Vive una serie de experiencias maravillosas con tu chico o chica preferida de Boku no hero academia.
Enamorarte, tener una familia, dudar de tu sexualidad y salud mental, sentirte amada y querida en mas de un capitulo.
Midoriya Izuku
Bakugo Kats...
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Mi héroe
Héroes y villanos. Blanco y negro. Bien y mal.
Las personas están cegadas, no pueden ver mas allá de lo que sus ojos los dejan ver.
No siempre un héroe sera el bueno y no siempre una villana sera la mala. Quizá diga todo esto solo para justificarme, justificar mis malos actos, pero...si una persona se limita a ver el blanco y el negro, jamas podrá darse cuenta de que hay mas colores, hay mas historias y que hay ciertas razones para hacer el mal por una buena causa.
—¡Es una ladrona! ¡Atrapenla!
—¡Llamen a un héroe!
—¡No la dejen escapar!
Mis pies descalzos sentían el frío y duro pavimento mientras corría, cada vez era mas insoportable esa sensación punzante que abarca hasta mis tobillos. Sin detenerme aun abrazaba la comida entre mis brazos y agachaba la cabeza pasando entre las personas. Robar no era algo de lo que estuviera orgullosa, pero era lo que me mantenía con vida.
—¡Detente!
—¡Suelteme! — gritaba y forcejeaba para liberarme del hombre al que le había robado, pero al ser apenas una joven, la diferencia de fuerza era evidente.
—¡Maldita villana! Te pudrirás en la cárcel -¿cárcel? Oh, no. Estaba entrando en pánico, deje las cosas caer al piso y fuertemente mordí al hombre al mismo tiempo en el que lo pisoteaba para liberarme. Lo había logrado, pero no contaba con que me golpeara y que me cayera a mitad de la calle. Alce mi brazo al aire para cubrirme de su segundo golpe, pero ese golpe nunca llego.
—¿Golpeas a una niña a mitad del a calle? El que podría ir a la cárcel serias tu. —levante la vista y vi a un hombre de cabellos negros y ojos azules sujetar la muñeca del señor que acababa de golpearme. Llevaba un cubre bocas y por las mangas de sus brazos asomaban cicatrices en un tono purpura.
—¿Pero que dices? Ella es la villana, ella me a robado.
—Pero tu la has golpeado...
La gente alrededor que antes me miraba con desprecio por la escena anterior, se volvía contra el sujeto al que le robe.
El hombre se soltó bruscamente del agarre del pelinegro y me ataco con la mirada.
Seguía sin levantarme del piso, sin saber muy bien que hacer.
—Tome — sorprendida veo como el pelinegro le da un puñado de dinero y el otro lo toma de mala gana y se aleja sin deshacerse de las miradas acusadoras.
