So Yoon sentía sus brazos y piernas pesados, sentía como si sobre su cuerpo hubiera un gran trozo de hormigón que le presionaba e impedía que se moviera. Sintió el tacto de unas sábanas bajo sus dedos, ¿estaba en una cama? Poco a poco fue tomando control de su cuerpo y consiguió abrir levemente los ojos, en cuanto lo intentó un fogonazo de luz le cegó, encogió los ojos y sintió como en su cabeza explotaba una galaxia entera. La estancia era de un color blanco insípido, demasiado claro. Distinguió a dos personas hablando a los pies de su cama.
- No lo entiendes – dijo la voz de un hombre joven, eran un susurro apenas audible pero para ella era claro como el agua – No se trata de simple cansancio, está drenada, por completo. Necesito que seas sincero conmigo, ¿ha habido algún ataque en las últimas veinticuatro horas?
- Ya te he dicho que no – reconoció a Joon Myeon, son, como si fuera la quinta vez que tenía aquella conversación, pero en seguida pudo reconocer a Joon Myeon- No ha habido ninguna actividad fuera de lo común, estamos con ella día y noche. Hubiera sido imposible.
- Pues las analíticas y las pruebas dicen lo contrario – volvió a decir el primer chico-, en el caso de una persona normal se avisaría de inmediato a la policía porque de este modo solo tenemos a víctimas a las que se le ha privado una alimentación correcta durante meses pero en vuestro caso supone un uso desmedido de vuestro poder.
- En cuanto despierte le pregun...
- No – le cortó – Lo último que necesita es un interrogatorio, la dejarás descansar hasta que sus niveles vuelvan a establecerse.
So Yoon se movió incómoda. Si iban a seguir hablando de lo que tenían o no tenían que hacer con ella debían saber que estaba consciente. Cuando abrió completamente los ojos distinguió una vía enganchada a su brazo, el pulso se le aceleró.
- Joon Myeon –dijo con voz débil, casi en un susurro.
El chico se giró hacia ella y en cuanto la vio despierta se puso a su lado inclinándose hacia ella.
- Por fin te despiertas – le dijo con una sonrisa que no lograba ocultar su preocupación- ¿Cómo te encuentras?
- ¿Por qué...qué ha pasado? –dijo intentando incorporarse - ¿Por qué estoy en el hospital?
- Hola, So Yoon – el joven, que por su bata blanca dedujo que era el médico, se acercó a ella - ¿Cómo te encuentras? ¿Mareada? ¿Ves bien? – con la luz de linterna apuntó directamente a sus ojos – Tus pupilas están perfectas y tu tensión estable. ¿Te acuerdas de lo que te ha pasado?
- Estaba en el gimnasio del instituto y de repente – se giró a Joon Myeon- todo se volvió negro.
- Te has desmayado, So Yoon – le dijo Joon Myeon- ¿Sabes si...?
- Has estado expuesta a situaciones de mucho estrés – le cortó el médico dirigiendo una mirada severa a Joon Myeon quien respondió cruzándose de brazos y dejando escapar un suspiro- Tu compañero me ha dicho que además del instituto trabajas y estás en el equipo de atletismo.
- Sí –contestó So Yoon sin entender muy bien a que venía aquel resumen de su día a día.
- El cansancio y el estrés te ha pasado una mala pasada – prosiguió sin abandonar la sonrisa-, estarás aquí hasta que esa bolsa de ahí – señaló a la bolsa de la cual salía el tubo de su vía- se haya agotado. Tranquila solo es suero y vitaminas. Ahora descansa.
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The Element [EXO]
FantasyEl último año de instituto puede ser el más difícil de todos, y normalmente es así, pero, ¿qué ocurre cuando descubres que eres "el elemento"? ¿cuándo descubres que eres la única persona que puede acabar con el mal que amenaza al mundo? La vida de...