Enamorad@ De Marinette/// Lila\Volpina Vs. Adrien\Chat Noir

Haw Mounth

Lila se preguntaba: ¿Por qué el amor era tan complicado y dolía tanto?
"La identidad de la chica es desconocida hasta ahora" decía en la revista. Pero Lila si que sabía, podía reconocer esos cabellos azabaches donde sea, podía reconocer esas coletas perfectas, y podía reconocer a la que se supone sería su chica. Entonces... ¿Por que ella estaba con él?, ¿No ya la había lastimado suficiente?. Es decir, Lila también se había equivocado, pero siempre trataba de solucionarlo, en la medida que fuera posible, y sin embargo, Marinette lo seguía escogiendo a él.
Tomo la revista y la enrollo en ambas manos hasta doblarla, y tirar a la papelera. No quería ver más la imagen de Marinette tomada de la mano de ese estúpido rubio.
-Lila..., ¿Estás bien?- Mimi salió de uno de sus bolsillos y voló frente a sus ojos, la morena solo pudo formar una sonrisa forzada y asentir con la cabeza. Era obvio que no lo estaba, ¿Como podía ganar contra ese rubio?
-Mimi, solo... Dame un poco de tiempo a solas.- su kwami la miró, no se veía para nada bien, pero no era buena negarse si no quería que Lila se molestara, aunque estaría pendiente a no dejarla en manos de Haw Mounth.
Cuando al fin estuvo sola puedo desquitar todo el odio y tristeza que sentía
-¡¿Por qué yo no?!, ¿¡Por qué a pesar de todo lo que hago, lo escoges a el?!. Sé que me he equivocado, sé que he hecho las cosas mal, pero todas las personas se equivocan, y siempre trato de arreglarlo, entonces..., ¿¡Por qué yo sigo siendo la misma chica tonta e indefensa para ti?!- gritó en los confines de su cuarto, temblaba por todas las emociones que sentía acumuladas. Miro su escritorio, dónde se encontraban sus libretas, y libros, y uno que otro adorno, y lo tiró, destrozó toda su habitación. Golpeó las paredes, tiro los muebles, rompió su decoración. Para cuándo tuvo conciencia de sus acciones, todo era un desastre, incluso ella. Se sentía como una basura, y como si la vida realmente no tuviera sentido.
Se dejó caer en el piso, con las mejillas empapadas.
¿Qué haría con su patética vida? ¿Qué haría con su patético amor?
-Pobre chica..., Sufriendo por un amor imposible, o... Tal vez no tanto- resonó en su cabeza, las lágrimas pararon, y su mirada se volvió oscura, sabía lo que pasaba, y sabía cómo pararlo, pero... ¿Realmente quería detenerlo?- solo tienes que deshacerte de aquel que te impide ser feliz. Un triángulo no puede ser un triángulo si solo existen dos lados, ¿Cierto?
-Cierto.
Mimi salió de su escondite, revoloteo enfrente de su portadora, era demasiado tarde, la cara de Lila ya era cubierta por un antifaz morado. Mimi la miró con horror
-Lila..., ¿Qué has hecho?
-Mimi- dijo la morocha enfocando al kwami, la pequeña solo sintió estremecerse por la maldad que sentía. Todo era su culpa, tenía que evitarlo, ¿Ahora que haría?- necesito tu ayuda, me ayudarás a ganarle a ese chico estúpido- murmuró.

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Marinette caminaba hacia su escuela, pensativa en todas las cosas que habían pasado últimamente, las enumeró mentalmente:
1-Adrien la había rechazado
2-Había besado a Lila
3-Chat Noir la había visitado varias veces a su balcón
4-Volpina igual
5-Había tenido una cita con Adrien

Suspiró, estas últimas semanas había sido demasiado complicadas.
Cuando llego a la escuela, sintió la mirada de todo el mismo sobre su espalda, todos murmuraban cosas que ella no podía entender del todo bien, solo pequeños fragmentos coml": "Pareja, ¿Desde cuándo?, ¿Ella?, Adrien, Cita"
Con ansiedad, camino hasta su aula de clases, con la esperanza de encontrar a alguien conocido que le explicará el porqué del alboroto, cuando entro, todos se quedaron en silencio. Nathanel, Lila, Rose, Alya, Nino, Iván, Juleka, Max, Milene, Kim, Alix, todos estaban acomodados en un círculo, mientras leían algo.
—Buenos días... — murmuró Marinette mientras se acercaba a su lugar a sentarse.
Cuando los chicos se percataron de que ella se acercaba, guardaron lo quede que tenían en las manos, en una de las mochilas, todos le sonreía muy nerviosos, y Marinette solo tenía ganas de gritar ¿QUE DEMONIOS PASABA AQUÍ?
Pero solo se digno a ignorarlos y sentarse mirando hacia el pizarrón, dándoles las espalda, en cuanto ella hizo esto, los chicos volvieron a murmurar entre sí, y ni se digo cuando Adrien entro por las puertas de la clase, podía oír ciertos fragmentos, como "Es ella, definitivamente es ella" o "No, solo son amigos". Marinette no entendía lo que sucedía, ni siquiera sabía de la existencia de ese artículo, pero Adrien si, y dudaba entre hacer algo o no. Pero solo decidió callarse, los murmuró no pararon hasta que la maestra entro al aula.
Cuando Alya llegó hasta su taburete, junto a ella, Marinette la carcomio con la mirada, exigiendo una explicación, tras varios intentos para salvar su pellejo, Alya finalmente termino enseñándole el artículo.
—¿¡Qué!?— grito mientras e paraba de un brinco de su asiento
—¿Pasa algo Marinette?— pregunto la señorita Bussier, a lo que la chica de ojos azules solo puedo negar con la cabeza con los colores en la cara, cuando volvió a sentarse, su cabeza sentía que iba a explotar, ¿Por que no se había percatado de que alguien los seguía?, ¿Cómo pude ser tan estúpida? Pensaba. Miro a Adrien, tenía una postura tensa, y se le veía nervioso, sentía una gran culpa, porque estaba segura de que le había provocado problemas con su padre, quien era demasiado estricto con el, como el padre de Chat.
Chat. El también había tenido una discusión con su padre el mismo día en que el artículo se había publicado, ¿Por qué había dicho que  discutió con su padre? No pudo evitar comparar a Adrien con su felino compañero, la complexión era la misma, pero en actitudes era muy diferente, no podia ser posible, ¿Cierto?
Agitó la cabeza, después pensaría en eso, lo principal aquí era disculparse con el chico, y preguntar si había tenido discusiones con su padre por su culpa.

Cuando la clase termino, corrió hacia Adrien y lo detuvo del hombro
—Puedes darme unos segundos, quiero hablar contigo— dijo. Esto no fue desapercibido por toda la clase, quienes no despegaban la vista de ellos dos, ambos chicos salieron del aula, y desaparecieron por los pasillos.
Marinette había llevado a Adrien a un cubículo de la biblioteca apartado de todo, ese era su lugar favorito para estudiar.
—Adrien... Yo, lo lamento— empezó.— mi intención no era causarte molestias, realmente no debí de haber salido contigo, no es que no quisiera, realmente día salir contigo desde hace mucho, no, desde hace mucho no, ¿O si?— se sintió aturdida, odiaba cada vez que se cohibia y empezaba a decir incoherencias, respiró hondo y trato de acomodar lo mejor posible todos sus pensamientos— el caso es que, ahora tienes problemas por mi culpa, yo, realmente lo siento
Adrien le sonrió y corto un poco más la distancia entre los dos, cuando sus dedos se rozaron, un choque eléctrico paso por ambos, algo mágico que ninguno de los dos había sentido antes.
—Mari, todo está bien, me encantó la cita, y volvería a tener otra contigo, de eso no lo dudes— sonrió una vez más. Y la chica de coletas sentía que todo el aire huía de su cuerpo. Solo pudo asentir con la cabeza, y sonreír como boba.
—Te veré después, entonces— dijo Adrien mientras salía del cubículo, por fuera tenía aires de grandeza, pero por dentro, lo único que quería hacer era gritar como nena. ¡Había estado tan cerca de Marinette! ¿Y que había sido esa chispa entre los dos? Se sentía tan bien que podía bailar.
Pero se contuvo, y solo se dedicó a sonreír todo el tiempo.

Mientras ellos dos disfrutaban de eso, había alguien que solo quería deshacerse de ese rubio