Capítulo 14: Castigo divino. Parte 4

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Había sido un héroe en su mundo, en su realidad, en la dimensión donde sí había nacido, aquí se sentía un extraño en todo, un desconocido y extranjero en una tierra tan llena de problemas, una en la que se le pedía cosas casi imposibles.

Era una chica defensora de la humanidad, tenía que hacer equipo con las personas que conoció como enemigos; personas malvadas y frías con él y con todo quien simpatizó con los espíritus, aunque aquí parecían tener razones válidas para ser cómo eran, y tampoco eran tan malos. Tenía que enfrentarse con ese líder tan poderoso que tenía a su mando más de dos espíritus, entre ellas, su esposa, la mujer que amaba más en todo el mundo.

Y aún con todo esto, se le pedía a Shidou Itsuka que fuera un héroe una vez más, se le pedía hacer una misión suicida con personas que apenas y podía conocer como del mismo "equipo".

Sin embargo, ¿había otra cosa que podía hacer?

—Bien, Shiori-san, Ellen-sama.

—¡Sí! —Contestaron ambas al dar un paso en frente de Mio.

—Tenemos poco tiempo para llevar acabo la misión de emboscada contra los espíritus, ustedes dos han sido designadas para usar el modelo Omega, el cual les exige mucho más a sus cuerpos. Necesitaran velocidad, fuerza, resistencia de campeonas, ¡y no tenemos tiempo! —dijo con seriedad—. Ese traje los matará antes que puedan volar con él, ya saben de qué está equipado y de qué está hecho. Sin embargo, no hay más unidades, ni más tiempo, así que su rutina ha sido planeada y será aplicada a partir de este momento, y no hay descansos.

Mio se paró en frente de Shiori, ella se puso un tanto nerviosa, realmente todo parecía muy militar y muy serio.

—Olvídate de la escuela, Shiori-san. Ya retomarás ese tiempo después.

—Entendido...

—No te escuché.

—¡Entendido! —respondió con más fuerza, luego Mio se volvió hacia Ellen, pero no demostró ningún sentimiento.

—Ya sabes lo que estás haciendo y tú lo pediste, Ellen-sama, así que espero des tu mejor esfuerzo.

—Así será —dijo con completa confianza y en voz alta.

—¡Bien!

"Sé un héroe" le dijo Kurumi, y aunque no quisiera y tenía mucho de no tener este tipo de preocupaciones y de no hacer estas cosas, debía probarlo. Por suerte el cuerpo que tenía ahora estaba trabajado para la rutina de ejercicio que le hicieron hacer, pero cuando llegó el trabajo con las pesas.

—La armadura es bastante pesada, ya que es de cuerpo completo y de material pesado y resistente —decía Mio mientras veía a ambas levantar pesas.

—Ugh... —dijo Shiori al ver como sus brazos temblaban al levantar la barra metálica con pesas que daban un tamaño total de 180 kilos—. Ah... Ugh...

La misma la tenía Ellen, pero iba más repeticiones que Shiori, sin embargo, sus brazos estaban en las mismas.

Después de algo de tiempo, completaron las cincuenta repeticiones, pero luego también tuvieron que levantar ese mismo peso desde el suelo hasta alzar los brazos, cosa que no fue fácil.

—Ah... Ah... —Amabas mujeres estaban seriamente cansadas y adoloridas de los brazos y de las piernas.

—Mañana harán ochenta y no cincuenta como hoy.

«Esta mujer está loca».

—Ahora vayan a bañarse y nos veremos en la zona de combate.

«Sí, está bien loca».

Joven y atrapadoWhere stories live. Discover now