Réquiem por el sol.

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Años mas tarde, eran días nuevos, tiempos diferentes. Mientras el frío de la noche era aplacado por el calor de el día, el crimen seguía el ejemplo del sol y se hacía sentir sobre los habitantes de las ciudades. Gritos de personas inocentes pidiendo auxilio, exigiendo ser rescatadas de los ladrones, maleantes y demás enemigos de la justicia, podían escucharse en todos lados, esa era la norma, la ley, antes de que aparecieran miembros de su comunidad dispuestos a cortar la cabeza de la serpiente del crimen con la daga de la justicia. A aquellos valientes se les llamaba Héroes, y de todos ellos, quien más se hizo conocer entre las personas fue un pequeño hombre de origen misterioso, se hacía llamar Mercurio.

Temerario, justiciero, extrovertido y aventurero eran las palabras usadas para describir a este héroe de capa y espada, capaz de destrozar maleantes con un solo movimiento. Era el justiciero definitivo, pero como reza el dicho: Donde las dan, las toman.

Así como la luna no se alza al esconderse el sol, sino que revela que siempre estuvo allí todo este tiempo, de esa misma forma hubo un nombre que comenzó, de manera insidiosa a formar parte del vocabulario de la gente. Era un nombre que, entre más pasaba el tiempo, más miedo infundía. Un nombre que estaría al nivel de Mercurio, y que sería su prueba definitiva para convertirse en leyenda.

Este nombre, era: General Saturno.

Nadie sabía nada del general Saturno y rumores habían miles.
Se decía que los ojos de un muerto tenían mas vida que los suyos; que ponerse en su camino era pedir la muerte a gritos; que era el embajador del infierno; que el oro de sus espadas era de prótesis dentales que le había sacado a detractores a punta de puñetazos, entre otra caterva mas de rumores.  

Lo que Mercurio sabía que era verdad era lo único que le importaba: El General Saturno era el responsable de aquella muerte que dio un vuelco a su vida hace años y, por ello, el habría de pagar.

Como el nombre sugiere, el General Saturno tenía tropas a su mando, un ejercito temible con el que hizo rodar cabezas hasta tomar la casa grande del estado, la cual convirtió en su base central y desde donde controlaba a todo el país, con la intensión de expandir su imperio del terror.

Tras la conquista de Saturno, Mercurio se dispuso a organizar su propio ejercito para rebelarse contra el General, asimilando a civiles, granjeros, soldados retirados y, pronto, desertores de las fuerzas de Saturno. Meses pasaron siendo planeados y ejecutados ataques contra el regimen de Saturno, debilitando su poder de mando hasta que, finalmente, Mercurio decidio poner la cereza sobre el pastel y atacar la casa de gobierno. El ataque final sería a la media noche, el Palacio de Gobierno estaba repleto y rodeado por las tropas de Saturno, quienes hacían guardia, pero el ejercito de Mercurio los sorprendió con una llamarada de bombas, para despues soltar su fuerza completa contra los debilitados soldados, quienes se retiraban adentro del palacio.

A la salida del sol, el Palacio de gobierno era un campo de batalla, se escuchaban gritos, disparos y choques de metal por todas partes, Saturno estaba en la sala de reuniones en el ultimo piso, de modo que Mercurio y sus hombres se abrieron paso, costase los hombres que les costase, en sus corazones, la libertad merecía la lucha. Al llegar al pasillo del tercer piso, Mercurio logró ver las puertas a la sala de reuniones, él y sus hombres se dispusieron a correr, hasta que su marcha fue interrumpida por dos súbitas explosiones, aniquilando el piso bajo ellos. Las tropas rebeldes cayeron hasta la planta baja, menos Mercurio, quién saltó pero quedo sostenido de lo que quedaba del suelo, a pocos metros de la sala de reuniones. Piso resbaloso, oídos zumbando y cuerpo parcialmente entumecido del dolor, Mercurio casi caía junto a sus compadres, pero su sed de justicia le dio el valor y la fuerza para levantarse, y para enfrentar a su enemigo, cara a cara.
Las fuerzas rebeldes no podían saltar el abismo entre un lado del pasillo y otro, así que Mercurio debía enfrentar, por su cuenta, lo que el destino le tuviera preparado.


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⏰ Last updated: Sep 15, 2018 ⏰

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Plutón y el General SaturnoWhere stories live. Discover now