5.

1.2K 85 17
                                    

Las rutinas de Agustín y Carolina cambiaron desde que decidieron comenzar a vivir juntos. La morocha era la primera en levantarse, preparaba el desayuno y a los cinco minutos que lo servía, aparecía el morocho, se sentaban juntos a desayunar y después de eso cada quien tomaba una ducha, en ocasiones las tomaban juntos, pero por lo general no ocurría porque sabían que se tardaban más y Agustín debía partir al trabajo junto a su compañero Maxi.

Desde que terminaron de grabar la tercera temporada de Soy Luna, Agustín junto a su amigo de toda la vida, Maxi, se unieron hasta crear MYA, no dejaron de luchar hasta que firmaron contratos tanto con su representante como con una disquera. Carolina realmente se alegraba demasiado por el éxito que estaba teniendo su prometido, lo amaba ver llegar feliz después de un día de trabajo; le contaba ideas de canciones y de próximos vídeos, y lo hacía de una manera que hacían que ella se enamorara más de ese humilde corazón que se alegraba por detalles pequeños y que se esforzaba por crecer más cada día. Sabía cuánto Agustín amaba dedicarse a la música, y eso era lo único que le importaba cuando ella se encontraba sola organizando la boda.

—Amor, esta noche no creo llegar a cenar, tengo una reunión con el equipo de MYA, ya estamos planeando la grabación de la nueva canción.— interrumpió a la morocha mientras esta picaba un poco de fruta.

—Sí, amor, está bien— se giró para verlo con una sonrisa. Elevó su mano hasta que pudo acomodar un poco los cabellos de su amado— sólo recuerda que mañana tenemos que ir a las platicas prematrimoniales.— Agustín asintió mientras tomaba un trozo de melón que se encontraba detrás de Carolina.

—Sí, amor, todas esas platicas ya las tengo registradas en mi agenda, así que no te preocupes, no puedo faltar.— soltó una pequeña risita al ver a su novia rodar los ojos. Llevó el trozo de melón a su boca y le dio una mordida.

Carolina observó atenta como el cordobés se lamía los labios después de haber saboreado la fruta. Sin poder quitarle la vista de encima a sus labios, dio un profundo suspiro que provocó que Agustín la tomará de los muslos alzándola hasta dejarla sobre la encimera, se colocó en medio de sus piernas y la hizo abrir la boca hasta que pudo darle como a una bebé el poco melón que aún tenía en su mano.

—Tampoco se te vaya a olvidar que tus padres después de la plática de mañana, vendrán a comer con nosotros, quieren que les demos todas las invitaciones para tu familia de Córdoba, ellos dijeron que se encargarían de repartirlas.— el morocho acarició suavemente las piernas desnudas de la morocha, acercó su rostro hasta el de ella y cerró sus párpados al sentir el dulce aroma a flores que desprendía esta.

—No lo sé, pienso que lo mejor sería que las repartiéramos nosotros, si lo hacen ellos van a parecer invitados de mis padres, mi familia me mataría si no los voy a ver antes de la boda, sobre todo mi primo Rodrigo.

—Pero tendríamos que viajar al menos un fin de semana a Córdoba y no sé si sea conveniente cuando todos los sábados tenemos que ir a las pláticas y que además de eso todo el tiempo tenemos que estar viendo algo relacionado a la boda, y tú a veces tienes que ir a trabajar hasta en fin de semana.— hizo una mueca mientras posaba sus manos sobre los hombros del chico frente a ella. Acarició suavemente su piel desnuda, dando un masaje que logró relajar el rostro de Agustín.

—Con que nos demos una escapada un fin de semana no veo que podamos provocar un caos.

—¿Estás seguro?— alzó una ceja y mordió su labio inferior, hacia tiempo que ella deseaba poder estar a solas con Agustín aunque sea un día completo, por cualquier cosa la pasaban alejados todo el día y se veían hasta la noche y la mañana del día siguiente.

—Claro, creo que ir a donde yo antes vivía antes de la boda, tú y yo solos es un idea maravillosa— esbozo una hermosa sonrisa que provocó un suspiro por parte de Carolina— sólo rentaremos un hotel para no quedarnos en casa de mis padres, y en una sola mañana entregaremos las invitaciones para que el resto del fin de semana lo disfrutemos solos, sin distracciones, ni interrupciones, sólo nosotros , una típica pareja de novios que gozan el uno del otro antes de casarse para siempre.

Te amo (Aguslina) (TE #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora