s i e t e

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terminamos de comer y juntamos la mesa.

Bastian estaba un poco molesto, así que lavé los platos yo, y Selena atendía a su bebé.

— ¿se durmió?— Preguntó mientras se daba vuelta, para que pueda ver a Bastian que tenía su cachete en el hombro de ella.

— Si — asentí.

Selena salió de la cocina y unos minutos después apareció, pero sin Bastian.

— lo dejé en su cuna.— se acercó— ¿te ayudo en algo?

negué

— ya terminé, creo.— hablé.

Selena rió.

—¿querés salir hoy?— pregunté.

—¿me estás cargando?— rió— no voy a dejar a Bastian.

— dale, déjalo con tu mamá— me encogí de hombros.

— vos sos el niñero— volvió a reír.

— decile que hoy te tengo que cuidar a vos— la miré.

Selena rió y miró la foto de su bebé que se encontraba en el mueble.

sabía todo el amor que le tenía a su hijo, ese bebé es hermoso, y muy pillo.

— está bien— habló— le pregunto.

— te va a dejar— la animé.

(...)

y así fue, Marcela la dejó salir a Selena, con la condición de que no llegue tan tarde.

entramos al boliche y fuimos hacia la barra.

— por casualidad ¿esos son tus amigos?— preguntó mirando por encima de mí hombro.

me di la vuelta, mirando hacia donde Selena había mirado y si, ahí estaban Dam y Marcos, el más alto me miraba con una sonrisa, mientras que el enano me levantaba el dedo pulgar.

volví mí vista hacia Selena y reí.

— Si, no tenía idea de que estaban acá, perdón— me disculpé.

— no pasa nada — rió— parecen buenos pibes.

si supieras.

— si, ponele.— me encogí de hombros.— mejor salgamos del boliche.

Selena asintió y caminamos hacia la salida.

— ahora ¿a donde vamos?— preguntó mientras se adelantaba unos pasos.

la miré de arriba abajo y ese vestido le quedaba bien. el blanco le queda bien.

— vamos a la plaza— caminé más rápido hasta alcanzarla.

l

legamos hacia una plaza y Selena se sentó en uno de los bancos, me senté al lado de ella y la miré.

ella miraba un Punto fijo, como si estuviera pensando.

me acerqué más a ella y besé su mejilla, sacándola de su trance.

ella me miró y me sonrió.

—¿en qué pensabas?— pregunté.

— en como llegué a salir con el niñero de mí hijo— rió.

— es entendible, ¿quién le va a decir que no a semejante bombón?— reí con ironía.

Selena rodó los ojos y se acercó más a mí.

miré sus labios y después sus ojos; ella me miró y frunció su seño.

—¿qué pasa?— reí.— ya sé que soy re lin...

interrumpió mí momento de amor propio, uniendo sus labios con los míos.

∆∆

❝niñero❞Where stories live. Discover now