Antiverse

07. Juguete

El de camisa a cuadros siguió en silencio los pasos del mayor, se dejo arrastrar lejos del lugar sin opinar nada. Fue traicionado y escogido como platillo de segundo plato por una de las personas que más ama en el mundo… mientras que la otra lo deshecho y utilizo. ¿La culpa de quien es? Yowai Totoko. Su mente marco aquel nombre con letras ardientes al rojo vivo. La desea muerta mas que nada en el mundo, su entrecejo se frunció, los ojos cristalizados con lágrimas de impotencian rondando sus mejillas, mostraba los dientes apretados en una mueca contenida por la irá.

- Tranquilizate. —el de pañoleta hablo al fin—. Sabes mi razón para acercarme a ella ¿no? Choromatsu. —detuvo sus pasos en seco y en un movimiento rápido se volteo para tomar por los hombros al nombrado.
- …Si, lo entiendo. —estaba devastado ¡desconfío de el! Se odia por no creer en su único guía en esta mierda de vida. Su rostro refleja pesadumbre.
El de guantes soltó un suspiro agotado— Bien, entonces. —"terminemos con esto"— Tengamos esa cita. —sonrió con falsa calidez.

El "fanboy" asintió para luego usar la manga de su camisa y limpiar sus lágrimas con el dorso de su brazo. El primer matsuno acerco ambas manos a las mejillas mojadas de su hermano. Acariciandolas con cariño.
- No te preocupes. Nii san va a estar siempre de tu lado aun que creas lo contrario. —termino su oración con un abrazo correspondido.

Ambos dieron inicio a su cita en un café cercano. Mientras que en otro lugar de la cuidad se puede ver a una castaña y un chico de ojos muertos pasear como si de amantes —bastantes discordantes— se trataran.

- ¿Por qué me ayudaste Karamatsu? —Pesé a su felicidad tiene claro que el Segundo mayor busca algo de todo esto. Ella no es idiota, pero amaría serlo, vivir en medio de la ignorancia es un deseo tentador. Pero ya es tarde para eso. Es tarde para retroceder, para reparar el daño.
- Te lo debo. —Unos sorprendidos ojos cafes se posaron sobre la ancha espalda del otro. ¿Deber? ¿de que habla?
- Perdón, pero no lo entiendo. No he echo nada por ti. —recordando sucesos pasados, su culpo le caecome y las pesadillas de ese entonces le atormentan. Unas palabras retumban en su mente "Totoko chan vete." Si tan solo se hubiera quedado aquella vez quizás el hombre que ahora se encuentra frente a ella, tendría una vida más feliz, sin cicatriz que retome sus pesares.
- Cuando te dije que te fueras aquella vez que nos acorralaron. Lo hiciste. —volteo y se acerco en forma peligrosa a la más baja— Pero ibas a decieme algo antes ¿no? Me preguntó que será. —con tono animado bromeo; claro que lo sabía, en ese tiempo Totoko era novia del mayor de los Matsuno. Pero el sabía solo era otro instrumento de Osomatsu. Uno bastante interesante.
- ¡Pero no debí hacerlo! Debí quedarme contigo…
- ¿Te culpas aún si sabes quien provoco esto? —su indíce apunto a la cinta azul— ¿o prefieres fingir demencia incluso así?

- … en ese tiempo, muchos los acosaron ¿no? Quien provoco eso fue…
- ¿Fue? —interrogo con semblante serio.
- … Osomatsu. El… lo hizo para que dependieran mas de él.
- ¿Lo has contado a alguien más?
- ¿Vas a creerme así nada mas Karamatsu?
- No suelo confiar, pero sé nos amas, y aún si mintieras hay una razón tras eso. —lo que muestra no es comprensión, solo información útil— además ya vez como acabo todo eso. Con ambos rodeados por un grupo de matones, tu corriendo y yo en un viaje directo al hospital. Sin duda fue un estúpido plan de su parte.
- El tan solo. —fue interrumpida de forma brusca, con una mano empujando su hombro, su espalda choco con un frío muro; cerro los ojos por inercia un segundo para tras otro abrirlos y notar su encierro. A ambos lados de su cuerpo estan las manos de Karamatsu, evitando su escape.
- No intentes defender al sociopata.
- …Karamatsu el los ama.
- Tu nos amas. El nos desea. Solo para saciar sus estupidos caprichos.
- Te equivocas el.
- Totoko; ibas a dejar que te matará. 

Silencio sepulcral, sin darse cuenta ambos terminaron en un callejón sin sálida.

- Si…
- ¿Tan desesperada por atención estas? —Sonrió, notable malicia, mostro sus colmillos con ojos brillantes— yo podría darte la atención que deseas, solo si mencionas las palabras de aquella vez antes de que esos inútiles se interpusieran.
- ¿De que sirven ahora? Ya no soy novia de tu hermano. ¿Quieres ser superior a el? No podrás ahora.
- Quiero meterme en problemas —se jacto— quiero arruinar su trabajo.
- … En ese momento, iba a pedir que fueras mi pareja. —estaba apenada, mucho, tanto que su voz a penas fue audible.
- ¿Disculpa? —oh claro que escucho, pero su sentido sadista despierta y necesita ser alimentado con constancia— repitelo.
- Yo… —abrio y cerro su boca, labios tensados, manos sobre su pecho, ojos cerrados con preocupación. Su pulso acelerado y piernas temblando— ¡Iba a dejar a Osomatsu… —subio la voz y en un golpe de confianza soltó lo que hace muchos años atrás abandono— …Por ti! —abrio los ojos  de par en par, los labios del otro contra los suyos en un corto beso le dejo sin aliento— ¿Q-que? F-fu- —Palabras entre cortadas, ideas inconexas, vista nublada con lágrimas de felicidad, una respiración agitada acompañada de pequeños getidos al ser sellada su oración con un segundo beso esta vez más intenso que el anterior. Ya alejados pero aún unidos con un delgado hilo de sáliva que pronto se rompio gracias a la lengua de su captor sobre sus labios. Dio una respuesta.
- No tengo problemas con eso, en ese caso Osomatsu no tiene derecho a tocarte o usarte, así que ahora eres "mi" juguete. ¿entiendes? —¿sentimientos correspondidos? En lo mas minímo. Solo es otra broma para disfrutar. Una pieza más en un tablero que pronto mostrará muchos jugadores interesantes— Este es nuestro trato Totoko. —sonrió victorioso llevando el indíce frente a sus labios. Una alianza en "secreto" para derrocar al horrible rey de rojo.

Algunos de seguro comenzarán su hate a Totoko y al hetero pero... es necesario a veces en algunos casos; ahora admito en este fic hay parejas que personalmente a mi no me gustan; pero demonios, quedan bien aquí. -me pegan- y ya ven que público cada 80 años de paso; so, en los siguientes capítulos comenzaré a mostrar mas de los menores. Les llegó el momento de tener el foco de atención.

Tafeens.