Parte 2

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Para comprender cómo Viktor Nikiforov terminó prisionero de un grupo de Yakuzas en Japón y su padre adoptivo en Rusia completamente histérico, es necesario retroceder un poco en la historia. Específicamente, dos semanas atrás.

Empleando su carisma y su facilidad de palabra, Viktor intentaba disuadir a su padre adoptivo de emprender una nueva y única línea de negocios que les traería considerables beneficios a corto plazo y que afortunadamente, no estaba tan... regulada como otras de las áreas que manejaban.

─ Los casinos clandestinos, el contrabandeo y las falsificaciones ya no son tan rentables como antes. En esta época, cualquiera puede dedicarse a eso ─enunció el de ojos azules, empleando el tono de un vendedor que intenta venderle un conjunto de figuritas de porcelana u otros productos con poca utilidad a una insospechada víctima, o lo que es lo mismo, a un cliente─ Y por esa razón y las otras que ya te expuse, deberíamos expandirnos al mercado de las golosinas y los juguetes para perro. ¿Tienes idea de cuántas personas tienen mascotas, y cuánto gastan en éstas?

─ Vitya...

─ Te lo diré, suficiente como para permitirnos recuperar nuestra inversión inicial en sólo seis meses.

─ Vitya...

─ Y aunque ya lo había mencionado, tendríamos total libertad para actuar a nuestro antojo ya que al parecer a las autoridades no les interesan los productos para mascotas. Aunque personalmente, creo que cambiaríamos eso si les mostráramos los que manejaremos.

─ ¡Vitya!

─ Fuentes muy confiables me han señalado que el comisionado y otros oficiales importantes tienen como mínimo un perro viviendo en sus casas. ¿Te imaginas los beneficios que obtendríamos de tenerlos en nuestra lista de clientes?

─ ¡Viktor Nikiforov! ─gritó Yakov, con la cara completamente roja, señal para su hijo adoptivo de que era momento de guardar silencio, aún si no había terminado con su fantástica presentación─ ¿Se puede saber qué tienes en la cabeza? ¡Eres mi heredero! ¡El siguiente Pakhan! ¿Cuándo empezarás a comportarte como tal, en lugar de perder el tiempo?

─ En primer lugar, alterarte es malo para tu presión arterial ─argumentó calmo, un enorme contraste con Yakov, quien no había terminado de regañarlo, pese a lo cual Viktor prosiguió─ Y en segundo... ¡Es lo que hago! Un tipo malencarado, detrás de un escritorio en un ambiente nublado por el humo del cigarro y a media luz mientras lleva a cabo negociaciones turbias... La gente está harta de esa imagen, ¡es un nuevo siglo! Aún la Bratva debe modernizarse.

─ ¡Somos la orgullosa mafia rusa! ─le soltó Yakov, incorporándose a la vez que pegaba un puñetazo en el escritorio, agitando las cenizas en el cenicero─ No una dirigimos tiendas de mascotas y mucho menos venderemos pelotas y galletitas para perro

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─ ¡Somos la orgullosa mafia rusa! ─le soltó Yakov, incorporándose a la vez que pegaba un puñetazo en el escritorio, agitando las cenizas en el cenicero─ No una dirigimos tiendas de mascotas y mucho menos venderemos pelotas y galletitas para perro... ¡No te atrevas a reírte!

─Lo siento. Pero es que oírte decir "galletitas" en serio fue muy gracioso...

─ ¡Vitya! ─volvió a exclamar, y el aludido rodó los ojos, pensando para sí que si tuviera una moneda por cada vez que su padre adoptivo vociferaba su nombre, en esos momentos ya sería dueño de su propia isla privada─ Esto es serio. Las triadas chinas siguen merodeando, esperando que Georgi les compre más fuegos artificiales ilegales para qué se yo. Sin mencionar que justo ayer recibí otro mensaje de los señores Crispino disculpándose de manera anticipada por cualquier desaguisado que su hijo pudiera cometer, ya que al parecer piensa venir a retar a Mila a duelo otra vez ─puso énfasis especial en la última parte e hizo una pausa para tomar aire y masajearse el puente de la nariz─ Yuri destruyó por su cuenta el club nocturno de uno de nuestros asociados y ahora los tengo exigiendo una indemnización completa; y como si no tuviera suficiente, ¡ese tal Leroy ha decidido viajar aquí desde Canadá para robarnos terreno!

Yakuza, Mi amorWhere stories live. Discover now