4. Calidez

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-¿Por qué iba a odiarte JiMin? -JeongGuk lo acunó en sus brazos haciendo círculos con el pulgar sobre la parte baja su espalda, hasta que el niño se calmó. Por lo menos logró que dejara de hiperventilar, pues las lágrimas no se detenían.

Con el rostro enterrado en su cuello y los brazos sobre sus hombros anchos, la respiración -ya algo más tranquila- directamente sobre su cuello que le provocaba cosquillas a JeongGuk. El castaño aspiró lentamente el masculino aroma del hombre, cerrando los ojos y negando con la cabeza posteriormente, avergonzado de sus propios actos. Su aroma y la calidez de sus brazos lo tenía embriagado, no quería que lo soltara y verse obligado a salir de ahí jamás.

-TaeHyung -obligó al niño a separarse y este apretó sus labios mirándolo- Por favor, ¿qué pasó?

-Está enfadado conmigo, porque soy un tonto -dijo serio. Sus ojos picaban, pero no quería llorar de nuevo ante el mayor.

-Claro que no eres tonto, y estoy seguro de que JiMin no debe estar enfadado contigo -su tono de voz se había suavizado, una de las manos que se encontraba sobre su espalda subió hasta su mejilla, acariciándola y emborronando los surcos húmedos de su rostro- Solo debes prometerme que no saldrás corriendo así de nuevo, ni sin mirar la calle.

JeongGuk no podía evitar preguntarse como TaeHyung, siendo más o menos de la misma edad que JiMin, era tan... TaeHyung. Le resultaba bastante extraño que un adolescente se comportara prácticamente como un niño pequeño, pero a la vez su actitud le parecía... tierna. El menor echó su cabeza más hacia la mano del chico. A pesar de que esta fuera tersa y tosca, TaeHyung se inclinaba hacia ella queriendo recibir caricias, cual gato buscando atención.

-No eres malo, como pensaba. Y eres lindo -TaeHyung rezongó eso último, dejando a Guk sorprendido- Hyung, ¿quieres ser mi amigo?

Jeon disimuló una sonrisa, ya próximos a la entrada de la residencia de los Park. Taehyung lo miró expectante.

-¿Pensabas que era malo? -JeongGuk frunció el ceño, fingiendo molestia. TaeHyung se sonrojó- ¿Cómo vas a ser mi amigo si pensabas tan mal de mí?

-Y-yo... ¡perdón, JeongGuk hyung! -su puchero se hizo mayor y abrazó a Jeong por el cuello, ocultándose de nuevo en este- ¿No quieres ser mi amigo?

TaeHyung dejó escapar un sollozo ahogado en su cuello y JeongGuk abrió mucho los ojos.

-¡Sí, sí quiero, Tae! ¡No llores, no llores! -lo sujetó más fuerte por los muslos acunándolo contra sí nuevamente, ignorando la sonrisa que se había formado en su dulce rostro. Tae se separó mirándolo y se limpió las mejillas con el antebrazo, soltando una risita.

-¿Sí? -sonrió ilusionado y se abrazó con los ojos cerrados, frotando su nariz con el cuello del chico. JungKook sonrió enternecido y algo cosquilludo.

-Sí, TaeHyung, seré tu amigo.

YoonGi apartó su mano del cabello de JiMin, quien había vuelto a aprovechar para pegarse a él, y miró con las cejas alzadas como JeongGuk entraba en la casa con el chico abrazado a él como si fuera un koala y llenándole la mejilla de besos

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YoonGi apartó su mano del cabello de JiMin, quien había vuelto a aprovechar para pegarse a él, y miró con las cejas alzadas como JeongGuk entraba en la casa con el chico abrazado a él como si fuera un koala y llenándole la mejilla de besos.

JiMin abultó sus labios en un puchero, pero se levantó al momento de ver a su mejor amigo y a su primo.

-¡Tae! -el nombrado giró la cabeza y miró a su mejor amigo. Se soltó de Guk para dirigirse hacia JiMin abrazándose a su cuello de un salto.

-Perdóname, no debí salir corriendo... -susurró TaeHyung en su oreja, cerrando los puños sobre la camiseta de su amigo, arrugando la tela. JiMin suspiró, abrazando al menor.

-¿Por qué te molesta mi primo? -preguntó entonces, separándose y quedando cara a cara con él. Tae suspiró, rodeando el cuello de JiMin con los brazos sin dejar de mirarlo, y este apoyó sus manos en las caderas del menor, dedicándole una sonrisa ladeada.

YoonGi frunció el ceño sin apartar su mirada de ellos. JungKook se dio cuenta y se acercó a él para sentarse a su lado en el sofá. Lo interrogó con la mirada, pero el mayor tenía la vista fija en los menores, abrazados y hablando entre ellos en voz baja. JeongGuk pellizcó su mejilla para que lo mirara, alzando las cejas. YoonGi le susurró un "gay" a lo que JeongGuk le respondió con un "mira quien habla" también en susurros. Ambos rieron.

-La última vez que vino me ignoraste... no querías venir a casa conmigo y no quería que volvieras a dejarme de lado... -Tae bajó la mirada, avergonzado.

-Tae, es mi primo -JiMin acarició su espalda despacio- Apenas lo veo unas semanas al año, pero a ti te veo siempre. Eres mi mejor amigo, no volverá a pasar -hizo un puchero, con sus ojitos brillantes y su labio inferior adorablemente abultado- No quiero que te lleves mal con JeongGuk.

TaeHyung negó con la cabeza con rapidez, antes de que una gran sonrisa cuadrada se formara en su rostro, mostrando sus dientes.

-¡Gukkie hyung ahora es mi amigo! -chilló alegre. JiMin desvió su mirada hacia el pelinegro, que reía disimuladamente por la alegría con la que el niño había enfatizado su nombre. La frente de YoonGi se arrugó y miró a JeongGuk con el ceño fruncido. Este solamente sonrió mostrando sus paletas, pasando su gran mano por el muslo cubierto del pálido y dándole un suave apretón para que se relajara.

YoonGi apartó la vista, ahora con una pequeña y tímida sonrisa en su rostro, mientras acariciaba con sus dedos el dorso de la mano de Jeon.

JiMin los miraba atentos. Ignoraba completamente a TaeHyung, quien contaba con ilusión como JeongGuk le había salvado. Tenía la mirada fija en la cercanía y complicidad de los mayores. Se alejó del castaño que continuaba hablando sin parar con gestos y exagerados movimientos de manos, para dirigirse al sofá con los labios apretados y sentarse al lado de su primo, abrazándolo con fuerza y esperando a que correspondiera. El rubio no quería que Guk tocara así a YoonGi, y no podía explicar por qué.

Como si leyera sus pensamientos e intenciones, el peliazul le dio a JiMin una fría mirada de indiferencia, a lo que el labio del pequeño rubio tembló, intentando reprimir un puchero.

little & cute boy © kookvWhere stories live. Discover now