Amelia
El tiempo pasa sin control, es como si no quisiera permanecer detenido un poco mas, como si no necesitara descansar y su pasatiempo favorito fuera agotarse. El tiempo no nos ha perdonado y eso solo me perjudica a mi.
Hoy es uno de esos dias en los que el hospital reclama mi presencia aunque desee quedarme en casa pero de todos modos no me quejo, amo mi trabajo y no me doy el lujo de faltar aunque me encuentre molida.
Salgo del vestidor con un jean y una camisa a cuadros azul, me calzo una ballerinas beige y estoy por anudarme el pelo cuando tocan la puerta.
- ¡Adelante!
Mila entra en el cuarto y me mira.
- ¿Que sucede?.- Pregunto colocandome unos arcillos.
- Buscan al señor abajo.
Me detengo y la miro, casi nadie busca a Silas en casa.
- ¿Sabes quien es?
- No, es una mujer y no ha dicho su nombre.
Me cepillo el pelo y asiento.
- Vamos.- Salimos de la habitación y bajo las escaleras hasta el salón.
Allí me encuentro con una mujer rubia, de ojos oscuros, alta y muy guapa de pie en la alfombra, viste una pieza gris muy sensual para mi gusto, escudriña toda la estancia hasta verme.
- Buenas tardes.- Saludo y la mujer me barre con la mirada.- ¿Que desea?.
- Estoy buscando a Silas Berkshire.- Dice con un muy marcado acento frances.- Me han dicho que es su casa.
- Si, en efecto.- Asiento.- ¿Puedo saber quien lo busca?
Ella sonríe y no me gusta como lo hace.
- Monique Lorousse.- Ese nombre me suena de algún lado.
- Y es?.- Inquiero saber y al instante me arrepiento.
- Soy la madre de su hija.- Me trago mi propia saliva.- Disculpe la ignorancia, ¿Usted quien es?
Le extiendo la mano.
- Soy Amelia Berkshire.- Ella toma mi mano y frunce el ceño.- Yo soy su esposa.
- Mucho gusto.- Dice y estoy a punto de responder cuando escucho ruido arriba.
- ¡Amy!.- Esa es la voz de Ava.- ¿Papá ya regresó?
Se detiene en mitad de salón y mira la mujer frente a mi.
- ¡Oh, disculpe!.- Dice sonrojandose.- No sabia que tenias visitas, pensé que papá habia regresado.
- No cariño pero debe estar por llegar.- Le sonrío ella asiente.
La mujer junto a mi da un paso adelante y mira a Ava.
- Tu debes ser Avalene.- Dice y la pequeña asiente.- ¿No le das un beso a tu mamá?
Ava me mira y luego a la mujer junto a mi, desconcierto cubre su rostro.
Estoy por decir algo cuando la puerta principal vuelve a abrirse y la voz de mi marido llena la casa.
- ¡Familia, ya llegué?.- Pero hoy nadie dice nada.- ¿Que sucede aqui?
Me mira y se acerca, deja un beso en mi mejilla y sonríe.
- Hola cariño.- Luego mira a las escaleras.- ¿Porqué no vienes a abrazar a tu padre?
Parece que no se ha dado cuenta de que tenemos acompañante, aunque unos segundos después si lo hace.
- ¿Que haces tu aquí?.- Espeta Silas viendo a la mujer.- Amelia, ¿Llevas a Avalene arriba?
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Amelia; anoche soñé contigo
RomanceElla tiene un agujero negro de problemas arrastrandola sin piedad. El puede ser su salvación. ¿La condición? - Cásate conmigo.