O3.

34.3K 3.9K 2K
                                    

Jimin.

Soy tierno, lo sé. Siempre lo he sido, no finjo ser así, pero hay momentos en el que dejo de serlo porque aun tengo mi lobo interior y uno muy diferente a mi. Sí, Jungkook hyung conoció ese lado de mi, pero es el único. Para los demas sigo siendo el chico de cachetes regordetes.

• • •

Pasé toda mi tarde viendo mis caricaturas y jugando con Boobo. Cuando oscureció me preparé un rápido ramen y me acosté. Mi día había sido perfecto, tuve a Hyung conmigo dos veces. Y ademas, que ya tenía la solución para que Hyung me perdonará.

Jungkook.

No hacia tanto frío, solo me puse mis jeans, zapatillas y un buzo grande negro con capucha.

Listo.

Esta vez si logre encontrar mis llaves y despertarme temprano. Pero no porque me nació hacerlo sino por un dolor en mi entrepierna causado por el estúpido omega de olor empalagoso.
Su olor era muy diferente al de todos, su olor era muy dulce y al mismo tiempo, muy adictivo. Pero se trataba de él, del pelirosa inmaduro de buen culo, eso último no podía negarlo.

¿Quién podría hacerlo?

Me di cuenta de que estaba de pie fuera de mi casa, con las llaves en mi mano, pensando en el mocoso.

Tenía 15 minutos para llegar, ¡Mierda!

Tome el ascensor, solo eran 5 pisos pero se demoraba como el infierno. Salí corriendo al estacionamiento y me fui a la universidad.

En el camino, me topé con un pelirosa apurado
agarrando con fuerza las tiras de su mochila.

Me arrepentiré después.

¡Hey mocoso!—Lo llame y él rápidamente se giro sorprendido y dándome esa mueca rara de su cara.

Mío.

¿El mocoso? ¿Enserio?

—¡Hyung!—Dijo sonriente pero me miro confundido cuando le pase el casco.

—Rodé los ojos.—Ya es tarde, súbete.

—H-hyung yo nunca me he...-

Súbete.

Él tomo el casco y se subió rápidamente abrazándome con sus brazos y piernas a cada lado de mi cuerpo.
No dije nada, se nos haría mucho más tarde. Cuando llegamos, aun nos quedaba cinco minutos antes de la campana por la que algunos seguían hablando o en el pasillo, por ende más de uno se quedaron mirando tratando de ver quien estaba en mi atrás.

—¿Llegamos al cielo?—Pregunto aun apretando sus ojos cerrados.

Bueno, talvez me excedí un poquito.

—No precisamente, esto es el infierno—Hable con voz neutra.— Y ya puedes soltarme.

—¡Oh, sí! Lo siento...—Se soltó y bajo de la moto con sus mejillas sonrojadas.

—¡Jungkook!—Gritó Hoseok desde la entrada.

—Gracias por traerme Hyung—Me dio un beso en la mejilla y se fue corriendo.

¿Porqué de repente hace tanto calor?

—Jungkook... estas...¿Estás sonrojado?

—Cállate.

Jimin.

—Entonces ustedes tendrán un trabajo, como omegas que mayormente se enlazan con un alfa necesitan conocerlos, saber que les gusta, que hacen cuando están molestos, cuando están felices y todo lo demás. Tienen dos semanas para entregar este trabajo—. Terminó de decir el profesor para agarrar su maleta y irse.

Si deberán preguntarse, Jimin tu no eres un omega aun. Lo sé, pero se que lo seré y eso es suficiente para mi. Y ya se a quien perseguiré esta dos semanas.

—Tasha ¿Quien será tu alfa?

No soy chismoso, pero era Tasha y no me sentía bien con ella. Estaba raro, me sentía así, mis mejillas de seguro estaban rojitas.

—Obviamente que va a ser el mejor de la universidad, Jungkook será mi alfa.

Apreté mis manitas en puños y salí del salón apretando mis dientes, soltando un gruñido.

—¡Hey Jimin!—Escuché la voz de Taehyung llamándome pero lo ignoré totalmente, estaba muy enojado.—¡Jiminnie!

—Suspiré y trate de relajarme, acomode mi sweater blanco y cubrí mis manos con las mangas.—Dime Tae.

—Primero, muero de hambre así que vamos a la cafetería y segundo ¿Estás bien? Hoy no llevas una estampilla en la mejilla, ¿Ya no tienes piruletas? Aquí tengo una de uva—Habló mientras nos sentábamos a dos mesas de distancia de Hyung.

—Gracias Tae, pero no es eso—Hice puchero y me apoye en la mesa.

—¿Entonces que pasa Jiminnie?—Hablo en tono dulce y colocaba una mano en mi cabello.

—Es que hoy...—No termine de hablar cuando vi a Tasha dirigirse a Jungkook.

Mío.

Me levante y me dirigí a ellos, vi como ella colocaba su mano en el hombro de Hyung y solté un gruñido. Cuando se percato de mi yo me encontraba gruñendo y con mis colmillos fuera.

—Gruño—Largo Park.

Mío.

Tal vez esta mal ser un poquito impulsivo y tal vez estuvo mal empujar a Tasha, también creo que estuvo mal sentarme en el regazo de Hyung, y creo que estuvo peor el morderlo.

Pero no se olviden, soy la cosa más tierna del mundo.

Pero no se olviden, soy la cosa más tierna del mundo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Bye bye pequeñas.♥️

Ann

OMEGAVERSE® KOOKMIN Where stories live. Discover now