Cuando no estás | one shot » h.s

Final

Aquella tarde, Harry lo supo todo.

Mis secretos dejaron de ser, secretos. Él lo sabia todo.

No podía dejar de pensar en lo que acababa de suceder. Estaba totalmente expuesta. Ya cualquier fantasía, sueño se había desvanecido por completo. La realidad era totalmente distinta y dentro de mi habían dos sentimientos, uno de culpa y otro de liberación.

Me sentía culpable de lo sucedido. Si solamente no hubiese escrito todas esas cosas, esas absurdas historias sobre el y yo, sobre un "nosotros" imaginario, imposible, prohibido nada de esto estuviera pasado pero ya era demasiado tarde para eso. Por otro lado, me aliviaba de cierta manera, que supiera lo que sentía por él ... o se hiciera al menos una idea; aunque por lo que escribí no es que hubieran muchas cosas implícitas.

—Kimberly, ¿estas ahí?  

La pregunta de mi madre me devuelve a la tierra y sacudo la cabeza para poder escucharla.

—Parece estar muy distraída. ¿Sucede algo?

—Estoy bien, solo ... pensé que estaría sola.

—Estas siendo descortés.   

No estoy para sermones, ni regaños. Ruedo los ojos, sabiendo que mi madre me va a castigar por ello.

—Señora Parker, es normal. —agrega calmadamente el profesor Styles, mientras mi madre me fulmina con la mirada y hace una mueca de disculpa al hombre —Kimberly, tiene todo el derecho a querer estar sola, a tener privacidad y disfrutar de la misma. Quizás en esa soledad ... encuentra una salida, una escape a la realidad que la libera. ¿Verdad, señorita Parker?

Abro los ojos con asombro, por su juego cruel, malicioso. Me siento atacada, ofendida.

—Es usted un caballero, profesor. Ya me imagino cuando tenga sus hijos. Pero bueno ... creo que Kimberly no querrá estar sola cuando escuche lo que tiene que decirle ...

Sonríe y me mira.

—Kim, no voy a irme ... voy a quedarme aquí, contigo. Aún no vas a liberarte de mi.

Aquello lo escucho como algo que siempre quise pero al mismo tiempo, como una amenaza a mi tranquilidad.

*** 

Nunca supe con exactitud cuando pero si el por qué. 

Desde aquel día que mis escritos sobre Harry, dejaron de ser secretos todo cambio en mi vida. Todo. 

Tuve la obligación de enfrentarlo, mirarlo a los ojos y admitir sin más, que lo amaba. Que aunque solo era su alumna, otra mas. Estaba perdidamente enamorada de él pero que nunca iba a confesarlo ... hasta ahora, cuando por una jugada del destino o la mala suerte, todo lo que no quería que supiera, lo supo. Mientras relataba cada cosa que había sucedido para que en mi hubiese nacido aquel sentimiento, sentía que estaba cada vez mas vulnerable y expuesta, que él podía hacer lo que quisiera conmigo. 

El profesor Styles siempre fue un hombre correcto, hasta ese día.

—¿Será nuestro secreto, no?

—Supongo.

—Mis clases te sirvieron ... mucho. Estoy casi convencido que la alumna supero al maestro.