Ver a Audrey era difícil, estaba tan arrepentido de como inicio todo esto. No puedo creer que por un momento se paso por mi mente hacerle daño a la persona mas increíble que he conocido.
Audrey estaba en la barra de la cocina esperando a que terminará yo de hacer el desayuno.
Cuando por fin terminé lo serví y ella empezó a comer, yo hice lo mismo.
-Eres tan buen chef, Cole - dijo ella mientras tomaba de la malteada que le había preparado.
-Me gusta cocinar y mas si es para ti - puse música en un toca discos viejo que tenía en esa casa.
-Este lugar es hermoso - mencionó viendo las cosas con asombro mientras yo la veía a ella.
-Mi papá nos traía aquí cuando se tenía que esconder un tiempo - sonreí con tristeza al recordar aquello - Por eso no hay absolutamente nada de contacto con el mundo exterior aquí.
Audrey termino de desayunar y se levanto a dejar su plato en el fregadero, después camino por la sala donde estaba yo sentado en un enorme sillón.
Sus caderas comenzaron a moverse a la par de la canción y una sonrisa se hizo enorme en mi cara. La canción fluía a través de ella, mientras mantenía los ojos cerrados y una pequeña sonrisa asomada.
La canción terminó y ella se sentó sobre mis piernas.
-Eres demasiado buena para mí, Audrey.
Llené su cara de besos y ella solo se reía. No la quiero perder. Nunca.
-Coleeeee - me llamo ella entre risas.
-Dimeeee
-¿Que hacias cuando eras pequeño para divertirte aquí? - tomo mi cara entre sus manos.
Me quede pensando, cerré los ojos pues su caricias en mi cara me encantaban. Entonces lo recordé.
-Ya se.
Me levanté junto con ella y la tome de la mano para llevarla a mi antigua habitación temporal. Busque por unos minutos hasta que encontre una vieja cámara.
-De niño solia llevarla a todos lados y tomar todo tipo de fotos con ella.
-Vamos a tomar fotos.
Salimos de la casa y en todo el patio tomamos fotos, de ella, mías, juntos de los lugares.
Hacía tiempo que no me la pasaba así, sin preocupaciones, sin estrés y me sentía tan vivo, tan bien.
●●
Pasamos toda la mañana y parte del medio dia ahí. Ahora Audrey estaba acostada en un sillón y yo en otro viendo a la nada, porque aquí no había televisión.
-¿Qué más hacemos, Cole? - preguntó.
-Déjame pensarlo, niña.
Audrey se quedo tarareando una canción mientras yo recordaba lo que me gustaba hacer en esta casa.
-Ven.
Me levante rápidamente y ella camino atrás de mí, estuve por la casa buscando hasta que por fin encontre la escotilla que caía cortamente del techo, la hale hasta que salieron las escaleras del techo.
-¿Un ático? - me pregunto Andrey.
-Sí, aquí guardamos los juegos de mesa.
-Uy vintage - se burló
-Sube, tonta.
La ayude a subir y después subí yo, prendí la luz de un foco que colgaba y ella entendió la mision: buscar juegos de mesa.
Deje que Audrey se entretuviera mientras yo miraba cosas que me provocaban recuerdos sobre mi no tan genial infancia, había muchos dibujos y manualidades guardadas, entre otras cosas como ropa de mi papá, de Dylan y mía, obviamente de niños.
-¡Los encontré! - escuche la voz de Audrey que me sacó de mis pensamientos
Me giré a verla y ella estaba en demasiado estirada e incluso arriba de una repisa.
-Audrey déjame ayudarte - caminé hacía ella.
-Tranquilo puedo sola.
Justo termino de decir eso y halo algo demasiado fuerte, haciendo que varias cosas se vinieran sobre ella y ella cayera de la repisa.
Apenas y fui lo suficientemente rapido como para alcanzarla antes de que su cabeza terca se estrellara contra el piso, pero no pude evitar las cosas que cayeron sobre ella.
-¿Estas bien amor? - le pregunte preocupado.
-Sí, solo me duele un poco el labio y aquí - toco su pómulo y este estaba sangrando un poco.
-Que bueno que no había nada de vidrio, vamos a bajar ya.
La ayude a bajar, aunque ella decía que se sentía perfectamente bien. Le di hielo para que no se hinchara su pómulo aunque creo que era un poco tarde para eso, igual su labio estaba roto.
Un poco más tarde, después de comer subí otra vez por los juegos de mesa y me senté con ella a jugar, solo para darme cuenta que era muy mala perdedora.
-¡Me estas haciendo trampa, Sprouse! - se quejo ella.
-¡Claro que no! Solo eres muy mala jugando.
Pasamos básicamente toda la tarde ahí jugando hasta la noche. Me quede guardando las cosas en lo que Audrey se bañaba, también estaba tomando todo el valor que podia para decirle la verdad.
Esta noche le voy a decir la verdad.

YOU ARE READING
Class #482 •/Cole Sprouse/•
Teen FictionEn el St. Marcus High todos los alumnos eran buenos, obedientes, ejemplares... Excepto por algunos, aquellos alumnos con peor comportamiento y peor calificación eran enviados a una clase especial, una clase que ningún profesor quería... La clase #48...