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Narra Hoseok

Aparqué el auto al llegar a casa después de diez minutos de haber conducido. JungKook quien había estado oyendo música en todo el camino, guardó sus auriculares junto a su móvil en el bolsillo.

El viaje fue tranquilo y demasiado silencio, sólo podía oír la poca música que salía de los auriculares de mi hermano, y el ruido de los autos con los que en ocasiones me crucé mientras conducía.

—Iré a la cocina para ver qué ha cocinado, Yoongi — no pude evitar reír ante sus palabras.

—Si Yoongi ha cocinado, seguramente es sólo para él — fue mi respuesta. JungKook se encogió de hombros, como si no le importara el hecho de que Yoongi fácilmente le cortaría ambas manos si se atrevía a tomar de su comida.

—Él me adora, seguramente me dará algo — dijo tan seguro mientras abría la puerta del auto, tomando su mochila.

—Las sobras — respondí para mi mismo al ver a mi hermano menor caminar directo a casa.

Dejé caer mi cabeza hacía adelante, golpeando levemente el volante del auto, estaba cansando, había cargado cajas de mercancía todo el día y que uno de mis compañeros de trabajo haya sentido un poco de pena por mi y cambiar su turno de la caja con el mío, me hizo sentir agradecido.

—Taehyung, sal del auto — demandé, pero no obtuve respuesta alguna de su parte, dejándome confundido.

Ahora que me daba cuenta, había estado callado todo el transcurso del supermercado hasta aquí. No estuve prestando mucha atención hacía a él por culpa de JungKook y el gran sermón que tuve que darle después de lo que hizo.

—Si has saltado del auto, realmente estas jodido — giré sobre mi asiento para poder ver la parte trasera, donde se suponía estar Taehyung, pero, para mi sorpresa no había nadie en ella.

Hasta que bajé la mirada al suelo del auto.

Traté de reprimir una carcajada, pero, fue casi imposible hacerlo, ya que, no entendía cómo él había terminado en ese lugar. Estaba dormido, eso podía asegurarlo con facilidad, así que me pregunté qué tan temprano este chico tuvo que despertar para poder llegar hasta donde indiqué.

—Si no fueras tan cabezota, podía considerar esta escena, un tanto... tierna — le hablé a pesar de estar en los brazos de Morfeo y quien sabe cuántos más Dioses del sueño.

Regresé a mi lugar, suspirando en cansancio. Quería dormir toda la tarde después del trabajo que me habían designado el día de hoy, por ese idiota regordete que debía llamar "jefe". Ni siquiera podía disimular el hecho que me consideraba un dolor en su trasero, pero, vamos, él sabía que no podía deshacerse de mí, no tan fácilmente.

—Sólo espero que metas una de tus regordetas patas en un mal charco, y alguien terminé pidiéndome que me deshaga de ti. Inclusive lo haría sin cobrar — bufé aburrido.

Unos minutos después, decidí que ya era hora — Bien, Taehyung, es hora de levantarse.

Fue lo que dije antes de dejar la palma de mi mano sobre el claxon. El carro tenia todas las ventanas y puertas cerradas, así que, el ruido era una jodida molestia, hasta para mí.

Lo siguiente que sucedió, fue oír como Taehyung se levantaba asustado del suelo, golpeando su cabeza en el techo de mi coche, lo que me hizo molestar.

—Joder, Taehyung ¿Qué mierda te sucede al quedarte dormido en mi auto?

Taehyung me miró con los ojos entrecerrados, no estaba viéndole directamente, pero, el espejo retrovisor que estaba frente a mí, me daba una pequeña vista de él.

—No he dormido bien, es todo — respondió — ¿ya llegamos a donde tenías que traerme?

—Hace más de quince minutos, Kim.

A Taehyung le tomó un poco de tiempo despertar por completo, para bajar del auto, y esperarme para llevarle donde tenía que llevarle, y luego de tres horas lo echaría de aquí inmediatamente para dormir el resto de la tarde, y comer cualquiera que hubiera dentro de la despensa y tal vez, sólo tal vez, tomar un poco de la comida hecha por Yoongi sin ser descubierto.

....

—¡Estás jodidamente loco si crees que dejaré que me enseñes a usar un arma! — me gritó Taehyung totalmente histérico — ¡No!

—Mira, Tae... — no pude terminar de hablar, pues, él inmediatamente tiró el arma que le había prestado al suelo, para caminar hacía la puerta de la habitación donde practicaba con mi hermano y Yoongi —¡Hey idiota!

Al llegar a la puerta, Taehyung comenzó a forcejar con la cerradura — Esta mierda no abre.

—Taehyung, romperás mi picaporte — dije tratando de mantener la calma, porque, estaba seguro que el deseo de golpearle en este mismo instante era muy, pero, muy grandes.

Decidí sentarme a esperar que se diera cuenta por el mismo que la puerta se abría con una contraseña, ingresándola en el tablero que se encontraba a un lado de la puerta.

Para hackear cuentas era un genio, para abrir una puerta, Taehyung estaba jodido.

—Vamos, niño bonito, deja de jugar al lobo feroz, tratando de entrar a la casa de los tres cochinitos — reí — aunque, seguramente en este caso, sería al revés.

—Déjate de bromas, y abre la maldita puerta — gritó e iba a reprenderle cuando volvió a abrir la boca — ¡Y antes de que me des el mismo dialogo de siempre! ¡Si! ¡Esta es una buena razón para tener la boca abierta!

No pude evita reír ante lo que había dicho.

—Oye — le hablé — sé que estas asustado, y puedo entenderlo, pero, realmente estas actuando como un jodido maniático y ni siquiera me has dado tiempo para poder explicarte porqué estamos aquí y porqué voy a enseñarte a usar un arma. Taehyung, esto es serio y necesito que lo tomes de la misma manera.

En ese momento, dejó de forcejear con el picaporte para poder mirarme — No quiero, no quiero tener un arma en las manos, se siente... incorrecto.

—Sé que tienes miedo — respondí con total sinceridad. Podía comprender, yo igual lo estuve cuando pasé la misma situación que él estaba viviendo en estos momentos conmigo, así que, sabia que no tenia que ser duro, mucho menos alterarlo más de lo que ya se encontraba — pero, no dejaré que te hagas daño.

—No lo sé... no está bien — dijo mientras miraba el lugar donde el arma que le di había llegado después de que lo arrojó.

Tragué saliva antes de continuar hablando. Recordé cómo había pasado lo mismo dos veces, una con Yoongi y la segunda con mi hermano, siendo la ultima la peor de ambas, JungKook lloraba por lo asustado que sentía al oír la bala chocar con alguna superficie, mientras trataba de darle confort a mi propio hermano, mientras que Yoongi, lo único que tuve que hacer es darle confianza.

Así que, en ese momento, supe cuales eran las palabras correctas para ayudarle — Taehyung — le llamé con calma.

—¿Mmm? — respondió.

Le miré directamente, y entonces lo dije — ¿Puedes confiar en mí?

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Hola xd

HANGSANG; v-hopeWhere stories live. Discover now