22. El fin de los sueños

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Elsa despertó. Tenía los parches en las sienes conectados a uno de los simuladores. Ya había anochecido.

-Ufff, esta vez estuve horas- se dijo incorporándose.

Ya no había nadie en el laboratorio. Solo la acompañaban Teresa y Jaime, dos conejillos de india que hacían de mascotas en la oficina.

Elsa no vivía en las nubes. Tampoco en un mundo donde existía las dormidoras. Sí tenía el pelo rosado y comía cuando estaba ansiosa (mantener algunos hechos reales dentro de la simulación, ayudaba con el proceso de fidelidad), pero el resto formaba parte de su imaginación. Y de sus habilidades como programadora.

-Esa frase de "como en las películas" es un poco cursi, Teresa, ¿no lo crees?- le dijo al conejillo de india y no recibió respuesta, pero no lo importó. Hubiera sido peor recibir una respuesta.

Se acercó al computador y comenzó a teclear rápidamente.

-Entonces, para la próxima sesión vamos a sacar esa parte, ¿vale? Si no, la doctora Fuenzalida se molestará.

-La doctora Fuenzalida se molestará si no me entregas el último informe lo antes posible- dijo una mujer con una bata blanca que entraba en ese momento al laboratorio- No estás para satisfacer tu propia imaginación con esas simulaciones maratónicas que haces, estás para programar personajes y hacerlos fidedignos.

-Sí, doctora. Pero creo que para que el juego funcione, tiene que ser lo más real posible, y qué mejor que un humano para probarlo- le respondió Elsa sonriente.

-No por mucho tiempo, Gómez. Ya sabes que están trabajando en una inteligencia artificial para reemplazarnos a todos...

A Elsa se le quitó la sonrisa. Llevaba cinco años trabajando en Vicious Games S.A. para producir los mejores juegos de realidad virtual y ahora había amenazas de despido por un sistema que trabajaba mejor que los humanos.

-Bueno, creo que esa tecnología nunca será mejor que la experiencia humana- le respondió Elsa.

-Entonces, ponte a trabajar. Quiero ese informe a primera hora de la mañana- dijo la doctora Fuenzalida y salió de la oficina.

- Haré algo mejor que eso- murmuró Elsa. Se acercó a su computador y cliqueó la carpeta que decía "El problema final".


FIN.

El fin de los sueñosWhere stories live. Discover now