Maia Gilbert IV: Cura y maldición.

Capitulo 19.

Es de mañana y me encontraba solamente viendo a la ventana esperando a que la rubia original me hablara para ir por los vestidos para el baile de pregraduacion o como lo llaman puesto que siempre hay una gran fiesta después de la graduación. Escuché a los hermanos Salvatore hablar abajo en la sala de estar y rodé los ojos.

- ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Ocho, nueve días? - pregunto Damon curioso.

-Sí, ocho o nueve días. No lo sé, perdí la cuenta- contesto su hermano con un suspiro.

-Si perdemos la cuenta de los días consecutivos en los que las Gilbert no han matado a nadie, diría que es un progreso, hermano- dijo Damon silbando.

-Entonces, ¿qué vamos a hacer, solo, ah, lanzar el balón por otros 150 años hasta que recuperen su humanidad? Porque estoy bien con eso- pregunto Stefan divertido.

-Ninguna quiere la cura. Comenzarán a matar gente si sabe que todavía estamos tratando de conseguirlo para ella, ¿y si nos rendimos? - pregunto Damon riendo.

-De acuerdo. Siempre podríamos hacer que Elena la quiera- decidí bajar las escaleras.

-Sí, ¿cómo vas a hacer que un vampiro sin emociones quiera algo? - dije sonriendo, ellos me fulminaron.

-Bueno, entonces tú, mi amiga, estarás justo a su lado, lista para ayudarla a superarlo- dijo Damon- Tu hermana está metida en esto por ti.

-Porque no quieres seguir reviviendo la historia, y cuando todo esto terminé, simplemente vas a salir de su vida- dije mirando a Stefan, quien miro hacia el suelo. Recibí un texto de Rebekah, entonces decidí salir de la casa- Nos vemos en la noche, guapos- les guiñé el ojo a los vampiros.

Nos encontrábamos Rebekah, Elena y yo caminando por la calle buscando vestidos y ella nos venía platicando que Elijah la reto para que no usara sus habilidades de vampiro.

-Vas a fallar- dijo Elena riendo-Debes estar encerrada todo el día, no comprando para el baile- dijo encogiéndose de hombros.

-Nómbrame una experiencia más humana que el baile de graduación-nos dijo con una mueca.

-Morir- dije sonriendo.

- ¿Por qué debería escucharlas? Ni siquiera tienen su humanidad- dijo negando con la cabeza.

-Te das cuenta de que ni siquiera serás capaz de obligarte a una cita, ¿verdad? - pregunto Elena burlona.

-Sí, y la última vez que comprobé que vives en mi casa porque soy el único que puede tolerarte, no tienes que ser tan grosero- dijo Rebekah mirándola- Recuerdo que tu hermana vive bajo el techo de los dos vampiros que las quieren humana.

-Entonces quiero ir contigo. Sí, te vigilaré para asegurarte de que pases la prueba de Elijah. Tan pronto como hayas conseguido la cura, se habrá ido para siempre y nadie podrá usarla conmigo- dije encogiéndome de hombros.

Entramos a una tienda en la cual estaban Caroline y Bonnie comprando vestidos.

-Hola, Bonnie. Escuché que te borraron la mente, eso apesta. Bonito vestido, Caroline- dijo Elena mirando a Caroline, sabía lo que planeaba ya que ella misma lo eligió. Yo me fui a ver vestidos.

-Lo sé. Me ayudaste a elegirlo hace meses, cuando éramos amigas, antes de que intentaras matarme- dijo

-Me pareció familiar- dijo Elena.

- ¿Puedes apartar esto para mí? Lo recogeré más tarde- dijo Caroline saliendo del local y detrás de ella Bonnie. Rebekah y yo fuimos por nuestros vestidos, yo elegí un vestido azul rey con plateado y Rebekah uno beige.