Trabajando con la Serpiente

Encerrados

Hermione se despertó un par de veces para comprobar que no se caía del alféizar que compartía con el rubio. Y por unos segundos deseó no haber sido tan compasiva ya que le metía patadas y codazos mientras él dormía plácidamente.
La castaña le miró con furia y se aguantó las ganas de zarandearlo, prefería los pequeños golpes a tenerlo despierto. Le dio la espalda y se abrazó a si misma.

Miró de reojo su reloj de muñeca y suspiró cuando descubrió que eran las 4:30am, era sábado y dio por sentado que pocos trabajadores quedaban en el ministerio salvo ellos que eran internos.
Deseó con todas sus ganas que les encontrasen pronto. Volvió a cerrar los ojos pero al cabo de los pocos segundos los abrió como platos al sentir el pesado brazo del chico rodear su cintura.
Un calor empezó a recorrerle la espalda hasta posarse donde él le amarraba.

Cierta parte de su cerebro agradeció el acto ya que así evitaría besar el suelo. Pero otra parte más razonal le advertía que a quien tenía pegado a su espalda era a Draco Malfoy.
Intentó evitar el amarre del slytherin agarrando su mano y pasándola en su cuerpo pero solo provocó que el muchacho se aferrase aún más a ella.

Suspiró contrariada por lo que ella misma sentía, el calor que desprendía Malfoy era absolutamente agradable, cuando seguramente no debía serlo.
Intentó convencerse a si misma diciéndose que se debía a algo corpóreo, hacía un frío horrible y sentir un foco cálido era agradable para cualquier ser humano.
Aun que fuese tu peor enemigo.

Pareció contenta ante la teoría a la que había llegado su cabeza y solo entonces relajó el cuerpo para intentar dormir de una vez por todas.

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La luz del sol entraba en la sala donde se encontraban los chicos y Draco abrió los ojos contrariado. Primero miró donde estaba acostado y recordó todo lo acontecido, después se giró para comprobar porque se hallaba tan inmóvil y vio a Granger dormir plácidamente a su lado.
Empezó a latirle el corazón de un modo agresivo y no pudo separar la vista del rostro de la gryffindor.
Ésta estaba acurrucada a su lado, tenía el rostro relajado y por primera vez pudo contemplar sus facciones, eran dulces y bonitas.

Espera espera ¿él pensando eso sobre la sabelotodo sangre sucia? ¿qué coño le estaba pasando?

Miró la manta que traía puesta y supo que la había traído la muchacha cuando posiblemente estaba muriéndose de frío.
Qusio despertarla zarandeandola porque no encontraba nada mas agradable que hacer con ella en ese preciso momento.

—Granger, despierta coño —dijo en un tono amenazador mientras destapaba a la chica.

Hermione no movió el cuerpo para nada y por supuesto tampoco se despertó.

—Me va a importar una mierda aplastarte si con ello puedo salir de aquí —amenazó mientras le echaba una mirada furibunda.

Ella volvió a dar el silencio por respuesta. Draco comprobó que seguía plácidamente dormida y una rabia se apoderó de él.
No aguantó mas la situación y dispuesto a separarse de ella empezó a moverse para intentar rodearla para salir.
Hermione se movió en ese preciso momento de modo que quedó literalmente debajo de el.
Draco agradeció que siguiese dormida porque la situación no podía ser más extraña.
Tenía a Granger debajo de él y unas tórridas imágenes se apoderaron de su mente. Zarandeó la cabeza y justo cuando maldijo a la chica ésta abrió los ojos lentamente.
Draco se giró rápidamente para saltar sobre ella y apartarse lo mas que pudo.

La castaña le miró con incertidumbre mientras se incorporaba, no entendía porque amanecía así pero comprendió que no le debió ser agradable verla con él. Y menos a su lado.