11

1K 79 3
                                    

"ANCLA"

No era una opción continuar parada sólo a fuera de su despacho, debía tener valor para enfrentar al temible profesor Snape, que se hallaba al interior. Su cuerpo no respondía a sus ordenes, solo quedándose estático mirando la puerta frente a ella. Era una completa tonta por actuar de esa manera, pero la ultima vez que entro a ese lugar no terminó nada bien. Iba a irse aunque su castigo empeorara ademas que podria hacer Snape que no haya hecho antes, y como la ayudará si no tenía el mínimo tacto. Dio vuelta para marcharse, pero como si lo hubiera llamado la puerta se abrió lentamente, apareciendo Severus recargado en la puerta.

Severus.-  ¿Cuanto más, piensa quedarse ahí? - dijo. Dibujando una ligera sonrisa, al parecerle divertida la actitud de la chica.

Hermione.- Yo...pensaba ir por algún cuaderno por si usted..quisiera dejarme un ensayo ...o no lo sé - contestó tartamudeando, y con un gran nervio al verlo. 

Severus.- ¡No ponga más excusas! Entre - le ordenó-

Y ahí señoras, y señores estaba el real Severus Snape. El murciélago de las mazmorras,  era justo por su actitud tan déspota cuando daba una orden. Ella caminó lentamente sin querer mirarlo directamente aun, escuchando su propio corazón palpitar tan rápido como Snitch. Observó un poco notando que estaba un poco desordenado con muchos trabajos, y libros sobre su escritorio. El, se sentó en su escritorio  indicando le a Granger que tomara asiento. Con temor en los ojos, y vergüenza a la vez quedó frente a Snape. 

Severus.-Quiero que me hable sobre sus padres. ¿Qué sucedió? - cuestiono, suavizando su tono de voz.

Hermione.-¡Disculpe, Profesor! Pero creí que estaría castigada, y no hablaríamos de nada. - dijo sorprendida. 

Severus.- ¿Por qué debería castigarla? Porque el idiota de mi ahijado la lastimo, y recordó todo lo doloroso que le ha sucedido hasta ahora. Considero que sería una tontería total, además de su pérdida de tiempo y el mio. Ahora bien desea un castigo, le tengo uno perfecto que es, que a partir de la próxima semana usted vendre 3 veces a la semana a mi despacho ayudarme a corregir ensayos. ¿Eso es lo que desea? - respondió con ironía.  

Era real todo lo que estaba diciendo, completamente estaba tan tranquilo ahí frente a ella sin hacer algún gesto de disgusto, excepto por su ironía pero era normal en él.  No sabía que responder a eso, sin embargo por alguna razón se animó hablar sobre lo que con nadie había querido.

Hermione.- Cuando salimos a buscar los horrocrux, sabia que seria un gran peligro para ellos el que yo aún permaneciera en sus recuerdos, en su vida así que realice un obliviate. Me fui de mi casa, y bueno el resto usted lo sabe. Sin embargo, cuando finalizó todo esto quise regresar con mis padres, pero había sido demasiado tarde.  Los encontré muertos, y en sus manos había un grabado que decía "Sangre sucia" . Estoy convencida que fue uno de los mortifagos que escapó, porque ellos estaban en América cuando sucedió la guerra, y solo uno de esos malditos pudo haberlos matado - (sus ojos empezaron aparecer las lágrimas) -No, no deseaba continuar viviendo y millones de veces quise matarme. Pero nunca tuve el valor para hacerlo, así que intenté olvidar todo.  ¡Quitarme ese sufrimiento! - ahí estaba la verdad. No contuvo más y lloro sin importarle nada. 

Severus.- Fue en ese momento, cuando Draco la salvó ¿Verdad? - (ella solo asintió con la cabeza, tratando de limpiar su llanto) - Se como se siente, sin embargo como le dije anoche no apruebo para nada su actitud, y me importa. Ya cuide a sus amigos y a usted por 6 años completos, así que ayudarla a usted 1 más no hará la diferencia. Conteste me una pregunta, Granger ¿Cuál es su meta en la vida? - preguntó. 

Latidos de SalvaciónWhere stories live. Discover now