~He vuelto por ti~ Billdip

8. Primera cita

-¿C- Cómo lo supiste? - apenas se podía oír a Ford.

-En algun momento se iban a enterar - se calmó Stanley, dejando su palidez de lado y colocando una mano en el hombro de su hermano.

-¿¡Cómo es que te lo tomas con tanta calma!? “Se iban a enterar” aún así no está bien - Ford comenzó a desesperarse y enojarse, esa mezcla no era una buena combinación, para nada.

-Tranquilo, está bien, hay que sentarnos y hablar.

Dipper miraba todo impactado, no creía que sus tíos fueran gays. Estaba sorprendido y más confiado en decírselos.

-De echo no lo sabíamos, pero yo tenía una leve sospecha, así que, bueno, quería ver si confesaban - Mabel puso una sonrisa pícara al acabar de pronunciar esas palabras que hicieron que Ford se enfadara más de lo que estaba.

-Emm… Si no les importa me gustaría contarles algo - El castaño se animó a hablar por fin

-Claro - ambos hermanos se sentaron en la mesa y su hermana se fue a la habitación, obviamente no sin antes susurrarle un “suerte”.

Dilo de lleno, de una, así no sufrirás, de una y ya, de una y ya… - se repetía en su mente.

-Soy gay…- una pausa - Me gusta un chico…- otra pausa - Estoy saliendo con ese chico… - una pausa más grande - Es… - una corta pausa - Bill. - finalizó con un hilo de voz.

Ambos hermanos estaban completamente shockeados, sus bocas abiertas a tope, mirándolo con los ojos tan abiertos que parecen que se le salen de la cara… Stanley se desmayó.

-O- Oye… Acepto todo eso pero lo único que no cabe en mi cabeza es… ¿¡Con Bill!? - exclamó el gemelo que quedó consciente.

-Yo al principio estuve muy confundido por el, cómo llegó, por qué, si haría daño o no, o algo así… Pero me tienes que creer cuando te digo que ha cambiado, en serio, no causará problemas.

Ford dejó salir un fuerte suspiro - Está bien, te creo, además, si eres feliz, no me molesta, aún así ten cuidado, no porque no sea humano, si no porque puede romperte el corazón, estés con un chico, una chica, un demonio… O lo que sea.

-Si, tendré cuidado - afirmó el pequeño.

Con una sonrisa fijada en su rostro se levantó, en serio estaba feliz de que aprobaran eso.

¡Debo contarle a Bill! - pensó, subiendo las escaleras ansioso por escuchar la reacción que tendrá el rubio.

Llegó e inmediatamente soltó un “lo aceptó” antes de que Mabel preguntara por eso, agarró su celular y se fue hacia afuera para poder hablar en paz con su enamorado.

Marcó el número rápidamente y posó el celular en su oreja, no tuvo que esperar mucho, ya que solo oyó un “bip” y fue atendido.

-¡PineTree! ¿Tanto así me extrañas~? - preguntó seductor.

-¿¡Eh!? ¡N-No! - se enfureció el castaño.

-¿Entonces que pasó? Estuve hace apenas unos minutos.

-Le conté a mis tíos.

-¿Que cosa? - se hizo el que no sabía, aunque en verdad lo entendía perfectamente.

-Sabes a lo que me refiero… E-Eso de... Nosotros - titubeó.

Bill rió de ternura ante los nervios del chico.

-Sobre dosis de ternura, alerta, sobredosis de ternura - tosió para evitar que le reclamara - Y…¿Como se lo tomaron?

-Pues… Stan​ se desmayó y Ford dijo que lo aceptaba y no sé qué más.