Capítulo 12 Capullo, florecen verdades inciertas

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Near no era de las personas que se suelen echar la culpa de las situaciones, y no era por orgullo, si no porque rara vez él había hecho las cosas mal, a su parecer, sin embargo, en esta situación le resultaba muy difícil no sentir que todo era su culpa. Desde el hecho de ser "atacado", hasta separar a los icónicos mejores amigos.

Mello había estado cumpliendo su palabra, realmente no le dirigía siquiera la mirada a Matt, y de a poco comenzaba a comportarse de mala forma con Near, ya que le frustraba, aunque no lo admitiera, dejar de juntarse con su mejor amigo, pero sentía un fuerte rencor, con él, con Tamara, y con todo mundo ya.

Estaba sentado en una de las sillas de la habitación, jugando con unos muñecos, o figuras de acción, que normalmente se encontraban en el escritorio de Mello, pues era tentador siempre tomarlos y jugar un rato con ellos en lo que Mello no estaba, pues éste estaba bañándose. Al cabo de unos minutos, el mayor salió, terminándose de colocar la playera, para después tomar la pequeña toalla sobre sus hombros y secarse el cabello. Near voleó, aún con los muñecos en mano, viendo al mayor que se sentaba en la cama, con el semblante de molestia, muy ligera, pero podía notarlo.

Con cuidado, volvió a acomodar los juguetes casi en su lugar exacto, para ponerse de pie y caminar hasta sentarse a su lado. Con sus manos casi envueltas entre sus mangas blancas, enrolló sus brazos en el del mayor, recargándose al mismo tiempo en su hombro. Mello alzó su mano, acariciando suave y brevemente los cabellos del menor.

Adoraba pasar momentos así con él, pero... necesitaba que todo se arreglara, y tocar el tema resultaba cada vez más difícil.

— Mello... ya han pasado semanas... — Hablaba quedito, aún intentando averiguar la forma en que no se molestara, pero era inútil.

— No empieces con eso, por favor... —Pidió, con una voz ligeramente más ronca.

— Pero esto debe arreglarse de alguna forma, escúchame — El mayor se alejó un poco, aún sentado, sólo para encararle en esa ocasión.

— ¿Quieres ya dejar ese tema? ¡Maldita sea, sólo no quiero pensar en eso!  — Casi con la clara intensión de gritar, pero su voz sólo resultó algo fuerte, lo suficiente para que Near se quedara callado, pero levantándose de ahí. Claro que estaba molesto también...

Queriendo ya retirarse, su mano fue retenida suavemente por el mayor. El menor giró un poco, no sabiendo cómo mirarle en los primeros segundos, porque en verdad le molestaba cuando quería desquitarse con él, pero no lo culpaba, entendía que le hería el tema, y el chico era muy explosivo.

— No fue... no fue mi intención gritarte...

Near suspiró, en verdad no duraba mucho tiempo molesto con él. Como no se movía, Mello soltó su mano, apenado y enojado consigo mismo ahora, apretó sus manos en forma de puño, porque reconocía esos pequeños errores, y detestaba que también ellos estaban alejándose. Pero sintió un leve escalofrío cuando las blancas manos del menor estaban en las sienes, terminando de acercarse y plantear un pequeño beso en su frente. Alzó la mirada, sintiéndose débil ante esa sutil sonrisa que le estaba dedicando.

— No me gusta que lo hagas... pero te perdono por eso — Mello asintió, agradeciendo.— Necesitas pensarlo en realidad, dejaré que lo hagas a solas  — Bajó sus manos hasta su rostro, acariciando con sus pulgares sus mejillas algo rojizas. Sus ojos azules... tan atentos, tan profundos, y tan tristes pese a mirarle con amor; los adoraba, pero no quería que la tristeza le inundara de esa forma, ni de ninguna otra.

Entonces lo abrazó, tan fuerte que el mayor suspiró, reconociendo Near que Mello estaba vulnerable, y quería descansar porque ya era bastante la lucha emocional. El menor retiró la toalla y la dejó caer en alguna parte del colchón, sin importar que su mejilla se humedeciera por el cabello de Mello.

Conceptos del amor: CAMELIA [Mello x Near] [L1]Where stories live. Discover now