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 Hoseok siempre le proponía acompañar al omega, era por que el chico vivía en el departamento contiguo al de Taehyung. Eran vecinos y eso incomodaba al omega, pues no sabía cómo iba a reaccionar cuando este tenga su celo mensual.


eso era lo peor, y la cantidad de hormonas que el alfa liberaba estaba estimulando a Taehyung de una manera agradable, sabía lo que se venía y estaba asustado, pues su celo se adelantó, siendo que no debía llegar hasta adentro de dos semanas más, se empezó a preocupar, causando el pánico en el.

-Taehyung, ¿te sientes bien?- le preguntaba el alfa, quien observaba preocupado al chico omega.- estás muy rojo- le dijo y el omega apartó la vista avergonzado.


-Hoseok, alejate ahora el celo se adelantó- dijo con pena mientras sentía sus mejillas arder.- Necesitó entrar a mi casa ahora.


El alfa sonrió y llevo una mano a la caballera rubia de su compañero, su caballera era tan rubia como el sol, eso pensaba el Alfa.


-Tranquilo Taehyung, no te haré daño- en ese momento, Taehyung ya estaba terminando de entrar en pánico. Justo después alfa soltó una risa.- No creas que porqué sea un alfa necesariamente tenga que violarte ahora.


-Entonces... es...qué... -Taehyung intentaba explicarse aquella serena actitud del alfa frente el celo de un omega ¿Acaso no debía ser al revés?.



-Yo nací con sensibilidad en el olfato y si puedo percibir todas aquellas feromonas que tú u otros omegas desprenden, pero no soy capaz de dañar y controlo mis feromonas, es difícil de contenerme, pero lo logró- la mirada de Hoseok se oscureció.- Es extraño no servir para lo que supuestamente fuiste creado, pero podría ser peor, ¿no?- soltó una risa y luego apretó los hombros de su compañero.- Bien, nos vemos luego, Tae. No olvides tomar tus pastillas y si necesitas algo me puedes llamar desde tu balcón.


Y sin más, el chico de cabellera anaranjada entro a su departamento, dejando a Taehyung atontado y con las hormonas a flor de piel. Se quedó en el pasillo por unos segundos hasta que escuchó la cerradura de una puerta ajena abrirse, eso lo hizo reaccionar y adentrarse rápidamente a su departamento al suponer que era algún alfa vecino suyo quien había detectado su celo.


Al entrar a su departamento tomó sus pastillas y una ducha fría. Se limpió y deshizo de aquellos fluidos que, asquerosamente, cubrían la piel de su intimidad. Luego cenó una sopa para más tarde leer algo antes dormir pero no podía hacerlo porque el calor que recorría su cuerpo le molestaba.


-El celo lo me pone inútil muy inútil-, pensó y se dedicó a dormir para calmar a su cuerpo que a gritos le pedía reproducirse. Mañana no iría a la universidad, y según como las cosas acontezca no iría en toda la semana, no se preocupada de no ir a clases ya que sabian que si faltaba era porque estaba en su celo.


Y pensó en aquel chico de ojos rojos como la sangre quién era su vecino. ¿Se controla? Era obvio, pues no lo había atacado. Pero de cierta forma,como hará cuando llegue su pareja. Se controlara igual que como hizo conmigo?, quien sabe.


Y daba vueltas al asunto, lo odiaba pues su cuerpo se distraía en aquellas sábanas que lo cubrían y su piel era rozada por estas haciéndolo más sensible. Odiaba ser un omega porque en celo toda esa sensibilidad que ya poseía se incrementaba de manera desesperante.


 Intento dejar  aquellos pensamientos de lado y disponerse a dormir. No lo lograba. se encontraba semi-acostado en su cama mientras frotaba su miembro con rapidez. Soltando una horrorosa cantidad de hormonas y gritando a todo pulmón gemidos que calaban hasta los oídos  de su vecino, el alfa quien lo había acompañado.

Hoseok pasó sus manos por su anaranjada cabellera y suspiró, era desesperante tenerlo como vecino, pero era más desesperante al saber que hacia aquellas cosas solo en  una habitación y quizás un gran montón de feromonas estaban siendo desechadas al ambiente, en donde podrían llegar otros alfas y estos reaccionar.


No pudo hacer nada que levantarse de su cama y tomar un abrigo  para salir de su departamento y con tranquilidad, se sentó frente a la puerta del rubio, haciendo de centinela aquella noche. Le preocupaba que Taehyung sea atacado al estar en aquel estado.


La sensación de sobreprotección hizo que inconscientemente Hoseok liberara sus feromonas en el pasillo, espantando a todos los  alfas que intentaban acercarse al departamento del rubio, pues el aura de ese Hoseok era bastante amenazante.


Mientras que Taehyung gemía con todo el aire que sus pulmones le proporcionaban, solamente para dedicarse a aquel placentero acto donde sus dedos se hacían pasó entre la carne frotando con demencia aquel punto dulce, llamado próstata.


Un aroma a fresas  llegó a sus fosas nasales abruptamente, haciéndolo llegar al orgasmo más increíble largo que haya tenido en demasiado tiempo, en donde tuvo que sostenerse de las almohadas para poder conllevarlo de cierta manera.


Agitado, observó los dedos que acababan de hacer aquello y el aroma incrementó bastante, viniendo desde la entrada de su departamento ¿Un alfa? son jodidamente molestos.


A Taehyung le costaba admitir que sentir aquel aroma le ocasionó tal sensación. Suspiró y cerró sus ojos, dispuesto a descansar cuando el aroma volvió a hacerse aún más fuerte, volviéndose casi asfixiante para el él y su debilitado cuerpo que apenas en unos momentos volvió a sentir la excitación a flor de piel.


-Maldición- susurró el rubio.- ¿Quien carajos es?- dijo levantándose mientras cubría su nariz con disgusto y el cuerpo levemente excitado, limpio sus manos en el lavado y arregló su ropa para acercarse a la puerta y observar quien era el que se encontraba después de la puerta.


-¿Nadie?, que extraño-.

Abrió la puerta sin quitar la pequeña cadena que aún le protegía y vio cuerpo dormitando sobre su puerta-reconoció la cabellera anaranjada al instante.


-Oye... oye... Hoseok!!- le dijo despertándolo, el peli Anaranjado abrió los ojos y observó la profundidad de los ojos contrarios. También notó su sonrojo.- Podrías ir a tu departamento, haces que el mío apueste a alfa imbécil.- le dijo descortés.


-¿Estás mejor?- le preguntó el peli anaranjado. Taehyung bufó.


  -No te importa,¿Acaso no me has escuchado?-

-Lo he echo, y si me importa, pero si me voy serás atacado y eso es algo que me parece bastante malo de mi raza. No quisiera que te hicieran daño, Taehyung-

 El omega sonrió ante la humildad casi irreal del alfa hacia él.  

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Espero y les gute

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Maknae.



El OmegaWhere stories live. Discover now