ιiκε α Cατ 「 Chaelisa 」

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— ¿Quisieras ser astronauta?

Mierda. Rose se mordió el labio inferior, habían pasado varios minutos de silencio, por lo que quería romperlo con una pregunta casual. Lo dijo sin pensar, a la rubia le gustaba mirar al cielo. Y sentía curiosidad de saber por que.

Lisa río.

Ella se sorprendió un poco. La miro un momento oyendo como su suave voz hacia eco en su cabeza. ¡Era la risa mas linda que había oído en su vida!. — Tal vez.

— ¿Y tu?¿Que quieres ser?

Rose se quedo pensando un momento. Habían muchas cosas que le interesaban pero ninguna que la hacia decidirse, miro a Momo. El la miro de forma amarga, su gato era muy malhumorado pero aun así lo quería. — No lo se.

El silencio reino nuevamente. Rose miro al cielo y solo observo unas cuantas aburridas nubes acompañar el atardecer, eso le parecía algo aburrido. Siempre estaban los mismos colores. Lisa también hizo lo mismo. — ¿Por que te gusta el cielo?

Pregunto al fin. Lisa sin mirarla no supo que decir. ¿Por que? Tan solo le gustaba mas que mirar la tierra o los paisajes, o las personas. El cielo era el mar de sus sueños, ahí sentía que podía imaginarse una vida y perderse en el. El cielo era su compañía, su solitaria compañía que disfrutaba.

— Por que es hermoso.

— ¿Lo es?

— Si, a ti, ¿Por que te gustan los gatos?

Rose desvío su mirada hasta el sus pies. Momo descansaba en ellos ronroneando. Una sonrisa se dibujo en su rostro. — Son honestos, y a pesar de que no son pegajosos nunca te dejan. O al menos eso pienso.

El sonido del mar las callo de nuevo. Ahora ya no era incomodo, se sentía bien con aquel silencio. Lisa tomo un poco de arena y la dejó caer bien como algunos granos eran arrastrados por el viento. Miro a Rose, su cabello anaranjado era hermoso.

Su perfil era bonito, sus ojos reflejando el sol se veían como diamantes.

— ¿Te gusta este lugar?

— Si.. ¿y a ti?

— Me encanta.

— ¿Por que?¿Por que puedes ver el cielo?

Lisa asintió. — Y por que te conocí.

El corazón de Rose se acelero por lo que rápidamente llevo su mano a el. Un calor se instalo en sus mejillas. ¿Que me sucede?. Lisa dejo de mirarla. Rose sin embargo observo su rostro, ella se veía un poco tensa. Su cuello comenzó a tornarse rojo. — Disculpa, no quise incomodarte. Solo... Solo eres la primera persona que me agrada mucho.

Rose tomo su brazo. Lisa la miro. — Yo pienso que eres una persona increíble.

— No me conoces.

— Quisiera hacerlo, Lisa.

En los ojos de Rose habían unas brillantes chispas. El fleco de lisa había sido movido por el viento. Rose pensó que eso había sido hermoso, la rubia era muy linda.

— Quisiera saber por que siempre estas triste.

— ¿Y si fuera cruel, si te digo que no quiero?

— Podría perdonarte.

Lisa se quedo sin decir nada. Rose la envolvió en sus brazos y la abrazo, unos fuertes golpecitos se sentían contra su pecho. Su estomago se revolvió.

Comenzaban a experimentar sensaciones extrañas.