Capitulo 16.

1.7K 114 23
                                    

Sali a mitad de la noche de la habitación de Stefan a conseguir alguna presa para alimentarme, me sentía más liberada, así que probare si la maldición no me mata de dolor.

Horas después me encontraba bebiendo casi asesinando a una chica mientras mis ojos estaban azules, sonreía, con la humanidad apagada, no sentía ni el dolor de la maldición que Esther puso en mí. Alrededor de mi había otras dos chicas muertas.

- ¿Qué demonios te sucede? - pregunto Damon enojado- manchaste la alfombra- sonreí.

-Lo siento- dije con media sonrisa, el me miro confundido- Bueno, en verdad no lo hago- tire el cuerpo de la chica en la alfombra el me miro enojado- Necesito más.

- ¿Cómo que necesitas más? - me pregunto molesto.

-Quiero ver lo más macabro que han hecho las personas- dije seria- Esa chica- apunte a una rubia- Ella engaño por 2 años a su novio, fue divertido ver la cara del hombre cuando se enteró- apunte a una pelirroja- las pelirrojas nunca me han agradado, por la siguiente razón: son zorras- reí un poco- la chica se acostó con el novio de su mejor amigo- caminé atrás de Damon.

- ¿Y ella? - apunto a la pelinegra que recién había asesinado.

-Ella, solo se me antojo su sangre- dije sonriendo- ¿Sabes que era la "maldición"? - reí- Esther puso en mi visiones de las personas, por eso vi la muerte de Kol y por eso vi cuando Katherine aparecía en la cueva en donde mato a mi hermano.

- ¿Cuándo te diste cuenta? - pregunto y yo reí.

-Cuando asesine a Connor sentí dolor gracias a la maldición y no sé por qué- dije sentándome cruzada de piernas en el sillón individual- Pero ahora, sin sentimientos no me duele nada y solo veo visiones o pequeños fragmentos de la vida de los otros. Pero bueno, no importa. Iré por más bebida roja que no es vino.

Camine hacia la puerta, pero Stefan se interpuso, lo mire con el ceño fruncido.

-No puedes seguir bebiendo de personas inocentes- me dijo molesto.

- ¿Tienes miedo de que asesine a todo el pueblo? - pregunte riendo.

-No, tengo miedo que te maten- dijo serio yo reí más.

-Hazte a un lado- dije e iba a salir cuando entro Elena y detrás de ella Matt.

-No me voy a mover- me dijo desafiándome, me acerqué a él seductoramente, el jadeo, puse mis manos en sus mejillas.

-Me agradabas más cuando tenías la humanidad apagada, sería una lástima- el me miro confundido- Que ahora sea al revés y no me puedas atacar- dije para después quebrarle el cuello y salir de la casa Salvatore a velocidad vampírica hacia la carretera. Me detengo un poco y después me tiro en el suelo cerrando los ojos.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

-Vamos a perderlas, Damon- dijo Stefan refiriéndose a las hermanas ya que después de que despertara.

-Necesitan tiempo. Solo han pasado un par de días- dijo el mayor cruzándose de brazos.

-Su humanidad está apagada. Ellas están básicamente insensibles a todo lo que las hace ser quien son- dijo el castaño molesto.

-Son vampiras. El interruptor de apagado es uno de los mayores beneficios. Si ser no-muerto te hace caer-dijo Damon tronando los dedos- voila, el vampiro Prozac.

-Quemaron la casa de su familia con el cadáver de su hermano todavía adentro- el ojiverde se lamentaba.

-Nos ahorraron el problema de tener que hacerlo nosotros mismos. Yo llamo a eso una victoria- dijo el pelinegro guiñando un ojo- si no, usamos el plan B, con Maia.

Maia Gilbert IV: Cura y maldición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora