La cancha dejo de ser importante en el instante en que Alexis abandono el lugar. Se levantó de su asiento y quiso correr a donde ella, pero lo único que hizo fue salir de aquel lugar, sentía que se asfixiaba sin razón, el llanto, el enojo y la furia se unieron.
Cuando estuvo en el estacionamiento, solo observo como un auto y una camioneta que se parecía a la que hace tantos años había visto salieron de aquel estadio a velocidad extrema. Sentía la adrenalina, como si estuviese conectado al cuerpo del sujeto que manejaba aquel Gallardo blanco.
El griterío, emoción y bullicio que había dentro se escuchaba hasta donde él estaba; desganado y sin ánimos regreso por donde había caminado, caminaba al estacionamiento, donde se encontraba la camioneta que los llevaría a su hotel.
Coloco un poco de música en su celular mientras esperaba a la rubia que tenía de prometida, el chofer se disculpó y pregunto si él quería compañía o quería estar solo, claramente pidió soledad. Las melodías resonaban en el pequeño espacio, ¿Qué tiempo faltaba para que se largaran de ahí?
Una foto salió en su celular, Alexandra sonreía al frente, era como si él hubiese tomado la foto y ella le sonreía a él, solamente a él y a nadie más. Tal vez el que tenga fotos de ella era como una loca obsesión, pero no era así.
Ellos están destinados a estar juntos ¿no?, es por eso por lo que siempre se reencuentran, los nudos que se hacen en el hilo son para unirlos más ¿no?, para tenerlos más cerca. Esperaba que fueran para eso las malditas bolas que se enredaban en el hilo.
El molesto destello de los flashes inundó la camioneta, muchos paparazzis iban tras de Kimberly, observaba como los guardaespaldas de la chica alejaban a las personas de ella y trataban de que no se acercasen mucho, trataban de que el camino quedara libre, pero en un momento ella quedo quieta y comenzó a hablar con la mayoría de los reporteros.
Solo pedía ya salir de ahí, perderse en un lugar desolado, un lugar donde no tuviese preocupaciones, un lugar donde él y Alexis estuviesen juntos, un lugar donde Kim no existiera y junto con ella el bebé que llevaba en el vientre. Tomo entre sus manos su cabeza y casi sintió que arranco cabellera.
Cuando ella entro al auto lo miro con expresión dolorosa y triste, él trato de evadir la vista y solo acomodo su gorra, la bajo al punto que sus ojos no se notaban, solo la mitad de su rostro era notable.
– ¿Por qué no te has quedado a apoyarme en la cancha? – dijo con voz aguda casi gangosa ya que estaba al borde del llanto
– no quería estar más ahí, se supone que estoy descansado y ver a tanta multitud me cabrea – claramente estaba mintiendo, la gente le agradaba, lo que ya no quería era estar ahí.
Miro con reproche y enojo a la chica y esta solo se volvió a acomodar en el asiento, a pesar de ser la más "fuerte" y sin sentimientos le dolía que Geoffrey no la amara tanto como ella quería.
El llanto comenzó a hacer su aparición y Geoffrey se sintió culpable. El flash de las cámaras enfrente de ellos llamo la atención del chico.
Los paparazzis y reporteros seguían ahí, querían tomar una buena historia y el que ellos estuviesen separados no sería algo bueno para su carrera, bueno también sintió dolor al ver a la rubia llorando.
Se acerco y rodeo a la chica con el brazo derecho, ella empezó a llorar más fuerte y Geoffrey sintió culpa.
– lo siento, no quería molestarte – decía con voz quebrada – sé que querías descansar, pero estoy harta ¿sabes?, siempre soy yo la que va a buscarte, la que quiere capturar tu atención – la rubia limpio sus lágrimas, agradecía que los demás vidrios fuesen polarizados, así ya nadie los observaba.

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"Mi Futbolista Favorita" (Prince Royce y Tú)
FanfictionAlexis - La leyenda del Hilo Rojo, ¿Alguna vez habías escuchado sobre esta historia? Los niños se encontraban en la habitación de Geoffrey, sentados en la colcha que estaba en el suelo, a un lado de la cama, las manecillas del reloj que estaba en...