1. Los jóvenes que, sentados, esperan

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Helena se había preguntado muchas veces qué estaba haciendo allí, pero nunca como ahora.

Aquella chica bajita, la de la cola de caballo y las camisetas de colores chillones, la miraba desde el banco de enfrente como si se estuviese preguntando lo mismo. Mantenía la cabeza un poco gacha, la barbilla prácticamente enterrada en el cuello, y la observaba por debajo de su frente demasiado ancha: en conjunto, manifestaba una desgana casi infinita. Como todos ellos, estaba cansada, y ya no parecía importarle demasiado si la incomodaba o no: se limitaba a estudiarla con aquel gesto suyo de derrota, impenetrable y patético, casi como si no la estuviera mirando a ella, como si fuera un árbol, o un banco, pero no una persona.

Esa chica le ponía nerviosa. Se tensó en su sitio, y empezó a retorcerse el borde de la camiseta, proporcionándose así una excusa para desviar la atención a otra cosa.

Llevaban yendo a aquel parque todos los días desde hacía ya casi dos semanas. Los primeros en llegar, a eso de las siete o las ocho de la mañana, se sentaban en alguno de los bancos, a esperar, y de allí nadie se movía hasta bien entradas las doce. Cada día que pasaba parecían acudir más y más chicos, aunque las respuestas siguiesen sin llegar, y, en consecuencia, los bancos se habían acabado rápidamente: ahora los más madrugadores eran los únicos que podían garantizarse una plaza, y los demás habían empezado a buscar soluciones más creativas que sentarse simplemente en el suelo, aunque cada vez fuese más y más difícil conseguir hacerse un hueco. Aquí y allá, chicos y chicas jóvenes se desparramaban en sillas de plástico o de piscina por todo el paseo, tumbados algunos incluso en toallas que habían extendido sobre los adoquines, aunque este lujo seguro que no les duraría, pues cada vez llegaba más y más gente y empezaban a estar ya bastante apretados. Si seguía así, mañana o, incluso en un par de horas, estarían ya tan hacinados que tendrían que empezar a esperar de pie, o a sentarse unos encima de otros. Helena no dudaba que mucha gente acamparía con tal de asegurarse su sitio. Aquello la asustaba, porque había sido de las primeras y solo ahora empezaba a ver que eso tal vez no sería ninguna garantía.

Todos estaban entusiasmados al principio, era la novedad: estaban en pleno Julio, y nadie tenía nada más interesante que hacer, así que habían ido a probar suerte. Se sentaban allí, con un bocadillo y los auriculares puestos, publicaban alguna foto en sus páginas, o alguna pestaña, para que todos pudieran ver que estaban participando...: pasaban la mañana, en resumen. Pero claro, a los tres o cuatro días, la gente empezó a rajarse. Ella misma estuvo a punto de hacerlo, cuando su amiga Irina decidió que aquello era una pérdida de tiempo, que no estaba ella para soportar el calor por alguna sorpresa idiota, que seguro que al final no sería nada más que alguna tontería, algún truco publicitario...

Pero entonces la página oficial del Estado había re-subido la publicación de aquella página anónima, ahora con un nuevo texto. De pronto las páginas de todo el mundo se llenaron con pestañas de aviso: aquello era un comunicado estatal, en toda regla. Todos fliparon, para qué mentir: creían que era solo una cosa local, algún movimiento de moda.

Básicamente la publicación nueva decía lo que todos sabían ya, que una página anónima había estado publicando pestañas con invitaciones a participar en un extraño juego. Sin embargo, estas pestañas eran diferentes: no se borraban a las 24 h, sino que permanecían en el buzón indefinidamente. Esta persona o personas anónimas habían estado mandando peticiones de amistad a gran cantidad de jóvenes, logrando así crear un nuevo movimiento. Sin embargo, y esto era lo sorprendente, al parecer no era solo cosa de su ciudad: distintas páginas cortadas por el mismo patrón habían estado haciendo lo mismo en casi todas las localidades del país. Como cada municipio tenía su propio Inter-Globo, les había sido muy fácil mantener esto en secreto: solo tenían que eliminar los mensajes que se mandasen a otros municipios y dejar que la noticia circulase independientemente dentro de cada Inter-Globo: así, no llegaría a oídos de todos demasiado rápido.

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⏰ Last updated: Jul 26, 2018 ⏰

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