Class #482 •/Cole Sprouse/•

16: Cuidarte

Frene delante del edificio donde vivía Cole, por Dios Santo ¿qué estoy haciendo?

Comenzaba a odiar este lugar, realmente nunca pasaba nada bueno aquí.

《O quizá simplemente Cole no es bueno》

Igual nadie merece pasar por lo que seguramente él estaba pasando. Y no hay manera en que yo viva con algo en mi conciencia como que él se murió de una sobredosis por mi culpa.

《Quizá te estas dando mas lugar en su mundo del que realmente tienes》

Dude unos segundos antes de bajar, entré en el edificio y la recepcionista me miraba raro; quizá porque me reconoció o quizá por las enormes gafas negras de sol y en conjunto con mi gorra negra y mi suéter negro. Igual y me miro como que voy a robarle a alguien. Pero no quiero que de alguna manera Evan se enteré de que estoy aquí, no necesito sus sermones.

Subí por las escaleras pues no quería toparme a nadie en el elevador. Estar frente a la puerta de Cole preguntándome si sería mejor idea irme, pero en el arranque de valentía toque el timbre.

《Quédate. Quieta. No tienes 8 años para tocar y salir corriendo》

Cuando la puerta delante de mi se abrió mi vista estaba en mis pies, tenía miedo de verlo.

-¿Au...Audrey? - su voz sonaba mas ronca de lo normal.

-Hola... - que estúpida, solo eso puedo decir.

Por fin tuve el valor de ver sus ojos claros; Dios se miraba increíblemente bien, aun viéndose mal.

Tenía un poco de barba, apenas visible; sus ojeras eran enormes y sus ojos estaban rojos; no llevaba camisa y pude notar pequeños rasguños en sus clavículas. Incluso se miraba como si no hubiera comido nada en días.

-¿Qui... Quieres pasar? - me preguntó con la cabeza abajo, evitando verme a los ojos.

-Solo quería saber si estabas bien, Cole.

Se quito de la puerta entrado y yo entre detrás de él, no vi otra opción. Vi su departamento y estaba todo desordenado.

Me senté en un taburete y él se quedo de pié recargado en la barra, estaba descalzo y su pantalon de chándal le iba holgado.

-Yo... Hablé con Greg... - traté de iniciar la conversación directa acerca de su adicción.

Él rodó los ojos.

-Yo creo que hicieron mas que hablar - ahora se miraba enfadado.

-¿De qué hablas?

-Los vi, Audrey, al parecer no eres tan inocente - sus palabras solo me confundían más.

-¿Nos viste?

-Fui a buscarte, él iba saliendo de tu casa, vi como abriste la puerta y solo llevabas ropa interior y le gritabas que entrara a la casa. Fue suficiente para mí, regresé a mi casa, estaba muy enojado y... yo...

No sabía como decirme lo que hizo después.

-Tienes que ser honesto conmigo, Cole, no voy a juzgarte como tu lo haces conmigo.

-Yo no te juzgo, si quieres tener sexo con Greg, adelante no me interesa.

-¿Ni siquiera me vas a preguntar que paso? Eso es juzgar, Cole. Y no tuvimos sexo, solo estaba muy aburrida y fui a nadar mientras llovía y él llegó - le expliqué - Y comprendo que no te interese, es decir ¿qué carajos te interesa a ti?

Me miró a los ojos, como buscando algún rastro para saber si le estaba mintiendo. Suspiró y bajo su mirada otra vez.

-Desde que pasó... Ya sabes, desde que te hice daño yo me sentía tan culpable, me odié y yo... comencé a beber como loco, pero eso no era suficiente... Volví a hacerlo, Audrey - me miró a los ojos y juro que se me rompió el alma al verlo así - volví a drogarme.

-Cole... - cerré los ojos con fuerza.

-Audrey, así soy. Son un inútil que arruina todo y tú me hacías sentir taan bien, luego lo arruine y necesitaba drogarme. Lo siento.

No podía verlo así, me dolía. Caminé lentamente hacía él, cuando estuve suficientemente cerca lo vi a los ojos, me miraba con duda y arrepentimiento. Pase mis manos por su cintura y apoye mi cabeza en su pecho; escuché como su pulso se aceleraba.

Él me rodeo y me apretó en sus brazos, me dio un beso en mi frente y comenzó a caminar aun conmigo abrazada.

Llegamos al sillón y se sentó conmigo arriba de él, lo sentí suspirar y apretarme mas a su cuerpo. Moví mis manos sobre su cuerpo, lentamente por todo su pecho y las coloqué en a cada lado de su cara, él cerro los ojos y busco mas mi tacto en su cara.

-Ni siquiera se que hacer o decir para que me perdones, Audrey... No quiero que me perdones porque lo que te hice es horrible - habló aun con sus ojos cerrados.

No supe que responder, él quitó una de sus manos de mi cuerpo y busco algo en la mano en la mesa de al lado del sillón. Lo vi llevarse un cigarro a la boca y encenderlo, me recargue en su hombro para verlo fumar.

-Audrey... - su pecho subía y bajaba y el humo salía de sus labios haciéndolo ver muy atractivo.

-Dime.

-Te mereces a alguien mucho mejor, alguien como Greg; es decir, yo fui su amigo se que él es un buen chico o al menos jamás ha hecho las mierdas que yo y creo que jamás se ha metido la misma cantidad de cocaína que yo...

Mis ojos chocaron con los de él y por su mejilla corría una lágrima, mierda, jamás había visto a Cole llorar.

Limpié con cuidado su rostro.

-Estas en un mal momento, Cole, te vas a recuperar, yo te voy a ayudar - mi sinceridad me hacía sentir contrariada.

Voy a ayudar a la persona que me hizo daño. Pero es que simplemente no puedo dejarlo así, nadie se merece esto.

-Mi vida es un mal momento y no quiero que estés involucrada.

-¿Estas terminando conmigo? - le sonreí con burla.

-No podría, Audrey y lo sabes. - cerró los ojos por mis caricias en su rostro.

-Dejame cuidarte, Cole - seguí acariciando su rostro, pasando mis dedos levemente por sus labios - Dejame protegerte...

-Pero yo no te puedo proteger de mí mismo y eso me asusta - se rió levemente - Jamás me ha asustado nada.

-Entonces me toca protegernos a ambos.

-No, Audrey, no es justo para ti - me abrazo aun mas fuerte y terminó su cigarro.

-¿Siempre has sido así de terco? - pregunté concentrandome en sus ojos.

-Desde que nací.

-Tengo un montón de ganas de besarte, Cole - susurré cerca de él - Siempre sabes taaaan bien a cigarros y menta.

-Bésame - no abrió los ojos.

-No - sonreí - Hasta que me digas que me vas a dejar cuidarte.

-Lo que quieras pero bésame, por favor.

-Mmmh... - hice como que dudaba, aunque me estaba muriendo de ganas por probarlo.

-Audreeeey - se removió debajo de mí - Por favor.

Bajé lentamente para dejar un beso en su mejilla, él sonrió de lado y eso hizo que de inmediato mis labios se posaran en los suyos. Apreto mas mi cintura y busco desesperado mas contacto mientras movía sus labios con autoridad sobre los míos. Se siente tan bien.

-Quiero que sepas que nadie me había hecho rogar por un beso, Audrey, nadie - me dijo cuando nos separamos.

-Siempre hay una primera vez ¿no?

-¿Que me hiciste, niña? - me vio a los ojos y me volvió a besar.