Capítulo 28: La oveja negra. Parte 8.

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¡Hola a todos! Espero que estén muy bien, ya tenía tiempo sin actualizar este fic, pero hoy por fin les traigo continuación, espero les guste.

Por otro lado, si quieres dejarme una review, te estaré agradecido y me encantaría saber qué te gustó más, qué no te gustó y si tienes alguna pregunta, también.

Sin más, vamos con el capítulo.

Esta noche, sus acciones heroicas habían terminado y se dedicaba a viajar a gran velocidad en Haniel, el ángel de Natsumi que tenía una forma de escoba, con el que surcaba los cielos en la oscuridad de la noche, plagada de pequeñas luces que se veían desde aquí, a millones de años luz de distancia, su luz era visible incluso en tanta oscuridad.

Y al mismo tiempo, este joven héroe era un sujeto disfrazado que volaba en el cielo con una escoba mágica, pero también se le miraba desde lejos, aunque no tanto como las estrellas, Raiden representaba una luz en su ciudad.

Una luz que estaba titilando, como en mal funcionamiento.

¿Oh? ¿Vas a detenerme? Por un momento pensé que eras de verdad, que realmente podrías ser bueno...

Su voz, la expresión de su rostro; sus ojos fríos, sus cejas fruncidas, su temple duro. La combinación de las partes dio como resultado una frase contundente e impactante.

«¿Podría... ser bueno?» En los ojos oscuros del chico no se podía reflejar nada, eran iguales a los de su padre, así que tampoco se podía observar nada en ellos, tenía la peor mirada del mundo, pero al menos en este caso, existía un vacío. «¿Qué es ser bueno para ti... Miku-san? Lo que haces es malo, no puedo permitirlo, debería estar encerrada... Junto con...»

—...pero eres igual que todos los demás, no me arrepiento de todo lo que te dije. Son una verdadera molestia, quieren imponer su voluntad por encima de la mía, todo el tiempo, eso no volverá a pasar.

Su traje estaba lleno de heridas, con manchas de sangre y sucio, por supuesto. Era el resultado de una tarde-noche llena de acción en los suburbios de ciudad Tenguu, solo otro día de trabajo en su vida como héroe vocacional.

Y por eso mismo, se había ganado el odio de muchas personas malas que lo matarían sin dudarlo, de tener la oportunidad. Personas que hablaban igual de Miku para justificar sus malas acciones, aunque ella ciertamente fue más educada que ellos.

«Deberías estar encerrada por manipulación, por privarles a las personas su libertad de expresión y elección. Miku-san, debería ir a tu casa y derrotarte, entregarte a la justicia... Eso es lo que se hace con gente como tú...» Raiden se detuvo en medio de los rascacielos de la zona comercial, donde estaba lleno de pantallas luminosas anunciando productos, entre otros. Había frío y al mirar abajo, vio pocas personas y autos, pues ya era muy tarde. «No está bien lo que haces... Aun así, te dejo escapar...»

¡Eres igual que todos los hombres! ¡Así que largo de aquí, eres más desagradable que una cucaracha!

«Todos los rufianes que he encerrado me han dicho cosas horribles, no tengo la culpa de que ellos sean malos y que hagan cosas desagradables, injustas y que deban pagar por ello». Pensó al suspirar y agachar la cabeza, viendo sus manos bien agarradas de la escoba, tenían sangre seca en sus guantes, así rasguños y, de hecho, dos de sus dedos ya no tenían protección alguna. «Ellos sí son todos iguales, Miku-san... La gente mala, todos piensan igual y al final, cuando los atrapo, todos terminan odiándome... Si logran salir, será para lastimarme a mí... Todos los días me lastiman, gracias al poder de todas, puedo soportarlo y superarlo».

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⏰ Last updated: Feb 03, 2019 ⏰

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