, cayendo al suelo.
Le ofrecí mi mano para que se levantara y ella la cogió.
-Padawans tenéis que aprovechar los puntos débiles del contrincante. Ahora entrenar vosotros, yo os iré corrigiendo -mire a Sasha- y buen trabajo Sasha, estoy muy orgulloso de ti. Si quieres puedes tomar un descanso -le dije.
-Maestro, me gustaría entrenar más con usted. Quiero aprender lo mismo que sabéis la Maestra Anthane y usted -me dijo.
Me puse a su misma altura.
-De acuerdo, primero quiero que entrenes tus reflejos. Primero quiero que entrenes con los ojos al descubierto mientras la pelota de entrenamiento te lanza los pequeños láseres e intenta atacarte. Después cuando tengas los reflejos con los ojos abiertos, tienes que hacerlo con los ojos vendados.
-De acuerdo Maestro Kenobi iré de inmediato -me dijo.
Nos despedimos y yo volví con mi grupo.

Tres horas después...
-Muy bien padawans, es la hora del almuerzo. Id a comer y a descansar. Después tendremos una clase teórica -dijo Sheilak.
-Si Maestra Anthane -dijeron todos los padawans a la vez.
Todos los niños se fueron al comedor, habían hecho un gran trabajo esta mañana.
-Maestra Rey para ser tu primer día has estado muy bien, sigue así y serás una gran Maestra. Cuando terminemos con la clase de hoy, quiero que vengas conmigo, quiero enseñarte a entrar en comunión con la fuerza y así estar vinculada al Maestro Skywalker -le dije.
-No sabía que podíamos hablar con los antiguos Maestros Jedi -dijo Rey.
-Veras Maestra Rey, cuando un Jedi fallece y ha completado estar en comunión con la fuerza. Puede entablar conexiones con los Maestros Jedi que estén vivos y serviles de ayuda cuando te necesiten -le dije a Rey.
-Entonces, ¿yo podría hable con el Maestro Skywalker? -pregunto Rey.
-Pues claro, esta tarde comenzará tu entrenamiento, un Jedi siempre está aprendiendo. No termina su aprendizaje cuando es Maestro o Caballero -dijo Sheilak.
-De acuerdo, esta tarde nos vemos Maestra Anthane -dijo Rey y se despidió de nosotros.
-Adiós Maestra Rey -dijo Sheilak y se giró hacia a mi.
La tome de la cintura y nos besamos.
-¿Te apetece comer fuera Obi?
-Porque no, hace un día estupendo.
-Vamos a casa y prepararemos unos sándwiches.
Nos dimos otro beso y caminamos por el bosque cogidos de la mano.
Al llegar a casa, yo hice los sándwiches mientras Sheilak buscaba un mantel y una cesta para llevarnos.
De la nevera también cogí un par de botellas de agua y las metí en la cesta junto con el resto de las cosas.
Fuimos a cerca de una cascada que estaba cerca del templo. Colocamos el mantel y nos sentamos encima mientras comíamos los sándwiches.
-Hacia mucho tiempo que no comía al aire libre -dijo Sheilak y se desperezó. Después se tumbó en el mantel.
Yo bebí un sorbo de agua y después me tumbe de lado junto a Sheilak.
Baje mas mi cabeza para besarla, la tome de la cintura para aceros más a mi.
Nuestros labios se juntaron y los besos eran suaves, pero muy intensos. La respiración cada vez era más corta y nuestras lenguas cada vez le gustaban más jugar juntas. Empecé a besarle por el cuello, sabía que eso la volvía loca. Volví a sus labios y me tumbe encima de ella. Notaba como mis pantalones me apretaban cada vez más, quería hacerle el amor allí mismo.
-¿Quieres que lo hagamos? -le pregunte.
-Si, además creo que tú lo estás deseando -me dijo mientras sonreía pícaramente.
Empecé a tocarle los pechos por debajo de la ropa, me encantaba sus pechos. Después desabrochamos nuestros pantalones. Poco a poco, mi mano iba en camino de su vagina y empecé a masajearla. Notaba como se empezaba a humedecerse.
Los besos no paraban y ella con una mano entró en mis calzoncillos para masajear mi miembro.
-No pares cariño -le dije al oído.
Notaba como cada vez estaba más húmeda y mi miembro más duro. Empecé a meterle los dedos.
-Obi, si quieres puedes meterla ya, no aguanto más -me dijo.
Le baje un poco los pantalones y fui introduciendo mi miembro en su vagina poco a poco.
Primero fui suavemente, al igual que nuestros besos, pero poco a poco fui aumentando el ritmo y la fuerzs de mis embestidas.
-Obi, más fuerte -me dijo entre jadeos y yo aumenté el ritmo.
Estuvimos un largo rato hasta que me vine dentro de ella. Caí exhausto.
Nos abrochamos los pantalones y Sheilak se tumbó a mi lado.
-No ha estado nada mal -me dijo.
-Tenemos que repetirlo más veces -le dije y le besé.
-Si quieres esta noche podemos repetirlo otra vez -me dijo mientras volvía a sonreírme pícaramente.
Volvimos a besarnos.
Note como algo se movía entre la hierba, pero seguro era un animal.
-¡Ahhhh! -gritó Sheilak y se lentanto para tocarse la muñeca izquierda. Me levante con ella.
Tenía una mordida de serpiente, vi como se alejaba, era una especie muy venenosa.
-Te llevaré a la enfermería- le dije.
-Obi no me encuentro muy...
No termino de hablar, estaba ardiendo. El veneno empezaba hacer efecto.
Cogí un cuchillo y le abrí la mordedura para quitarle un poco el veneno, pero era inútil.
La tome en brazos y me la lleve corriendo del lugar junto con la cesta.

Los últimos maestros JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora