III. Distinto a los demás...

16 2 0
                                    


El hombre que tengo delante es algo mayor que yo, quizás tenga unos 25 años. Analizo rápidamente su aspecto. La vestimenta que usa tiene un aspecto delicado y es incluso algo ostentosa, el contraste con mi sencillo vestido. Tiene el pelo oscuro, no muy largo y unos penetrantes ojos grisáceos. Por unos segundos, no siquiera sé que decir....

"No parece gustarte mucho la idea" comenta divertido "Y yo que pensaba haber encontrado a alguien que no tuviera la cabeza llena de aire"

"N-no es eso" ¿Pero qué me pasa? Nunca he tartamudeado "Es s-solo que...."

"¿Sí?" pregunta mientras nos dirigimos a un rincón apartado del salón de baile

"Te vas a reír de mi sí lo digo" respondo. Estoy completamente segura de ello

"¿Realmente puedes asegurarlo? No lo sabrás si no lo intentas" 

"Y-yo..." trato de elegir mis palabras con cuidado "Es s-solo que.... Hace mucho tiempo que no bailo y...."

"¿Temes hacer el ridículo?" completa

Me sorprende por unos segundos. Yo pensaba dar otra explicación, como que la última vez me había torcido un tobillo y me había quedado algún trauma emocional por ello, pero parece haberme leído la mente

"No debes ponerte nerviosa" se queda en silencio unos segundos antes de continuar "Creo que esto te va a gustar"

Coge mi mano y tira de mi hacia un pasillo apartado. Empuja una puerta y se aparta para dejarme pasar. No puedo evitar quedarme boquiabierta ante el paisaje que nos recibe. 

Un enorme jardín en el que se extienden varios tipos de flores. Mire a donde mire, hay arbustos de color esmeralda sembrados con rosas de diversos tonos de rojo, blanco y rosado. Alcanzo a distinguir también hortensias, lirios y camelias, junto con flores que no había visto en mi vida. Un cenador de piedra parece surgir de entre el mar de arbustos en un extremo del jardín, aunque al observar con más atención, noto el camino de piedra gris que se dirige hacia este. Oigo a lo lejos el rumor del agua y, aunque no la veo, puedo decir con seguridad que en este lugar hay una fuente

"Pensé que te gustaría un lugar más tranquilo" apenas le oigo. Sigo mirando embobada todo lo que me rodea. Sólo Dios sabe cuándo sería la siguiente vez que vería algo tan hermoso

El hombre vuelve a tenderme su mano

"¿Me concedería ahora un baile esta hermosa dama?"

Se ha tomado muchas molestias en traerme a un sitio tranquilo... Me pregunto cómo es posible que lo conozca... Y no se ha reído de mí cuando supo que tenía miedo... Quizás deba darle una oportunidad

Esta vez acepto su mano

"Será un placer, ...." Maldición, ¿llegó a decirme cómo se llamaba? Si no hubiera estado tan embobada con el jardín...

"Karl. Aún no me había presentado"

Ese nombre me sonaba exótico. Quizás venía de tierras lejanas

Poco a poco, empezamos a desplazarnos en círculos por el paseo. Durante casi un minuto, estoy temblando, preguntándome cómo reaccionaría si le piso. La idea de que pudiera enfadarse por ello hace que me ponga rígida

"Relájate. Estás más hermosa cuando no estás tensa, esto..."

"Beatrix"

"Un precioso nombre para una preciosa dama.... que debería relajarse un poco" 

Trato de relajarme y todo se vuelve más sencillo. El miedo desaparece e incluso empiezo a tener ganas de reírme a carcajadas. Al cabo de unos instantes, oigo pasos a mi espalda, para después oír una voz seca

"Señor, es la hora del discurso" al girarme, mi vista se encuentra con un hombre vestido con un esmoquin de color marrón oscuro. Tiene el pelo grisáceo y algunas arrugas comienzan a surcar su rostro. Observo también que lleva puestos unos guantes de un color blanco inmaculado 

"Gracias por el aviso" responde Karl con calma "Supongo que debemos volver" dice dirigiéndose hacia mi "El deber me llama"

Un momento... Sí Karl ha dicho eso... significa que.... 

"¿Usted es... el anfitrión?" me siento como una completa idiota al hacer esta pregunta. Debería haberlo sabido cuando fue capaz de traerme a este sitio

"Supongo que te esperabas a alguien mayor"

"La verdad es..." 

"El mercader del que todos hablan es mi padre. Se encuentra de viaje por negocios surgidos en el último momento y me ha dejado a cargo de la fiesta. La verdad es... que a veces temo no hacerlo bien" 

Esto ha roto mis esquemas. Esperaba a un hombre mayor, rico y arrogante como anfitrión de la fiesta. Además, de que posiblemente ya estaría casado.... Eso me hace preguntarme una cosa

"¿Puedo preguntarle algo?" por unos segundos, temo la respuesta

"Adelante"

"¿Usted está casado?" 

No sé que respuesta temer más

LÁGRIMAS SILENCIOSASWhere stories live. Discover now