¿Me Ama Sólo A Mi? [Luka x Nathaniel]

24

— Señora Kurtzberg, ¿Cómo anda? — saludó el joven desde la puerta.

Hace unos pocos segundos había tocado el timbre y ella lo recibió con una sonrisa incómoda y falsa, pero si quería mejorar la relación con su hijo debía empezar por tratar bien a los "amigos" de este. Se hizo a un lado invitándolo a pasar, dejando ver a su hijo parado cerca.

— Bien, gracias por preguntar.

— ¿Puedo?

Señaló con el dedo hacia el interior, la mujer lo miró con una expresión bastante obvia, suspiró tratando de calmar sus impulsos y no matar al chico que estaba frente a sus ojos. Chico que tenia una rara relación con su hijo — O eso sospechaba —, chico que tenia pinta de ser rebelde con esa vestimenta, sus uñas y pelo pintados.

Él pasó una vez que ella asintió, acercándose al menor para saludarlo correctamente con un beso pequeño en los labios mientras la señora cerraba la puerta, sin notar a los jóvenes. Nathaniel podría morir de la vergüenza y el pánico por ser descubierto.

— ¡No hagas eso, podría vernos!

Le recriminó golpeándole el brazos con un poco de fuerza, eso sólo le sacó una sonrisa al mayor antes de sentir los pasos de la mujer acercarse a ellos.
Ambos voltearon a verla, ella parecía extrañamente tranquila, demasiado para ser ELLA. Nath estaba empezamos a creer que le hicieron algo a sus madres, ayer eran brujas despiadadas y hoy se comportaban amables, cariñosas.
Estaba comenzando a sospechar que se venia el fin del mundo y nadie se lo dijo, eso explicaría muchas cosas.

— Bueno, yo voy a cocinar, pueden hacer lo que quieren, siempre y cuando sea correcto para mi ¿Entendido?

Eso fue bastante claro, los dos jóvenes asintieron y contestaron con un "Si/Si mamá". Para ver como la mujer los miraba con algo de desconfianza antes de irse a la cocina para comenzar a cocinar, sin ella nadie comería en esa casa. Su hijo seguramente quemaría toda la casa si lo mandaba a servirse un vaso de agua, y no, no exageraba.

— ¿Vamos a mi pieza?

— Contigo iría hasta tu cama — susurró en el oído del joven que se sobresaltó dándole una cachetada.

— ¡Perdón! Fu- fue un reflejo..

— Au.. Si, definitivamente duele más que la chancla de mi mamá.

Quitó la mano de donde el joven le había pegado, dejando ver la marca de los dedos en ella, tenia una mano pesada el menor. La madre del menor se acercó rápidamente por el ruido de lo que rápidamente reconoció.

— ¿Qué pasó?

— Le pegué sin querer a Luka.

El teñido rio con burla sin poder evitarlo, arrepintiéndose un poco por la mirada que le dio el joven. La mujer sólo sonrió con tranquilidad bajando la cabeza h negando, murmurando en un susurro "Igual a mi tenia que salir".

— No jueguen rudo.

Se burló antes de irse a la cocina, dejando a su hijo avergonzado y al mayor con la mejilla aun a dolorida.
A penas estuvo lejos de ellos, Luka miró al chico con una sonrisa burlesca.

— ¿Sin querer? No me imagino lo que será queriendo.