Capítulo 1

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Hello!! Aquí estoy de nuevo con otra nueva historia que invadió mi cabeza :D

La verdad es que la imagen de la portada fue la causante de esto, pero tiene una pequeña diferencia pues los personajes en este fic son 100% animales, por favor si decides seguir leyendo ten esto en cuenta.

Nunca esta demás decir que lo personajes son propiedad de Kōhei Horikoshi.

Sin mas que decir adelante n.n 


~~~~~~*~~~~~~


Un pequeño se movió inquieto dentro de la madriguera justo en el momento en que su estómago comenzó a rugir despertándolo sin consideración alguna, su madre una amable y rechoncha conejita sonrió enternecida al escuchar los quejidos de su adorable cría, a quien no dudó en acurrucar junto a su pecho, dándole lo que el pequeñito necesitaba.


—Te convertirás en un gran conejito Izuku — Hablo mientras comenzaba a tararear una canción logrando que su bebé volviera a caer en un profundo sueño, después de todo los primeros meses eran así solo comer y dormir.


~*~


Su nariz se movía de un lado a otro buscando el aroma de su madre quien se suponía no debía tardar en llegar, sin su presencia la madriguera parecía inmensa y aunque le había rogado ir con ella esta no lo acepto recalcando lo pequeño que era.


—Mami~ — Susurró bajito tirándose suelo con sus orejitas caídas, estuvo lamentándose en esa posición durante unos minutos hasta que un extraño ruido lo alertó, se podía escuchar fuera de la madriguera como algunos animales gritaban asustados, su corazón comenzó a palpitar de forma desenfrenada cuando sus oídos lograron captar la palabra "zorro". Su madre le había mencionado un sinfín de veces que estos animales eran los más temibles que podían existir con unos colmillos feroces que eran capaz de dañarlo sin compasión alguna, por ello y con sus patitas como gelatina fue hasta la camita que compartía aún con su progenitora mirando hacia la salida, rogando que ella apareciera lo antes posible.


Después de otros tantos minutos el silencio inundo el ambiente, sus orejitas se alzaron moviéndose de un lado a otro esperando oír a su madre en cualquier momento, deseando estar entre su pelaje y recibir sus caricias.

Estaba tan concentrado en sus pensamientos que no fue capaz de escuchar que unos pasos se acercaban poco a poco a su madriguera, sólo cuando la luz del exterior desapareció por completo fue capaz de reaccionar.


— ¡Muévete Katsuki! — Escuchó un grito del exterior.

— ¡Vieja aquí huele delicioso!

—Cállate mocoso, lo que acabo de cazar es más que suficiente para los tres. Tu padre no puede ni caminar con la gran presa que atrape.

—Pero...

—Ya basta contigo tengo hambre.

— ¡No espera así no! ¡Basta vieja suéltame!


El conejito podía sentir como lo gritos y pasos se alejaban cada vez más, sus orejitas se movían con desesperación, su nariz subía y bajaba de una forma incesante al igual que su pecho. Su corazón parecía salir en cualquier momento.

Nuestro EncuentroWhere stories live. Discover now