XV: Hechos

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Octubre 27

Era temprano, un sábado de descanso para los estudiantes de escuela media de último año. Un grupo de amigos salieron de paseo al lago del condado a pasar el fin de semana en el lugar. Una cabaña cerca del lago, unos cuantos botes y salvavidas, malvaviscos para asar en la fogata; cuatro chicas, tres chicos.

Dos de estos estudiantes eran pareja hasta el momento, los demás jóvenes en cuestión sólo compartían en lazo de la amistad.

No se trataba de un lago sumamente cálido, el clima templado a frío era del agrado de todos los presentes. Llevaban sus abrigos, grandes chamarras, guantes, gorros y bufandas, por las noches, les avisaron, refrescaría lo suficiente como para que valiera la pena haber empacado todo aquello.

"Mihaiyl había lastimado su tobillo después de buscar leña, pero fue el único que escuchó en el momento y se apresuró sin avisar a nadie", menciona una de las chicas del grupo de estudiantes.

"Hizo lo que pudo. Ella recuperó la consciencia cuando logramos salir, el dolor que experimenté no fue tan fuerte como el de las demás chicas, así que pude salir del lugar con un poco de ayuda. Pareciera que hubiera despertado de una pesadilla. Luego empezaron las miradas llenas de desesperación y hasta cierto punto, odio. Él se marchó en ese momento, pero para ella el infierno se había desatado"

"No es culpa de nadie, sólo una triste tragedia"

"Yo no creo que haya sido una simple coincidencia, las cosas se pagarán aún después de mucho tiempo"

Nathan puso en manos de Jinyoung un recorte de un viejo periódico, la noticia era rusa, por lo que los detalles de tal hecho no estaban completas en el diario de Londres. Él dejó caer el trozo de papel al piso, su cordura estaba ya al límite, tantos impactos en un día no eran algo que él pudiera manejar. No volvió a la habitación de Alina, se retiró, en sus bolsillos no llevaba más que el dinero necesario para pagar el pasaje del autobús; quería estar solo, calmar el torbellino de ideas que arrasaba con su cabeza.

-Así que la blanca palomita también tiene un oscuro y pesado pasado del cual avergonzarse—Darlaa miró la nota de periódico que había sido olvidada en el piso por alguna torpe razón

Alina seguía descansando en la enfermería, se había levantado algunas veces para tomar sus alimentos, pero se negaba a hablar con alguien. Loraine la visitaba seguido, pero sólo conversaba con la pared.

-Alina, ¿por qué no ríes como siempre y te burlas de mí?, te extraño amiga, Sora está preocupada por ti también. Sólo dime qué hacer, dame una pista para poder ayudarte, no soporto verte postrada y sin ganas de hablar—Loraine estaba ya con los ojos inundados.

Dos días pasaron, Alina iba a clases, pero su expresión no cambiaba. Caminaba por los pasillos, escuchaba cómo la gente cuchicheaba a sus espaldas, sus labios temblaban como si fuera a derrumbarse por completo, nadie le dirigía la palabra, independientemente de que ella no hablara, nadie hacía el esfuerzo ni siquiera de saludarla o darle los buenos días, incluso algunos profesores veían en su dirección con desaprobación.

Sus ojos se volvieron pesados, ya no tenía el aspecto jovial y alegre que era característico de su persona. Era una flor marchita por las especulaciones impuestas por la población estudiantil. Escuchaba toda clase de insultos hacia ella, habían transcurrido tres días enteros desde el incidente. Alina se expresaba de manera escasa con Loraine y Sora, a Nathan no le dirigía la palabra; de Jinyoung no sabía nada—ya me lo esperaba—pensó

-Rossum, ¿podemos hablar?—decía Grace

-¿Por qué quieres hablar conmigo?—dijo Alina sorprendida, no hablaba con muchas personas, pero le parecía aún más extraño, al punto de ser necesario alzar la voz, que una de las tres amigas de Favelent le hablara

-Sólo acompáñame

Alina la siguió hasta el quinto salón de ensayo, Grace cerró la puerta y echó un vistazo antes de empezar a hablar.

-Estoy al tanto de lo que pasa—dijo Grace

-¿Al tanto de qué?

Grace levantó un viejo recorte de periódico y se lo mostró a Alina—de esto—Alina mostró en su rostro el dolor que había guardado por días, todos la insultaban, y ella sabía por qué, alguien se había encargado de difundir la noticia de lo acontecido hace años atrás, una nota hacía todo eso mucho más real, ella se sintió culpable--¿dónde encontraste eso?—preguntó Alina

-Darla lo tenía entre sus cosas

-¿Pero cómo?

-Alina, eso no es lo importante. Yo creo que lo que viene aquí no me dice nada acerca de la verdad y repruebo que ella esté haciendo todo eso con tan poco evidencia

-A todos parece gustarles la idea de que una nota es suficiente para esclarecer un hecho, incluso yo me lo he creído

-Rossum, no sé qué pasó, y no es necesario que me lo digas, pero no puedes dejar que te molesten por esto, si no es real, haz algo, no puedes simplemente quedarte quieta y ver cómo te arruinan la vida en este lugar

-¿Por qué te importa?

-Es que nunca había visto a alguien cambiar su aspecto tan drásticamente, supongo que esto no está bien

-Me devuelves esa nota, por favor

-Es tuya

-Gracias

Grace salió de la habitación, Alina se quedó unos minutos viendo el piano que tenía frente a ella, sólo pasó sus manos por la caja de resonancia, no se atrevió a tocar una sola tecla, no le nacía—no te veré en unos días, viejo amigo.

Nathan se hallaba desesperado, cada que escuchaba a alguien hablar de su amiga, él se encargaba de desmentir todo lo que escuchaba. Alina lo evitaba, él estaba casi seguro de que ella lo hacía con el fin de que él no saliera perjudicado, seguramente las personas se darían cuenta de que ambos estuvieron en involucrados en ese evento. Él hacía su esfuerzo, pero ella sólo lo rechazaba, se había encerrado en su esfera, no quería salir. Su único medio de comunicación con ella era Loraine, quien apenas tenía de ella unas cuantas palabras, sólo información subjetiva era lo que Sanders podría brindarle.

Delirium {FINALIZADO} ♡♡♡Where stories live. Discover now