Hermana menor: Experimento [D.L] (EDITANDO)

Especial sacado del qlo

Pues bueno, aquí me ven de nuevo en un pequeño especial que realmente no sé de dónde ha salido. Simplemente estaba sentada jugando con mi gato cuando ¡puf! Se me vino a la mente hacer un pequeño especial (aunque no sé si aún tengan la historia en su biblioteca xd) para ustedes, y pues... No sé, volver a leer de Adara y su familia. Espero no aburrir, y les dejo leer las pequeñas escenas de Adara y sus hermanos.

                      [♧♧♧]

Lo que pasaría si Mizuki se presenta con un cuerpo propio en una cena familiar.

—¿Estás segura de hacer esto?
—preguntó la Diosa, mirando preocupada a su amiga. Adara asintió y la empujó con el fin de acercarse más a la puerta.

—¡Ellos dijeron que querían conocerte! No hay problema alguno.—animó la Sakamaki, caminando hacia la puerta. Mizuki pareció decidirse con las palabras de la chica, y caminó hacia ella. Ambas se vieron, sonriendo mutuamente y Mizuki no tuvo más remedio que abrir la puerta.

Una imagen nada esperada hizo que ambas chicas casi caigan al suelo. Todo se encontraba detalladamente decorada con adornos lindos y a Shu disfrazado de gatito. Adara casi se le cae la mandíbula al ver Eso, pero su sorpresa creció cuando vió a Laito caminar hacia ellas disfrazado de oso.

—¡Bienvenidas sean, señoritas!—exclamó el pelirrojo, mirando con encanto a ambas chicas.

—Pensé que sería una cena familiar.—susurró Adara, avergonzada totalmente. Mizuki asintió, apoyando las palabras de la joven.

—Shin ha pensado en hacer esto, prácticamente fuimos obligados.—les susurró él, lo más bajo posible. Mientras tanto, una mirada incandescente fulminaba la espalda de Laito, quien sonrió nervioso.—Quiero decir... ¡Esto es para sorprenderlas! Hemos decorado con todo lo que les gusta.

—¿Flores?—dijo Mizuki, entrelazado sus brazos.

—¿Arsenal peligroso?—preguntó Adara, repitiendo la acción de su amiga.

—¿Osos?—volvió a preguntar Mizuki, algo consternada. A ella no le gustaban los osos o al menos nada de lo que estaba ahí dentro.

—Creo que me malinterpretan. Esta sección es de Adara, son sus gustos y esta otra...—Laito señaló algo avergonzado una parte de la mansión completamente oscura y con muchos pósters de chicos que la diosa consideraba guapos y shipeables con otros chicos.—Es de Mizuki.

[Sin duda el lado destructivo de Mizuki está repleto de una oscuridad muy extraña.]
Pensó Laito, recordando el momento en el que tuvo que comprar todas esas cosas.

—Joder, eso sí me gusta. Bien familia, es hora de cenar.

(Sólo quiero que sea parte de la familia :3)

La extraña relación de Adara y Mizuki. (No son tijerazos, puercas :v)

—¡Tengo hambre!—insistió Adara, frustrada.

—Pues yo no, así que te aguantas.—dijo Mizuki, mirando una Pizzería. Ambas seguían compartiendo el mismo cuerpo, pero Mizuki se negaba a ingerir comida humana.

Un mechón de cabello fue jalado, haciendo enfadar a Mizuki.

—No hagas eso.—susurró, enojada.

—Ni higis isi.—repitió Adara, volviendo a molestar a la diosa.
—¡Tengo hambreeeee!

Ya toda cabreada, Mizuki pellizco su brazo, haciendo que Adara se quejara. Adara volvió a jalar un mechón de cabello, y así estuvieron hasta que el estómago de Mizuki comenzó a pedir comida.

—¿Lo vez?

—Pues yo no tengo hambre.

Ayato pasando el día con Adara mayor.

—Mira, sigo pensando que las lolis deben ser legales.—comentó Ayato, contándole sus problemas a su hermana menor.

—Y yo sigo pensando que mis husbandos deberían ser reales, todos tenemos problemas hermano.

Shu tratando de cuidar a la mascota de Mizuki.

—Ya has hecho tus necesidades como cincuenta veces al día, ¿Acaso te has comido una ciudad entera?—dijo Shu, ya cansado.

El pequeño animal movía su cola de un lado a otro, sin entender lo que el sujeto frente suyo le decía. Shu comenzó a regañarlo, señalandolo con su dedo en un claro ejemplo de enojo.

—Si vuelves a destruir otro sillón tú...—todo el brazo de Shu se encontró repentinamente dentro de la boca del extraño perro, haciendo que Shu se ponga pálido.
—¡AAAHHHH! ¡ME ESTÁ DEVORANDO!

Reiji enseñando a Adara como arreglar la vajilla (La Adara de nueve años)

Otra de sus tazas favoritas cayó al suelo a manos de la albina, haciendo que su desesperación aumentace.

—¿Sabes qué? Sólo enfocate en ser buena estudiante en el Instituto ya que no sirves para nada.—dijo Reiji, tratando de aparentar fuerza cuando en realidad estaba llorando por dentro al ver toda su vajilla hecha pedazos.

Laito molestando a Mizuki.

—Sacate esas ubres que ando bien lechero.—comentó Laito hecho el Galán, mirando a Mizuki con una sonrisa juguetona.

La vena en la frente de Mizuki se enmarcó y nunca más se supo de Laito.

Kanato tomando té con Mizuki.

—¿Y... te gustan los osos de peluche?—preguntó algo incómoda Mizuki, tratando de sacar un tema de conversación.

—¿Sabes qué? Mejor te cuento la historia...—dijo Kanato, Mizuki no tuvo más opción que escucharlo y casi salir traumada por la leve obsesión que Kanato tenía con las muñecas.—Te verías muy bien como una de mis muñe...

—Yo mejor me voy.

Final sad.

Carla intentando devolver a la vida a Adara.

—Aún hay tiempo...—susurró, limpiando las gotas de sudor en su frente.—Tú estarás bien..

Con esfuerzo sobre humano, Carla intentó por todos los medios revivir a Adara. Usó todo tipo de encantamientos, trató de transferir su magia y parte de su vida, pero al parecer eso era imposible. Tomó innumerables sacrificios humanos, pero al parecer ya nada funcionaba. Ya totalmente derrotado, reposó su frente en la de Adara, tratando de evitar las lágrimas que cada vez más se hacían presentes.

—Está bien Carla, ahora todo estará bien.—una dulce voz hizo que su corazón casi de un brinco, obligándole a levantar la mirada.

—Adara...—susurró, soltando un par de lágrimas.—Estás... viva...

—O tal vez sólo sea producto de tu obsesión por revivirme, Hermano. Sin darte cuenta que tu vida poco a poco se está apagando.

El angelical rostro de la chica fue perdiéndose entre las paredes de la Habitación, dejando a Carla de nuevo con ese sabor amargo en la boca y con un nudo en la garganta. No se rendiría, ya habían pasado diez años desde que pudo encontrar el cuerpo de Adara, encontraría una forma de traerla de regreso.

Era una lastima que aquel cuerpo se había deshecho y ahora sólo eran huesos de un ser que nunca volverá.