CELOS, A LA ORDEN.

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Clarke

Antes de marcar a Jake para avisarle que me quedaría en casa de Lexa, me tome el tiempo de observar el despacho, todo se veía muy organizado, habían fotos de Lexa con Max, también de ella junto a unos señores que dado su parecido supuse que eran sus padres... Había una en particular que llamó mucho mi atención, más que nada por la alegría que emanaban las personas que en ella estaban, una joven de tez blanca y cabello cobrizo acompañaba a Lexa... Ambas muy sonrientes, la chica abrazaba a Lexa y le besaba la mejilla, en los ojos de las dos se veía claramente los sentimientos que se profesaban... Era una mirada en Lexa que ya había visto, la había visto cuando me miraba a mí, entonces supuse que podría ser una novia de hace mucho... Según podía notar quizás de la universidad, la dejé de lado y puse mi total atención en otra, una niña muy linda de ojos verdes junto con un niño rubio de ojos color miel jugando fútbol, por la expresión de la niña parecía estar reclamando al niño por algo y este estaba con las monos alzadas en son de paz, para que decir que no, si, esa foto me causo mucha risa.

Tan concentrada estaba observando una a una las fotos que no me fijé que alguien había entrado, ese alguien supe que era Lexa, pues pude sentir su aroma característico y luego sus brazos rodearme por la cintura, luego planto un beso en mi mejilla y me susurró muy cerca del oído.

- ¿Te estás riendo de mí o de Max? .- me giré en sus brazos hasta estar frente a ella. - Dime que no es de mi.

- Haría mucha diferencia... Si digo eso te mentiría y es lo que menos quiero... Además me río de la ternura que me causó ver una fotografía de ti cuando eras niña.

- Nani se encarga de tenerlas a la vista para avergonzarme.

- Lo dudo... Más bien le gusta mostrar a todos tu belleza.

- Así que piensas que soy bella.

- No me digas que no sabes que lo eres.

- Prefiero que me lo digan.

- Que modesta.

- También me gusta decir quién si me parece un ángel de lo hermosa... Esa eres tú. - me acerco más a ella sujetando mi cintura y poso sus labios en los míos, en un beso suave y tierno, se alejó un poco de mi antes de intensificar el beso sin soltarme. - ¿Llamaste ya a tu padre?

- No, me entretuve mirando las fotos.

- Entonces te dejo para que le marqués. - intento irse de mí y no se lo permiti

- No, quédate... Quiero sentirte así más tiempo... Además solo le diré que me quedaré y ya.

- Como quiera mi hermosa chica.

- Tuya... Se escucha bien. - plante un fugaz beso en sus labios y  escondí mi cabeza en su cuello respirando su aroma. - voy a marcarle ya a mi padre. - me aleje completamente del abrazo de Lexa entrelazando mis dedos con los de ella para no perder del todo su calor de mi. Tome el teléfono en mis manos y tecleé en busca del número, marque y al segundo timbre contestó.

- Hola hija... ¿Como estas? ¿Quieres que mande por ti? . - dijo inmediatamente.

- No... Justo te llamo por eso... Eh... - mire a Lexa a los ojos y decidí terminar de divagar. - Me quedaré en casa de Lexa hoy.

- ¿En serio?... Bueno hija entonces que pases bien... Saludarla de mi parte... ¿Quieres que te mande algo de ropa?

- No, no es necesario... Gracias... Buenas noches.

- Buenas noches amor, besos. - termine de despedirme y colgué

- Fue más rápido y fácil de lo que pensé. - dijo Lexa, acercándose y tomándome de la cintura una vez más.

Un amor con  todas sus letrasWhere stories live. Discover now