Día 4. Almas gemelas

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Aquella noche la mayor parte de la clase 1-A se encontraba reunida en la sala de estar de los dormitorios. Los sillones estaban casi a rebosar, y no eran pocos los que habían optado por sentarse directamente en el suelo. Todoroki no era uno de ellos, pues se había sentido mal durante todo el día y apenas había abandonado su habitación. Sin embargo, notando mejoría, bajó para pasar un rato con sus compañeros. En cuanto llegó, abrazó a Bakugou desde detrás del sofá, y todos los demás lo saludaron con energías.

  -Hey -le dijo su novio-, ¿cómo te encuentras? ¿Te ha bajado la fiebre?

  -Sí, aunque voy a tomarme un paracetamol por si acaso. ¿Quieres que te traiga algo de beber?

  -Si hay eso, eso.

Shouto depositó un beso en la mejilla de Katsuki y se dirigió a la cocina. Las chicas no se molestaron en contener su felicidad al ver a la pareja comportarse de forma tierna. No habían creado un grupo de WhatsApp para hablar sobre ellos dos por nada. Por otro lado, los amigos del rubio le echaron en cara que fuera tan ambiguo en su petición al chico, como si diera por hecho que lo conocía a la perfección. La carcajada de Bakugou cuando Todoroki regresó con su "eso", una lata de refresco de cola, fue inevitable.

  -Katsuki siempre bebe algo de cola -informó el de cabello bicolor, sentándose en el reposabrazos del sofá y abriendo una lata-, a menos que esté disponible alguna cerveza sin alcohol.

  -¿Estás seguro de que deberías tomarte eso? -interrogó el rubio, rodeando su cintura con el brazo.

  -Es limonada, tranquilo.

  -Esperad un momento -dijo Uraraka-. Entonces, ¿Bakugou-kun y tú os conocéis tan bien que sabéis lo que quiere el otro con algo tan genérico como "eso"?

  -Bueno, sí -respondió Todoroki-, pero es lo normal, ¿no? Es mi novio.

  -Pero -comenzó Kirishima-, ¿sabéis también cosas como el color favorito del otro o cuál fue su primera mascota?

  -¿Se puede saber por qué no iba a saberlo? -replicó Bakugou-. Si sé todo eso de ti, ¿cómo no voy a saberlo del amor de mi vida?

  -¡Ha dicho que es el amor de su vida! -exclamó Ashido, emocionada.

  -Ay, madre -habló Kaminari-, ahora no van a dejar de gritar.

  -Oye -los llamó Yaoyorozu-, ¿estáis seguros de que sois el alma gemela del otro?

  -¿A qué te refieres? -cuestionó Deku-. Se nota que se quieren, no creo que haga falta probar nada.

  -Lo sé -contestó la delegada-, pero podríamos comprobar a ver cuánto se conocen, nada más. Aunque solo si quieren, claro.

  -¿Como tests y eso? -Se interesó Jirou.

  -Por ejemplo -dijo Momo-, hay un montón de esos por Internet. Podríamos coger uno y hacéreselo.

  -¡He encontrado uno! -anunció Ochako, todas las chicas de la clase (y Deku, no nos engañemos) parecían estar disfrutando como nunca de aquel momento-. Bakugou-kun, Todoroki-kun, ¿os atrevéis a hacerlo?

La pareja se miró y se encogió de hombros. A ninguno le entusiasmaba en especial someterse a un test de compatibilidad o lo que fuera eso, sin embargo, les sabría un poco mal dejar a sus compañeras sin lo que tanto deseaban, aunque les resultase bastante raro. Así fue cómo Uraraka comenzó a leer las preguntas.

  -Número uno, ¿cómo puedes ayudar si sus alergias hacen efecto?

  -Katsuki no tiene alergias, así que no tendría que hacer nada.

BakuTodo WeekWhere stories live. Discover now