Capítulo 9.

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"Y por amarte tanto, muero yo..."

Suena la alarma y es raro, esta vez no logro recordar lo que acabo de soñar. Digo siempre recuerdo lo que sueño, pero esta vez nada, tengo mi jodida mente en blanco. Bueno ni tan en blanco; existe un nombre en ella que no desaparece ni desaparecerá en todo el pinche día.

***

—¿Estas nerviosa?.— escuché al cabezota de mi mejor amigo.— Tranquila si ese idiota se acerca a ti, le mato.

A penas y logré sonreír. Ha pasado mucho tiempo desde que no veo a Mateo, nose que tipo de sensación cause en mi, pero estoy muy segura, que ninguna sensación buena.

Damian se encuentra de traje y corbata. Se lo ve tan guapo y elegante.

—Oye deja de mirarme con cara de sexo.— se quejó.

—No puedo, voy a ser como las otras chicas.

—¿Como cuáles?.

—Como las que tienen sexo con su mejor amigo.— espere ver su reacción  y lo primero que hizo fue verme con cara de asco y hacer sus estúpidas caras de vómito.— Disculpa, se me olvida aveces que eres gay.— reí.

—Si Dam, debes salir de una vez por todas del closet.— Sam estaba detrás de mi, observe su hermoso outfit. Era un hemoso vestido blanco que hacía su pancita mucho mas redondita de lo normal.

—Oye ese vestido esta súper alto Samantha.

—Dam, llevo un short por debajo el echo de que este embarazada no significa que no pueda ser sexy.— rodo los ojos.

—Yo le dije lo mismo, pero hizo caso omiso a mis palabras.— Chase, vaya que Chase si esta guapo. Junto a Sam hacen una pareja estupenda.

—Cariño, ¿Y tú que tal estas?.— preguntó Sam ignorando a los dos machos.

Suspiré.— Pues bien dentro de lo que cabe.

—Bien mal pero.—Dam completo la frase.

—¡Pero que estan viendo mis ojos!.— pegue un pequeño respingon del susto. Quería ver a todos menos a él, este iba a ser un momento muy incómodo.

—Vaya, todo iba bien hasta que llego mi mejor amigo.— soltó Sam con sarcasmo. Demasiado sarcasmo.

Plasme mi vista en ella. Creo que los dos sienten es algo muy mutuo.

—También me alegra verte.— echó una pequeña risita. Este hombre aparte de ser coqueto, es el padre de los padres respondiendo un sarcasmo.

Tomé su mano y lo lleve a unos dos metros de los demás.

—Hola.— sonreí.

—Feeeaaaa.— susurró.

—¿Y tú moto?.

—Se me quedo en la película. — echamos a reír los dos.— Paula, estas muy guapa en serio. Ese color te sienta de maravilla.

Note mis mejillas arder. Aún no me termino de acostumbrar a los cumplidos.

Acarició mi mejilla y seguido de esto acerco sus labios en dirección a los míos.

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