Capitulo 4

5.9K 327 11
                                    

Sábado, 00:11 AM.
7 horas restantes.

Dormí apróximadamente dos horas hasta que Joaquín me despertó. Y luego pasamos una hora cantando a todo pulmón.

La noche abarcaba Argentina. Las estrellas estaban brillantes, había humedad y unas que otras lloviznas se hacían presentes.

En esta hora, Joaquín me tiró muchos palazos, pero yo los supe pilotear.

No mal entiendan, es hermoso, pero es un famoso. Probablemente piense en garchar y desechar, mientras que yo me he besado con chicos pero nunca llegué a segunda base.

Y no, no quiero perder mi virginidad con alguien que probablemente no vuelva a ver.

—¿Así qué me estás diciendo que te gusta Orange Is The New Black? —Joaquín asintió—. ¡Es lo más! ¿Tenés alguna favorita?

Poussey, sin dudas. Hizo mucha falta en la quinta y sexta temporada.

—Ay si. La extraño, pero mi favorita es Maritza. Y odio a Linda, que mina más histérica —me miró y sonrió—. ¿Y la gracia?

—Decís histérica y no puedo evitar pensar en mi vieja. La extraño —sonrió de lado, un destello de tristeza pasó por sus ojos—. No quiero hablar de eso, háblame vos de tu familia.

—¿Mi familia? Resumiendo fuimos la segunda familia. Papá tenía dos vidas. Me rompió el corazón cuando un día la policía llegó a casa. Él había... —no pude evitar derramar unas lágrimas. Joa me miró preocupado—. No puedo hablar de eso, perdón.

Todos los recuerdos vinieron a mi cabeza. Cuando él me quiso llevar a una habitación a solas, pero la policía llegó. Él iba a abusar de mí tal como lo había hecho con Alexia, mi hermanastra.

No podía parar de llorar, y quizás pasaba porque hacía mucho tiempo no me descargaba, hace mucho tiempo evadia el tema y obviamente en algún momento iba a pasar esto.

Joaquín paro el auto a un costado de la ruta y me abrazó.

No me lo esperaba, pero él lo hizo y yo le correspondí. Su abrazo, sinceramente, me reconforto mucho. Era cálido y sincero, no había segundas intenciones.

—Haya lo que haya pasado, algo hizo bien —susurró a mi oído y acarició mi pelo—, tuvo una hermosa hija, que en las pocas horas que la conocí me di cuenta que sos lo que él nunca va a poder ser.

Inconscientemente, sonreí.

Y el abrazo no se cortó.

Ninguno quería separarse.

12 horas » tucu correa.Where stories live. Discover now