Estaba devastada, me quería morir, no sabía que había pasado, mi mente no funcionaba bien estaba tirada en la bañera intentando quitar todo de mi, intentaba que lo recuerdos se fueran y no regresarán jamás.
–¿Estás bien?- toca la puerta Vladimir- ¿Sigues viva?¿No te escapaste verdad?.
–¡No!- digo con mi voz un de llanto- sigo viva... Pero ganas de no estarlo son muy grandes- menos mal me hablaba inglés así más o menos mantendré mi fachada, después de estar aquí por dos días este es el único amigo que e conseguido.
–venga sal de ahí...- toca otro vez- vamos a entrenar si quieres... Imagínate que tú novio estúpido está al frente tuyo... En serio quieres que te vean así... Sal o yo entraré y no será divertido para ningúno además no eres la primera ni la última que le pasó eso.
– no sé qué tan normal sea para ti eso...- le grite mientras salia de la tinta aún que no quisiera él tenía razón.
–me pasó igual...pero conmigo no fueron tan gentiles- toca otra vez- entonces que dices pequeña conejo ¿ Vas a salir o te seguiré haciendo la digna?.
–jajaja- río sarcastica - no se espérate y término de cambiarme.
–eso vamos... Además a aquí más de uno aquí lo vendieron a otra mafia- siento su sonrisa del otro lado- da gracias que no somos pedofilos.
–jajaja... Bien bien- salgo- vamos a entrenar, pero sal de mi cuarto para cambiarme.
–jajaja bien... Además hoy llega uno nuevo, no van a hacer mucha armas solo tú y yo belleza- sonríe.
–Bonnie... Me llamó Bonnie- le digo mi nombre a alguien en esta casa desde que llegué.
–bien conejita... - me Guiña un ojo- yo soy Vladimir y tengo 30 así que soy como tú padres se que soy irresistible pero no te enamores ya te dije que no soy pedófilo- en eso comienza a salir de mi cuarto- te espero abajo.
–claro, como digas- lo sacó de mi cuarto- ahora bajo.
Después de cerrar la puerta me voy a cambiar optó por ponerme un conjunto que encontré de ese armario, era estilo militar pero deportivo, con unos zapatos que hacen juego.
– entonces conejita... Pensé que no ibas a venir- llega al lado mío Vladimir- ya casi llega el nuevo- me guiña un ojo y comienza a caminar hacia la entrada donde se encuentra
–hay veces en las que pienso que tienes un tic nervioso de tanto que me guiñas el ojo- le digo llegando a su lado- por cierto ¿Por qué solo somos tu y yo?.
–no me digas que crees que no investigamos sobre tí- adopta una posición intimidante.
–ya me parecía extraño- adopto una de las pociones que me enseñó Alexander.
Después de estar en la sombra buenos minutos a lo lejos veo unas camionetas que vienen había nosotros, al llegar baja primero Víctor.
–¡Oh! Hasta que te veo después de tanto tiempo- me sonríe y sale del auto- bien... Les presento a Ankey- nos dice y del auto aparece un chico esposado al igual que estaba yo simplemente que el no lleva en los pies y tampoco sangre seca.
–hola- me acerco haciendo que soy una chica cualquiera, además ¿Que puedo intimidar a este? «¿Por qué todos son más altos?» pienso mientras me acerco.
–hola preciosa- se libera de las esposas en un rápido movimiento y me agarra del cuello- ¡BAJEN LAS ARMAS SI NO QUIEREN QUE LE ROMPA EL CUELLO!.
– solo te estaba saludando, fui amable contigo- digo viendo al frente dónde Vladimir y Víctor tienen sus armas apuntando- ¿Así es como me vas a trata?.
–lo lamento preciosa, no es por ti simplemente quiero salir- aprieta un poco mas- y si tengo que matarte para eso que así sea- me aprieta aún más el cuello.
–m-me a...– ya no daba para decir nada, eso hizo que mis instintos de matarlo fueron más grande, simplemente le piso el pié, luego lo golpeó en los tentáculos con mi mano logrando que me dejara respirar- daré por muerto.
Me acerco y lo golpeó en la parte derecha de la cabeza justo en el pómulo, lo agarró del cabello antes que caiga y le sigo golpeando en el mismo lugar, veo que no está inconsciente pero eso no me detienev lo doy un golpe en el estómago, aún agarrándolo del cabello, otro en la nariz, lo suelto para que caiga al suelo y lo sigo golpeando, lo dejo para que se levante pero veo que está inconsciente bufó un poco.
–¿Tú pensabas matarme?- lo golpeó en la barriga- la mafia italiana tortura mejor de lo que tú intentaste golpearme- me río ya que la mafia italiana no es de las que utilicen a personas para torturar ellos tienen una forma de que les digan las cosas sin ir a la tortura, son raro pero así es como trabajan, además son pésimos para torturar, lo máximo que les he visto hacer es poner a las personas desnuda boca arriba- la próxima conoce a tu contrincante antes de atacar y siempre imagínatelo más fuerte que tú- le doy uno de los primeros consejos que me dio Alexander.
–¿Aun crees que me como el cuento del novio?- me habla Víctor- chica acepta que eres de la mafia...
–no es de la magia es la hija de la mafia- habla Aníbal acercándose con unos papeles.
–¿Hija de la mafia?- habla en ruso Vladimir.
– si, además nos está entendiendo, ella es prácticamente la hija de la mafia, fue adoptada y entrenada por cada una de las mafias principales y algunas derivadas de ella... Hasta la mafia central la entrenó, el mismo Leonardo fue su mentor- me miró- ella es el arma más paligrosa de todas las mafias por eso la llaman la hija de la mafia.
–si, si... Hacía rato que nadie me llamaba asi- les respondo en Ruso.
–entonces ¿Por qué no lo dijiste desde el principio?- me mira erizo Vladimir.
–dime ¿Me hubieras creído?- indagó sería, ellos se miran y se quedan callados- eso pensé- me voy hacía dentro.
–¡Espera!- llega donde mi Aníbal- necesito un favor tuyo- me mira serío- o más bien es un trabajo así que sin quejarse... Te quiero lista muy elegante a las- mira su reloj- Diez de la noche...
Se va y me de ahí en la mitad del pasillo, aún qué ya estaba acostumbrada así era en la mafia China.
Ankey
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