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Cerré el expediente tan rápido como pude, ocultándolo detrás de mi espalda antes de que la puerta del consultorio se abriese dejando a mi padre en el portal, mirándome confundido.

- ¿Qué estas haciendo aquí? – preguntó más curioso que preocupado por la razón de tener al ladrón de su hijo en medio de su consultorio en plena noche.

- Olvide mi celular aquí. – mentí tan rápido, sintiéndome más avergonzado. – Así que decidí venir por el...

El expediente pesaba tanto como toneladas de rocas en mis manos. 

Los ojos de mi padre viajaron hasta mis brazos que estaban escondidos detrás de mí. Subió su mirada hasta mi rostro antes de soltar una risa, la cual me dejó confundido, mas no aliviado.

- Si querías hablar con Hanbyul en privado no tenías que venir hasta aquí... - soltó, despidiéndose con una mano y saliendo hasta el pasillo, desapareciendo de mi vista. - ¡Recuerda que mañana viajaré a Ilsan! Puedes tomar un café con ella si deseas.

Me desplome sobre mi cama después de salir corriendo hacia mi habitación.

 Aún tenía el expediente de Taehyung conmigo, seguramente mi padre no tendría inconveniente en prestármelo unos días y mucho menos si no se daba cuenta de que faltaba. Tenia días de ventaja, podría empezar con eso.

- Maldita sea, no se en que me estoy metiendo... - fue lo último que dije antes de meterme a la cama. Estaba seguro de algo, ayudaría a Taehyung, lo haría enamorarse de la música una vez más.

Al siguiente día, papá salió temprano hacia Ilsan. Conociendo su agenda, se quedaría unos días ahí, dejándome a mí a cargo de la casa y de las terapias que tenia en el centro. 

Mientras mi profesor hablaba de la historia de la música, mi mente viajaba hacia el chico que se encontraba metido ahí, en medio de una triste y gris habitación, en silencio...

- Hey, Hoseokie. – murmuró Hanbyul a mi lado, empujando cariñosamente mi hombro. - ¿Se puede saber que tienes en mente?

- No estoy pensando en nada, Han. – contesté, empezando a escribir lo que el profesor había anotado en el pizarrón. – Solo tuve una noche larga.

Durante la mayor parte de mi noche, no paré de pensar en lo que había leído acerca de Taehyung. Acerca del accidente con su profesor y de las anotaciones de mi padre sobre su caso. 

Era claro que todo lo que él comentaba a mi padre solo era la superficie de lo que realmente pasaba en su vida, me pregunté cuanta soledad debía sentir dentro del centro.

- Eres demasiado malo para ocultarme las cosas. – respondió con una media sonrisa. – Jamás supiste mentir.

- ¿No fue esa la razón por la que terminaste conmigo? – pregunté, poniendo los ojos en blanco, divertido por la situación.

- Tienes razón, por eso terminé contigo. – rió por debajo y yo le seguí. – pero supongo que es demasiado divertido ser tu amiga, por eso quiero saber... ¿qué tienes en mente? – me miró, intentando descifrar lo que sucedía, pero estaba seguro que jamás sería el "robe un archivo de un caso de mi padre porque quiero ayudar a un paciente a pesar de no tener la mínima idea de cómo hacerlo".

- ¿Sabes qué? Estoy casi seguro de que debí escoger Jazz en lugar de música clásica... - dije, ignorando nuevamente su pregunta. – Esta clase sería muchísimo más entretenida.

- Ni me digas, el departamento de Jazz cubrirá el evento de esta noche en la Escuela Nacional de Arte, a los de clásica jamás nos dejan las cosas divertidas...

Yellow.Where stories live. Discover now