CAPITULO 06

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Sophie

Me fui a mi habitación con gran curiosidad, no se que esperar de él, pero espero que sea algo bueno.

Entré en el baño de mi habitación cerrando la puerta con llave, me quito la ropa y entro en la ducha.
Después de 20 minutos salgo y me enrollo en una toalla.
En cima de mi cama había un vestido negro no muy corto, ajustado en la cintura y con algún volumen en la parte de abajo, separando esas dos partes, en el medio, había un trozo de tela que le daba un aire delicado, perfecto.
Habían también unos tacones negros.

Me vestí y me puse los tacones que me ayudaban a pasar mi 1,54, no se caminar con esto, pero lo intentaré, me miré al espejo, el vestido me llegaba un poco arriba de la rodilla, me gustaba como iba, por una vez en mucho tiempo me sentía guapa.

Me senté delante de la gran mesa de maquillar donde había cosas que yo no sabía ni el nombre, como nunca salía de casa, pues no tendría porque arreglarme.
Me puse rimel y un pintalabios rojo, las únicas cosas que yo sabía usar, también me puse una crema en las piernas y en los brazos, perfume, y listo.

Alguien pico en la puerta de la habitación, me levanté y abrí.

- Señora, el Señor Peter la espera, pidió que me siguiera. - Dijo la empleada.

Solamente la seguí. Esta me llevó al portal de la casa, donde había un coche negro, un motorista salió del coche y me abrió una de las últimas puertas.
Le agradeci y entré.

Nunca había estado en algo como esto, es increíble.

- Buenas noches señorita, está  preciosa -- dijo Peter

Madre mía, no me había ni dado cuenta de que estaba aquí.
El estaba con un traje negro, hecho a medida, tengo que admitir que esta guapo así.
Me he dado cuenta de que he estado demasiado tiempo mirándolo, mierda.
Rápido giré la cabeza hacia la ventana, sin antes ver una sonrisa maliciosa en él, gilipollas.
Después de unos 15 minutos llegamos a un restaurante que parecía ser muy caro.
El mismo chico de antes me volvió a abrir la puerta.

- Disculpe la curiosidad, pero como se llama? - pregunté

-Carlos, y usted será Sophie no? - dijo él sonriendo, vaya sonrisa.

- Exatamente, me puede llamar Soph.

- De acuerdo, entonces, hasta luego Soph. - dijo entrando en el coche

- Adiós Carlos - dije sonriendo el coche desaparecía carretera fuera.
Escuché un ruido viniendo del gilipollas de Peter y mi sonrisa se desvaneció enseguida, he vuelto al mundo real.

Caminé hasta la recepción sin esperar a Peter, miré hacia atrás y el mismo estaba caminando a zancadas, con la cara roja de rabia por lo que aparentaba.

- Baja la cabeza - dijo cuando llegó junto a mi.

Seguí normal mirando a la recepcionista que estaba hablando por teléfono, pero cuando vió a Peter a mi lado colgó de inmediato.

- Que desea? - preguntó a Peter como si yo no existiera.
Puse los ojos en blanco y me alejé de ellos, minutos después llegó Peter estirandome del brazo sin ningún cuidado hacia el baño, me empujó sin importarle que pensarían los demás.

- Que te da que pensar que me puedas mirar, tirarle la caña al chófer e ignorar una orden mía - habló enfadado.

- No eres nadie para darme órdenes, eres un mier...

No me dio ni tiempo a terminar la frase, pues sentí un ardor en mi mejilla, me había pegado.
ME HA PEGADO, QUIEN COÑO PIENSA QUE ES?!

- Nunca, NUNCA vuelva a hablarme así, te podría matar - habló mirándome con cara de asco.
Lágrimas de rabia caían por mi rostro, quería pegarle hasta que mis manos duelan, pero no puedo hacerlo, de momento aún no.

- Ahora limpiate la cara y volvamos - dijo mirándome con aire superior.

Limpié las lágrimas y salimos.
Nos sentamos en una mesa alejada de todos, mejor asi, pero lo que yo de verdad quería era volver a "mi casa".

El camarero llegó y apuntó nuestros pedidos, que Peter eligió, mientras yo miraba el suelo, quiero que todo esto termine ya.

- Mirame - dijo Peter

Obedeci.

Él analizó mi rostro preocupado, miró al rededor y volvió a mirar mi cara, mi mejilla más precisamente,  habrá quedado marca.

- Puedes bajarla.

Obedeci una vez más.
Nuestras comandas llegaron en 5 minutos. Odio este tío de verdad.

- Come, te va a gustar!

Agarré el tenedor y empeze a jugar con la comida de un lado al otro del plato, era langosta,  nunca había comido y ahora no tengo ganas de comer.

- No vas a comer? - preguntó Peter cuando acabó de comer.

Balancé la cabeza en señal de negación.
Lo escuché respirar hondo, tengo miedo de que me vuelva a pegar.
Para mi suerte pidió la cuenta.
En el coche el silencio reinaba, cuando llegamos a casa sali del coche corriendo con la intención de subir a mi habitación, pero su gruesa voz me hizo parar a medio de la escalera.

- A mi habitación, ahora!

Mierda.

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⏰ Última atualização: Jul 26, 2018 ⏰

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