La mano de Joaquín acariciaba mi muslo, mientras que yo estaba con mi celular.
Las cosas no eran incómodas, sorpresivamente, eran todo lo contrario. Con Joa habíamos entablado más confianza.
—Joa —lo llame. Él me miro, esperando que siguiera—. ¿Qué vamos a hacer cuando lleguemos? —solté y mi acompañante parecia sorprendido.
—No lo pensé. Probablemente sigamos hablando, pero eso si vos queres —sonreí.
—Con un bombón como vos, ¿cómo no voy a querer? —él me miro y me plantó un beso.
Apoye mis pies sobre las piernas de Joaquín y me acomode para dormir, pero aproveche a sacar una foto. Quería que me quedaran recuerdos de este hermoso viaje.
Porque, sabía que aunque Joaquín me haya dicho eso, después de esto no hablaríamos más. Es famoso, tiene que volver a su trabajo, con las miles de modelos que debe tener atras suyo.
Pero si hicimos lo que hicimos, fue porque yo decidí, así que no puedo ponerme mal ahora.
Sentía el nudo en la garganta, y me esta costando muchísimo ignorarlo, pero por fin lo hago y desaparece.
Ahora, a dormir e intentar sacar estos pensamientos de mi cabeza.
Joaquín no es nada para mí, y yo tampoco soy nada para él.
tizicar hace 12 minutos.
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