Él [#1] ✓

Capítulo Seis

No debería haber dicho que sí.

Llevo veinte minutos jugando con la comida en mi plato y observando el único alimento que soy alérgica en el centro de la porcelana blanca.

Mi corazón palpita a mil por minuto y temo incomodar a los Miller-Jones por mi actuar. Tomo mi labio inferior entre mis dientes, nerviosa, y veo de reojo a Travis que se mantiene comiendo con tranquilidad. 

Perfecto, Noah.

—¿Todo bien, Noah? —pregunta la Señora Miller sacándome de mis pensamientos.

—Sí —asiento, esbozando una pequeña sonrisa y luego carraspeo—. Solo... es que, soy alérgica al huevo.

Me apresuro a decir mientras el calor llega a mis mejillas. La señora Miller-Jones abre sus ojos de manera dramática y voltea a ver a su esposo. El señor a su lado alza su ceja y sonríe con lástima.

—¡¿Qué?! —exclama la mujer levantándose con rapidez de su asiento y retira mi plato—. Veré que puedo hacer. No te preocupes, cariño.

—Está todo bien —murmuro, arrastrando la silla y levantándome—. Creo que lo mejor sería irme a casa.

»Mañana tengo un examen de literatura y he estado perdida estos meses.

—A Travis le ha ido excelente en esa asignatura —señala, mirando a su sobrino de reojo con una sonrisa—. Podrían estudiar juntos y así te ayuda con los temas que no comprendes.

Sugiere manteniendo la sonrisa en su rostro. El señor Miller ríe negando con su cabeza y sigue comiendo sin tomarle importancia a la conversación al igual que sus hijos.

—¿Qué dices, Travis? —pregunta esta vez directamente al chico de ojos grises.

Travis ajeno a la conversación levanta su mirada y frunce su ceño al notar que tres pares de ojos lo observan esperando una respuesta.

Di que no.

—¿Disculpa? —cuestiona desorientado y su tía suelta una risa—. Lo siento, Allie.

—No te preocupes, Cariño —Ríe, acercándose y besando su mejilla—. Noah estaba comentando que tienen un examen de literatura.

»Podrías ayudarla con los contenidos que no comprende. Nos decía que estaba un poco perdida.

—Por mí, ningún problema —responde, alzando sus hombros y luego dirige su mirada a mí—. ¿Noah?

Sus ojos azules grisáceos se mantienen observando los míos, por alguna inexplicable razón no puedo responder. Su simple mirada envía vibraciones a todo mi cuerpo que me impiden razonar.

—Yo... este... sí... creo que sí —balbuceo incoherencias, y Travis sonríe divertido. 

Perfecto, ahora sabe el efecto que tiene sobre mí.