Capítulo 9

1.9K 189 32
                                    

***Narradora***

La reina tenía un grave dolor en su espalda baja, la sobó con su palma rodeada de escarcha para alivianar el dolor.

Había regresado de la charla con su ministro. Llegaron al acuerdo que los próximos dos días nadie saliera de sus hogares, y que guardias del castillo, tanto hombre como criatura que Elsa realizaría de hielo, quedarían haciendo vigilancia.

Elsa llegó hasta la puerta de la habitación de huéspedes del príncipe Hans, dónde lo atendían las enfermeras. Una de ellas le abrió dejando ver al príncipe sin camisa.

-¡Oh! Perdona, puedo volver después – Dijo Elsa apartándose.

-No, está bien, espera – El príncipe Hans tomó un saco, se lo colocó pero no lo cerró, por lo que dejó a la viste su torso y el medio de sus pectorales - ¿Todo en orden?

-Sí, eh sólo venía a ver cómo estabas.

-No mentiré, me duele horrible la espada –Dijo estirándose levemente – Ya llevan 4 bolsas de tela con hielo.

-¿Aun te duele? –Preguntó la reina.

-Pues... -Suspiró este tomando asiento al pie de la cama – No creo dormir esta noche.

-Deja que te ayude – Elsa caminó detrás de él tomando asiento – Emmm necesito que te apartes el saco.

Hans asintió y obedeció. La platinada podía ver cada músculo bien formado del príncipe, sentía las mejillas calientes pero sólo tragó un poco de saliva para comenzar a sobar el gran cardenal morado que Hans tenía.

Al primer tacto de la mano de Elsa con escarcha, pasó un escalofrío por la espalda de Hans. La reina siguió acariciando.

-Muchas gracias mi reina....

-No agradezcas.

-Debe quitarse varios dolores con eso.

-Algunos –Asintió Elsa – Lo mejor son os baños fríos en temporadas de calor.

-Le creo –Sonrío el príncipe.

-Listo –Elsa se apartó colocándose en pie nuevamente – Te aseguro que podrás dormir viene esta noche.

-Gracias.

La reina le dejó nuevamente con las mucamas y la enfermera.

Anna apareció caminando detrás de Elsa con rapidez, miró hacia la habitación que habían dejado y de nuevo a su hermana.

-Oye ¿pero qué andabas haciendo con Hans en su alcoba?

-Nada interesante, Anna –Explicó Elsa – Simplemente le ayudé con un moretón.

-"Le ayude con un moretón" – Imitó Anna a su hermana con una voz profesional - ¿Es cierto que tiene el abdomen marcado? Oh no, no ¿Los bíceps?

-No lo sé – Respondió Elsa mirándole a los ojos - ¿Tú estás bien?

-Pufff –Resopló Anna con cara despreocupada – Estuve a punto de ayudarte cuando Jack acabó con el último caballo, empuñó bien la espada, ni le tembló el brazo cuando la levantó en el aire con un solo brazo.

La reina sonrío muy levemente imaginando tal acto, recordando cómo la salvó de cualquier golpe.

-Será mejor que descanses Anna, estaremos dos días seguidos en el castillo.

-Ugggh – Rodó los ojos – Más razón para no dormir temprano, en fin, supongo que estos días los aprovecharé para limpiar mi alcoba y hundirme en la biblioteca.

The Guardian Queen. 1er LibroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora