Lie to me | K.Taehyung

Verdad 3

Tu verdad tres fue mostrarme sentimientos verdaderos y no envueltos en mentiras, fue mostrarme aquella faceta tuya que desconocía, la cual empezar amar.

La risa escandalosa de Hoseok resonó por todo el establecimiento, ganandonos miradas de reproche, lo ví sonreír de aquella manera tan peculiar y de la cual años atrás me había cautivado, pero ahora me bastaba ver unos hermosos hoyuelos para sentirme yo. Sentí la embriagadora calidez que emanaban juntos, por fin tenías un verdadero amigo, el cual sabe su historia más no a la chica que lastimó, lo apoyo y consoló sin saber que hirió a la chica que ahora él ama.

Lo guarde para mí, me trague el dolor al verlo llorar, pero sobre todo ver lo destrozado que seguía, se convirtió en alguien nuevo por fuera, pero por dentro seguía buscando ayuda, era todavía aquel niño en busca del amor que se le fue entregado y perdió por un juego. Lo lamenté tanto pero no al igual que él, ver sus ojos cristalizados me hacían creer en las palabras que emitía entre hipidos.

Me seguía viendo con aquellos ojos que mostraban todo pero a la vez nada, como si fuera algo extraordinario, lo evitaba desde aquel día que Hoseok me lo presentó porque sabía que, al igual que él, también yo caería. No quería hacerlo cuando por fin encontré a la persona perfecta para fundirme, para no cargar todo el dolor que provocó. Kim Taehyung debe haber aceptado que sus acciones nunca podrán ser borradas, lo que realmente necesitábamos era cerrar el círculo vicioso de compasión y vergüenza que era una segunda piel.

Sentí su mano encima de la mía, lo miré sin emoción alguna en busca de alguna respuesta pero seguía actuando como si nada, hablando con mi novio, envolvió mi pequeña mano con la suya apretandola y añorandola. No hice nada para apartarla, no porque extrañaba su toque, sino más bien, porque ya no me provocaba nada. Hoseok salió disparado hacia los sanitarios después de beber tanta agua, pero aún así no le importó y no alejó su mano.

—¿Qué crees que haces Taehyung?—estaba harta de sus comportamientos cariñosos cuando sabía que no tenía porqué hacerlo.

—Yo... sólo quiero comenzar de nuevo—murmuró, removí mi mano quitandola por completo de su agarre, sus facciones se volvieron dolorosas.

—Olvidalo, Taehyung, no quiero hacerlo, porque ya no te necesito en mi vida—su labio inferior empezó a temblar—, no necesito sentimientos que ya tengo, estoy rompiendo la confianza de mi padre al volverte hablar, deberías parar esto, Taehyung.  Ya no soy la tonta niña que engañaste para acostarte con ella, ya no soy esa niña que lloró por meses en busca de algún indicio de algo que no estaba mal en ella, ya no lo soy, porque volver a ser esa niña me hería y me lastimaba todos los días. Fui una ingenua pensando que la buscarías de nuevo para arreglar todo, que lucharías por ella. Enfrente todo yo sola, la desilusión de mi padre y su silencio que me rompió aún más cuando lo único que necesitaba eran palabras sinceras y un abrazo, aguante todo sola como si el error lo hubiera cometido yo, las burlas en las calles y palabras obscenas de personas que no conocía, tú no estabas ahí, estabas lamentándote de lo que hiciste cuando yo seguía sufriendo sin parar en donde fuera.

Sus sollozos sonaron cada vez más fuerte y sus mejillas empapadas, mis propias lágrimas mojaban parte de mi camisa y pantalón.

»No me importa cuán arrepentido estés, no cargaste con tu parte, me dejaste sola y si en verdad me hubieras amado como decías, no lo hubieras hecho, fui una tonta porque te seguía amando a pesar de lo que hiciste, me eche la culpa frente a mi padre para protegerte, deje que me insultara por ti, mientras tú... sólo te preocupaste por ti, por los sentimientos que tu mismo botaste como si fuera un juguete viejo.

—Lo siento tanto, en verdad lo siento—su voz salió ronca y destrozada, sus manos fueron directamente a los lados de su cabeza—, lo siento demasiado.

—Eso espero, Taehyung, así como también espero no volverte a ver—gruño Hoseok, lo miré sorprendida, me miró con dulzura antes de tomar mi mano y jalarme hacia él y abrazarme con fuerza sabiendo que me estaba desmoronando—, también lamento mucho conocerte.

No sabía cuándo roto estabas pero estoy segura que te rompistes aún más, te volviste a quedar solo.