Maia Gilbert IV: Cura y maldición.

Capitulo 17.

Después de salir de la casa de Klaus sonriendo como toda una diva y dejando al hibrido desconcertado, recibí un mensaje de Elena diciéndome que partiríamos esta noche a New York, sonreí porque es una ciudad bastante agradable para mi gusto, así que podría divertirme ahí.

- ¿Puedo ir dormida todo el trayecto? - pregunte echando un poco de ropa en un maletín para después dárselo a Stefan para que lo subiera al auto de Damon.

-De preferencia- dijo Damon,

-No- dijo mi hermana- puedo ponerte al corriente sobre mi pelea con Caroline.

- ¿Te peleaste con la rubia? - pregunte riendo- Pobre, primero yo la dejo caer en su presentación mas importante y luego llegar tu a quererla matar- dije subiéndome al carro, mientras reía.

Elena me puso al corriente sobre su encuentro con la rubia, mientras yo me iba quedando dormida, me gustaba el chisme, pero también quería dormir porque realmente no me interesaba nada de lo que ocurría, Damon estuvo manejando por horas hasta que nos bajamos en una calle con mucha gente caminando.

- ¿Nos arrastraste hasta Nueva York porque te sentías nostálgico? - pregunte confundida, puesto que nos platicó que había estado aquí en 1977 y blablablá, cosas sin sentido.

-No, las arrastré a Nueva York porque en cuestión de tres días, consiguieron enojar a todos en Mystic Falls. Un poco más difícil de hacer en una ciudad de millones- dijo Damon encogiéndose de hombros.

-Tenía hambre- dije seria.

-Yo quería divertirme- dijo mi hermana.

-Fueron imprudentes- dijo molesto.

-Sin emociones. Hay una diferencia- dije encogiéndome de hombros.

-Miren, lo único que importa es que cuando viví aquí, me alimenté como un loco, lo pasé genial y pasé desapercibido durante años- dijo serio.

-Entonces ... ¿estamos aquí para divertirnos? - dijo Elena caminando, la seguí, pero después me pare.

- ¿Cuál es la trampa? - pregunte deteniendo al pelinegro.

-No hay trampa. Mira, querían salir, las saqué. Querían alimentarse, las llevé a un bufé del tamaño de una ciudad de todo lo que puedas comer. Esa es la belleza de Nueva York: hay tanta vida que una pequeña muerte pasa desapercibida-Elena sonrió- Vamos, vamos a almorzar.

Después de ir a desayunar a un restaurante, Elena y yo nos fuimos a cambiar de look a una peluquería sin pagar, solo hipnotizamos a la chica.

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- ¿Dónde está ella ahora? - pregunto Stefan por el teléfono a su hermano mayor.

- ¿Maia o Elena? - pregunto el mayor.

-Maia- le dijo su hermano, Damon silbo.

-A fuera explorando. Tal vez ella está comiendo un perro caliente ... vendedor- dijo Damon divertido.

- ¿Entonces supongo que tu búsqueda de Katherine está apagada? - pregunto el castaño.

-Relájate, hombre. Este pequeño viaje de alegría es en realidad una búsqueda de cura- dijo el pelinegro parándose frente a Billy's Bar- Ese vampiro que Katherine envió después de que Hayley se hiciera mi amiga, vivía en la ciudad. Will consiguió identidades falsas de vampiros, y estoy seguro de que Katherine fue uno de sus clientes- dijo el mayor.

- ¿Y Elena está bien con este pequeño viaje de campo? Justo ayer estaba viviendo la gran vida de los vampiros. Ella no quiere la cura- dijo Stefan serio.